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Costa a costa

Jure Zdvoc: La Medalla perdida (y encontrada)

Antes de Goran Dragic o Luka Doncic, Jure Zdvoc fue considerado el mejor esloveno de la historia. Un jugar con una historia que trascendió más allá del baloncesto.

Recordamos al considerado por entonces mejor jugador esloveno de la historia hasta su época, todo un héroe nacional. El hombre que perdió una Medalla y la recuperó años después. Jure Zdovc.

Jure nacía el día 13 de diciembre del año 1966 en Maribor, Eslovenia. Comenzó su carrera deportiva en las categorías inferiores del Comet Slovenske Konjice, donde destacó pronto por su gran calidad, sumada a unas condiciones físicas muy particulares, ya que era un base alto para su época (1,95 metros), con unos grandes recursos tácticos y técnicos.

El equipo más potente de Eslovenia, Unión Olimpia de Ljubljana, se fijó pronto en el joven talento, logrando ficharle en el año 1983, debutando en el primer equipo un año más tarde. En el conjunto esloveno, Jure conquistaría dos títulos de Liga, tres Copas de Eslovenia y una Liga Adriática en los ocho años que permaneció (1983-1991), antes de iniciar una extensa carrera internacional.

La Temporada 1991-1992, Zdvoc decidió hacer las maletas, fichando por la Virtus de Bolonia italiano, uno de los más grandes equipos del viejo continente. Estaría un año en el equipo transalpino, donde no conseguiría ningún título. Al año siguiente, volvía a trasladarse el esloveno, recalando en el CSP Limoges francés, donde también estaría un año, pero consiguiendo muchos más éxitos que en el conjunto italiano.

Y es que el Limoges, dirigido por Bozidar Maljkovic, con jugadores en su equipo como Michael Young, Willie Redden, Jim Bilba, Frederic Forte o Richard Dacoury, conseguiría hacerse con la liga francesa, pero sobre todo dio una grandísima sorpresa al conseguir conquistar la máxima competición continental, la Euroliga, venciendo en la Final Four de 1993 de Atenas a los dos grandes favoritos al título, primero al Real Madrid en Semifinales (62 – 52) y a la Benetton de Treviso, que contaba con uno de los mejores jugadores de Europa en ese momento, el gran Toni Kukoc, en la Final (59 – 55).

Aquel sistema ultradefensivo del Limoges lograría crear incluso una tendencia dentro del baloncesto europeo, algo que tardaría años en cambiar dentro del panorama continental.

En 1993, el jugador recibió la llamada de la mejor liga de baloncesto del mundo, interesada en conocer al Base talentoso que acababa de conseguir la corona continental. Jure Zdvoc probó fortuna en los New York Knicks, realizando entrenamientos en verano, pero decidió no dar el salto y quedarse en Europa, donde le aseguraban poder jugar más minutos.

Ese mismo verano, el destino de Zdvoc fue Grecia, incorporándose a la disciplina del Iraklis BC, donde estaría tres temporadas (1993-1996), para recalar después en Francia de nuevo, en el Racing de París, donde jugaría un año, consiguiendo la Liga francesa, y luego en Turquía, en el Tofas Bursa (1997-1998).

Regresaba a casa en 1998, al Olimpia Ljubljana, permaneciendo dos Temporadas (1998-2000), consiguiendo una Liga y dos Copas, para posteriormente volver de nuevo a Grecia, al Panionios (2000-2001), regresando de nuevo al Olimpia (2001-2002) para ganar otra Liga eslovena y la Liga Adriática.

Terminaría su carrera deportiva pasando por el KD Slovan (2002-2003), también en su Eslovenia natal, con quién no terminaría el año, al fichar por el que sería su último equipo profesional, el KK Split croata, con el que ganó la Liga croata.

En 2003, con casi 37 años, Jure Zdvoc colgaba definitivamente las botas, con el hito de ser considerado el mejor jugador de baloncesto esloveno de todos los tiempos, convirtiéndose tras ello en entrenador, pasando varios banquillos (Krka Novo Mesto, KK Split, Iraklis BC, KK Union Olimpija, KK Bosna Sarajevo y Spartak San Petersburgo, donde fue elegido Mejor técnico del año de la Eurocup), llegando incluso a sonar hace un par de años para el banquillo del Laboral Kutxa (aunque finalmente llegaría el italiano Sergio Scariolo). Hay que decir que actualmente es el Seleccionador de Eslovenia, donde es considerado un ídolo, curiosamente tras sustituir al que fue su Técnico en el Limoges, Bozidar Maljkovic.

La Medalla perdida

Y llegamos a un momento crucial en la carrera de nuestro protagonista, que repasaremos a continuación. Nos ponemos en antecedentes. Eslovenia formaba parte de la antigua Yugoslavia, que reclutó al jugador para la Selección nacional, formando parte de uno de los combinados con más éxitos en el baloncesto de la historia. Además, a pesar de no ser un jugador con un gran nombre, se hizo con un hueco importante en el equipo, ocupando el puesto de Base titular enseguida en un conjunto repleto de Estrellas del baloncesto continental.

Jure Zdvoc participó en los Juegos Olímpicos del año 1988, celebrados en Seúl (Corea del Sur), donde los “plavi” consiguieron la Medalla de Plata, tras perder en la final ante la Unión Soviética (63-76).

Un año después, Zdvoc formó parte del combinado yugoslavo en el Eurobasket de 1989, celebrado  en Zagreb, Croacia, donde consiguieron llevarse la Medalla de oro, venciendo a Grecia en la Final (98-77) con Drazen Petrovic como MVP del Torneo.

En 1990 llegaría uno de sus mejores momentos, cuando consiguió la Medalla de oro en el Campeonato del Mundo, celebrado en Argentina, formando parte de una de las mejores Selecciones nacionales de la historia, un equipo completamente irrepetible.

La Selección yugoslava, dirigida por Dusan Ivkovic, era una auténtica pléyade de Estrellas del baloncesto europeo, donde Zdvoc tuvo como compañeros a Drazen Petrovic, Vlade Divac, Toni Kukoc, Zarkjo Paspalj, Zoran Savic, Velimir Perasovic, Zoran Cutura, Zeljko Obradovic, Arijan Komazec, Radisav Curcic y Zoran Jovanovic.

Aquel equipo pasaría por encima de todos sus rivales, siendo su actuación recordada siempre. La Final sería de nuevo ante la URSS, ganando por un gran diferencia (92-75), con Kukoc como MVP del Torneo.

Hay que decir que es al final de ese Torneo cuando el germen de la disolución de Yugoslavia como equipo se empezó a hacer visible. Tras aquella final, un aficionado saltó a la cancha enarbolando una bandera de Croacia. Vlade Divac se la arrebató de las manos, siendo recriminado por otro de los buques insignias del equipo, el croata Drazen Petrovic, hasta entonces amigo íntimo de Divac, cuya relación cambió radicalmente a partir de ese momento. Una situación perfectamente explicada en un Documental muy recomendable, “Hermanos y Enemigos” (2010), dirigido por Michael Tolajian.

La desintegración de la Yugoslavia

Y llegamos al momento cumbre, por el que Jure Zdvoc pasaría a la historia.

Estamos hablando del año 1991, en el que Jure formaba parte de la Selección yugoslava, con Dusan Ivkovic como Seleccionador, que contaba con un gran equipo de cara al Europeo de Roma. En el increíble combinado balcánico aparecían jugadores tan importantes como Vlade Divac, Toni Kukoc, Predrag Danilovic, Dino Radja, Zarkjo Paspalj, Alexander Djordjevic o Velimir Perasovic, entre otros (sin palabras…).

Jure Zdvoc jugó los tres primeros partidos de la Competición, donde los “plavi” pasaron por encima de sus rivales, siendo los máximos favoritos para lograr el Campeonato. Entonces llegó el fatídico momento.

Justo antes de las Semifinales del Mundial se producía un hecho más que importante para el jugador. Y es que en ese momento, el Parlamento de Eslovenia proclamaba (el día 25 de junio) su independencia como país con respecto a Yugoslavia. Como resultado inmediato, a Zdovc se le ordenaba por las autoridades de su país natal abandonar la selección inmediatamente, ya que no era un representante de ese combinado.

Tras ser primero apartado del equipo, no dejándole ni relacionarse con sus hasta entonces compañeros, el base tuvo que obedecer las tajantes órdenes, dejando el Torneo y al equipo con lágrimas en los ojos, ya que estaba cerca de conseguir una nueva Medalla de Oro. Además, ni el jugador ni sus compañeros entendían la decisión, ya que sólo querían jugar al baloncesto y ganar todos los Campeonatos posibles.

La Selección de Yugoslavia ganaría sin complicaciones el Torneo, venciendo a Italia (88-73) en la Final, con Toni Kukoc como MVP del Campeonato, pero en la entrega de Medallas sólo hubo once para los jugadores. Faltaba una, la del desertor (obligado), la Medalla sin dueño, la de Jure Zdvoc.

Tuvieron que pasar muchos años, con una cruenta guerra civil de por medio, para que la Justicia se impusiera, y las cosas volvieran a su lugar.

En el año 2005, Jure Zdvoc recibía de manos de Dusan Ivkovic, Seleccionador del equipo yugoslavo que se proclamó campeón en el Europeo de Roma de 1991 la Medalla de Oro que no pudo tener en su día por abandonar la Selección justo antes de la Semifinal, como hemos comentado anteriormente. La entrega de la presea se produjo durante un homenaje que diversos jugadores de toda la antigua Yugoslavia quisieron hacer al ex jugador en Ljubljana, Eslovenia.

El acto culminaba con un partido entre los jugadores asistentes, que se repartieron en dos equipos. Por un lado: Zmago Sagadin y Bozidar Maljkovic en el banquillo, con Dusan Hauptman, Primoz Brezec, Beno Udrih, Rasho Nesterovic, Sarunas Jasikevicius, Jiri Welsch, Marko Milic, Slavko Kotnik, Matjaz Tovornik, Peter Vilfan y Radoslav Curcic. El otro equipo estaba entrenado por Dusan Ivkovic y Zeljko Obradovic, formándolo Toni Kukoc, Vlade Divac, Dino Radja, Sasha Djordjevic, Stojan Vrankovic, Predrag Danilovic, Velimir Perasovic, Zarko Paspalj, Zoran Cutura, Dejan Bodiroga, Richard Dacoury, Panagiotis Giannakis, Lefteris Kakioussis y Roberto Brunamonti. Jure Zdovc jugó un tiempo con cada equipo.

Un precioso homenaje a un hombre que merecía su lugar como parte de un gran equipo, independientemente de temas políticos.

Y a partir de ese momento, la Medalla Perdida regresó a su legítimo dueño, que no era otro que Jure Zdvoc…

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