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Análisis

Nueva York ya tiene dueño

Contra todo pronóstico, una serie de acontecimients cambiaron la percepción que se tenía del proyecto neoyorquino. Del inmovilismo a la tormenta perfecta de movimientos. En modo de entrevista, se sucedieron encuentros con David Blatt, Frank Vogel e inesperadamente, con Jeff Hornacek. El último parecía tener menos opciones que los otros ya mencionados (además de Kurt Rambis), a los que la prensa daba como favoritos. Se salía del molde que se veía establecido. El ex de los Suns no se encontraba correspondido por el estilo del resto, más propio de la Conferencia Este con una defensa férrea y una ofensiva ordenada, sin embargo fue el elegido. Saliéndose de la importancia de su círculo, Phil Jackson confió el puesto de entrenador jefe a quien ya tentó como jugador durante sus días en Chicago pero no pudo reclutar para sus filas. La primera piedra está puesta, a lo largo de esta post-temporada se formará lo que resta. A partir de ahora, todo debe tomar sentido.

#AnyoneButRambis

Las redes sociales se han convertido en un auténtico modo de medir corrientes de opinión. Un ejemplo de esto se propagó desde Nueva Yorkante la búsqueda de un dueño para el banquillo de los Knicks, contra uno de los optantes al cargo. Quien se había puesto a la palestra como hombre de mayor confianza de Jackson no contaba con el aprecio de los seguidores de la franquicia. El eslogan ‘cualquiera menos Rambis’ se oponía a una realidad que, aunque finalmente no se diera, parecía acercarse como si de un destino fatal se tratara. Teniendo en cuenta los diversos candidatos que se planteaban, el que ejerció como interino no entraba en las quinielas de la afición. Otros como Mark Jackson, Luke Walton o, incluso, Jeff Van Gundy (compañeros hoy en la cadena de televisión norteamericana TNT) se veían con mejores ojos.

Para más inri, de su gestión desde febrero al final de la temporada regular no se recuerdan ajustes reseñables. Tras el nefasto fin de Derek Fisher, el bloque se vio suscrito a una corriente de pesimismo que le impidió levantar cabeza. Solo se le valora su intención, previo consejo de los veteranos de la plantilla, de dar minutos a los jóvenes cuando ya seguir compitiendo en mayo era imposible y nada había en juego. El balance de 9 victorias y 19 derrotas habla por sí mismo.

Su principal baza es algo tapado últimamente por la sombra del escepticismo. El sistema que tantos éxitos dio en la década de los 90 a Bulls y los 2000 a Lakers se ve lejos de la automatización que ahora buscan en el Madison Square Garden. Él es un amplio conocedor del triángulo ofensivo que, sin embargo, ahora se encuentra en duda. Desde la franquicia se ha defendido, pero hoy se podría renunciar a él por un baloncesto de cortas posesiones y alto ritmo. Todo apunta (el mayor de los hermanos Van Gundy mediante) a una alternativa que cuente con sus principios, pero tenga en su fondo una base que lo revolucione. Será esta su función como asistente; dar a esta moderna variante un cariz tradicional. Adaptar lo tantas veces utilizado a las necesidades del hoy. Hacer posible el contraste entre lo clásico y la novedad pasa por sus manos.

Precedentes

En Arizona se guarda un buen recuerdo de aquel hombre que, siendo novato como entrenador jefe, les hizo rozar los Playoffs. Para ser justos, debemos decir que en condiciones normales lo habría logrado, fue el nivel de su conferencia lo que les privó de tal hito. Para ellos, con Goran Dragic y Eric Bledsoe compartiendo backcourt y liderazgo, haber terminado la temporada regular entre los 8 mejores del oeste habría sido inesperado, pero desde octubre fueron una de las sensaciones de la liga. De sus dos cursos y medio, el primero fue el que le hizo poner su sello en la NBA. Se había hecho dueño de una forma de entender el juego muy vistosa, con dos bases y mucho espacio como ideas principales.

Su primera experiencia como principal responsable de los Suns acabó resultando fallida. Truncada por la lesión del atlético guard ex de los Clippers y la relación con su banquillo, pero con una idea ya formada en torno a su imagen. Su apuesta era clara; la diversión quedaba por encima de todo. Interiores espaciadores (4 abierto inclusive) para premiar la capacidad penetradora de los exteriores vía pick & roll. El uso que hizo de piezas como los hermanos Morris, Gerald Green o Channing Frye decidió el curso de su paso por Phoenix, tan sorpresivo como acertado. Hornacek no temió, fue valiente al apostar por una organización distinta con sus mayores nombres compartiendo posición. Hizo de su equipo la personificación de lo romántico y cerca estuvo de salir victorioso, con una progresión que le hizo ser tenido en cuenta para el galardón de Coach of the Year (fue segundo con un total de 339 puntos, por 380 de Gregg Popovich).

Recepción

Desde que la temporada regular viera su final, una gran nómina de entrenadores ha vivido un cambio de aires. A día de hoy, Rockets, Kings y Grizzlies siguen concertando entrevistas, mientras que Magic, Nets, Lakers y los propios Knicks ya han cerrado acuerdos. En este contexto, el baile toma diversas interpretaciones. Todos compiten con todos, en busca de seducir al hombre deseado para el puesto y cada contratación viene sucedida de una serie de opiniones. En la gran manzana no podría ser menos. La crítica se magnifica en la ciudad de los sueños y las valoraciones tras hacerse público (que no oficial) el fichaje de Horny no se hizo esperar.

Tras la sugerente portada del New York Daily News, que jugaba con el apodo del elegido, en este caso, llegaba desde el otro lado del país. En Phoenix, al comentarista Steve Albert no le tembló la voz para afirmar que «A los jugadores le gustará por su estilo de ritmo rápido. Debido a circunstancias atenuantes, los Suns tuvieron problemas en los dos años pasados. Pero creo que el verdadero Hornacek es el que lideró a los Suns a 48 victorias y fue la sensación esa temporada. No pierdes repentinamente tus habilidades para entrenar. Estaba destinado a ser un buen entrenador.» Es la carta de bienvenida de quien ya le conoce ante una nueva oportunidad. Un aviso a quien, expectante, hoy desea salir de la duda que supone su firma.

Más cercano al presente, Carmelo Anthony no ha querido mantenerse al margen. Se posicionó en una entrevista con la WNBC. «Todo el mundo sabe que le gusta jugar con un ritmo alto, le gusta salir en transición, le gusta acelerar mucho el juego. Así que, desde el punto de partida, estaré sin duda deseándolo.» Sabedor de sus formas al haber sido su rival, el recibimiento del que será su principal estrella se antoja inmejorable. Su adaptación a dicho compás es una historia distinta.

Cambios

Hablamos de Melo y lo hacemos de un anotador que ya se ve acomodado a lo opuesto. Dominador de la media distancia, un baloncesto ralentizado ha beneficiado al 7 Knickerboker. Fue con Mike Woodson cuando encontró su mejor versión como ejecutor debido al movimiento de balón que le otorgaba oportunidades para hacer lo que mejor sabe. Como ala-pívot, la evidente ventaja que tiene jugando entre el perímetro y la pintura se ve aumentada. Se gusta en el poste, pero ahora será necesaria una maleabilidad que le haga entrar en los nuevos planes de la mejor manera posible. Se debe producir el mismo efecto a la inversa, de Hornacek a él, pues ahora tiene en un alero a su primera espada, chocando con lo que tuvo anteriormente.

A este nuevo rol, imaginamos, se le moldeará del modo que se hizo tanto con Markieff como con Marcus Morris. Hacer las veces de power forward no le resulta extraño, sin embargo, ahora además deberá aprovechar los espacios que se creen para él y no buscárselos por sí mismo. Su tarea pasa ahora por facilitar la del resto en el camino al aro y sacar ventaja de las ayudas defensivas para incidir en el juego. Junto a él será habitual ver a Kristaps Porzingis en el 5. El letón, que reconoció tener intención de mejorar sus capacidades atléticas, tendrá que utilizar, además del tan repetido por su parte pick & pop, la variante que le aproxime a la canasta. El bloqueo y continuación se debe añadir en su repertorio ofensivo hasta producirse con total naturalidad.

Centrándonos en el perímetro, hay dos jugadores que se ven eminentemente satisfechos con tal adición. Jerian Grant y Tony Wroten tendrán en su nuevo entrenador a alguien que se ha mostrado abierto en su totalidad a la hora de dar rienda suelta a la creatividad de la que ellos disponen. Las piernas ven sus prestaciones aumentadas cuando la consigna es correr. Más allá, la mejora en un tiro exterior que hoy trabajan con Abdul Rauf y Allan Houston respectivamente pide a gritos hacerse realidad. En el caso del ya sophomore, los destellos de calidad han permitido imaginar pero no evidenciar y el crecimiento para encontrar un hueco en la rotación debe darse desde ya. En modo de retroalimentación, el nuevo estilo que tanto les beneficia exige compromiso y nivel.

El mismo puesto ocupa José Manuel Calderón, pero las pruebas evidencian un cambio de aires. Tanto por características como por edad, no se concibe la continuidad del base extremeño en NYK. El caballo desbocado contrasta vivamente con su ideal de orden impuesto por su figura de general en la cancha. Asimismo, el interés que se deposite en el mercado también sufre un pequeño ajuste. Del 1 puro al moderno, de Mike Conley como perfect fit a Jeff Teague. Aunque por falta de piezas de recambio se calcula ardua la consecución de un traspaso por el de los Hawks, se corresponde con el modelo a buscar. La personificación del desorden sin olvidar la élite.

Otra parte importante en la confección del plantel resulta la del sexto hombre. Derrick Williams ejerció de microondas perfecto. Cambió partidos de manera enérgica haciendo con sus espectaculares mates involucrarse en el juego a los aficionados, pero en el presente no se asegura que se mantenga en el barco. A día de hoy, cuenta con una opción de jugador que podría declinar. Sea como fuere, su papel tomaría mayor relevancia aún en la próxima campaña. Con sus entradas desde el banquillo, los Knicks sufrieron notorias transformaciones a lo largo del año y todo gira en torno a la premisa que Hornacek defiende; el galopar como sistema. Se le dio libertad para encontrarse y lo hizo manejando más balón que nunca.

Caras nuevas para franquicias necesitadas de progreso. Ideas actuales para proyectos que no terminan de arrancar. Nueva York ya tiene dueño y llega preparado para acelerar el curso de las cosas.

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