El curso 2016/2017 está resultando excitante en la NBA. El ritmo de juego y los promedios generales de anotación se sitúan en las cifras más altas desde principios de los noventa, los sistemas ofensivos y defensivos de muchos equipos gozan de un grado de sofisticación muy alto, y un número elevado de jugadores parecieran estar disputando algunas de sus mejores temporadas desde que llegaran a la liga. Uno de esos jugadores es, sin duda alguna, Russell Westbrook.
A fecha 17 de febrero de 2017, el explosivo base de los Thunder está promediando el tan ansiado triple-doble (hito que no se veía desde hacía más de medio siglo), y lo más importante de todo, tiene a su franquicia consolidada en puestos de Playoffs, a pesar de las duras bajas que sufrieron en verano con la partida de Kevin Durant y Serge Ibaka. Este año, más que nunca, las esperanzas de Oklahoma empiezan y terminan con Westbrook. Puede que ningún otro equipo en toda la liga (a excepción quizá de los Rockets de Harden) dependa tanto del rendimiento que ofrece su superestrella.
En este artículo nos proponemos analizar al detalle el juego de Westbrook, desde un punto de vista tanto técnico como táctico, para comprender así mejor las claves que están haciendo de él una figura absolutamente dominante y diferencial. Esta disección se llevará a cabo bajo tres apartados bien diferenciados: anotación, pase y defensa. Desglosaremos de manera individualizada cada una, y con los datos y conceptos que se extraigan, dibujaremos una conclusión final que abarque una visión global de su rendimiento.
Sin más dilación, empecemos.
ANOTACIÓN
Ahora mismo Westbrook se coloca en cabeza en la pelea por terminar como él máximo anotador de la liga, merced a sus promedios de casi 31 puntos/partido. Domina tantas facetas en lo referente a este apartado que resulta un jugador prácticamente indefendible. La mayor parte de las acciones ofensivas de Westbrook parten del juego con balón, haciendo de los movimientos sin balón un concepto casi marginal en su repertorio. Esta condición le convierte en un jugador menos portable (a diferencia de lo que pudiera representar Stephen Curry, por citar un ejemplo relativo a su posición); pero en un equipo construido para maximizar sus habilidades (como es el caso de estos Thunder), el resultado es demoledor. En este particular aspecto recuerda mucho al Lebron James de su primera etapa en Cleveland: menos portabilidad pero más capacidad de elevar el rendimiento de plantillas en principio mediocres (team lifting). Esto sólo es posible si tu estrella deja huella en numerosos aspectos del juego, y si cumple con los requisitos para dominar mucho el esférico, es decir, tomar un número elevado de decisiones acertadas que justifiquen dicho dominio.
En estos momentos, el usage percentage (porcentaje de uso) de Westbrook se sitúa en un astronómico 41.8 %, liderando claramente la liga y aventajando cómodamente al segundo (DeMarcus Cousins con 37.5 %), y todo ello a pesar de que promedia unos modestos 34.6 minutos/partido, una cifra que no es excesivamente elevada y prácticamente calcada a la de años anteriores. En otras palabras, cuando está en cancha parece evidente que todas las posesiones pasan indefectiblemente por sus manos.
Todo eso se traduce en que Westbrook ha liderado a su equipo en anotación en 50 de los 57 partidos disputados, casi la totalidad de los mismos. Partiendo de ese dato, el análisis de su producción anotadora lo podemos dividir en dos subapartados: tiro y penetración.
TIRO
Tal vez uno de los aspectos donde se puede apreciar la constante evolución y mejora de Westbrook sea en su lanzamiento de media distancia, donde ha terminado por convertirse en un auténtico especialista de la NBA. Está tirando con un más que respetable 43 % desde los 3-5 metros, demostrando una mejora sustancial con respecto a la temporada anterior (40 %), y eso a pesar de que sin Durant las defensas rivales colapsan en mayor medida sobre él. Que solo el 14 % de esos lanzamientos sean asistidos demuestra lo que apuntábamos al principio: casi todo su caudal ofensivo es generado por si mismo. Lo cual, en esas circunstancias, ostenta un mérito enorme.
Uno de los movimientos favoritos del base de Oklahoma es, pronto en la posesión, utilizar el bloqueo y continuación frontal con Adams (su socio predilecto, y sobre el que volveremos a hablar más adelante) para abrirse espacio y lanzar un tiro relativamente cómodo.
De nuevo lo podemos ver en esta ocasión ante los Cavs, como Adams acude a poner el bloqueo cuando apenas han pasado 4-5 segundos en la posesión, y Westbrook lo utiliza hábilmente para lanzar. Es habitual verle ejecutar la acción utilizando dos botes secos: uno con la izquierda para avanzar y otro con la derecha para estabilizarse. Ha perfeccionado casi con maestría el arte de los espacios intermedios.
Otro de sus recursos recurrentes es el pull up jumper (levantarse para tirar) en transición. Resulta espectacular ver a Westbrook frenarse súbitamente en seco tras llegar en carrera, y sorprender a su defensor con el lanzamiento rápido. Una acción que ya lleva desarrollando desde hace años, y que parece haber alcanzado su cénit estructural conforme cumbre física y técnica se fusionan en una sola (lo que parece estar ocurriendo esta misma temporada).
En cuanto al lanzamiento lejano o de triple, todavía no constituye una especialidad en el repertorio ofensivo de Westbrook, aunque lo está lanzando con un correcto 33 %. De hecho, ahora mismo se coloca tercero entre los jugadores de Oklahoma que intentan más de tres triples/partido (Abrines, Oladipo y por último él). Si tenemos en cuenta que la mayoría de sus lanzamientos se producen tras bote con bloqueo frontal-lateral, y que los Thunder acusan unos problemas soslayables en cuanto a gestión de espacios (tema sobre el que también volveremos más adelante), no está del todo mal.
PENETRACIÓN
Es una de las grandes señas de identidad en el juego de Westbrook: su combinación única de explosividad, rapidez y energía que le permite estallar contra la zona rival en penetraciones imposibles y hasta suicidas.
Perder la concentración medio segundo ante un jugador de sus características equivale a la muerte porque posee un primer paso velocísimo. Además, y por si fuera poco, es capaz de finalizar con soltura utilizando ambas manos (una de las grandes claves de su éxito). Tanto es así que, a pesar de que utiliza la mano derecha para lanzar, la sensación que transmite en cancha es la de que sus finalizaciones con la izquierda (ya sean en bandeja o mate) son prácticamente igual de efectivas y asiduas que con la derecha. Un reportaje reciente del New York Times titulado ‘The Misunderstood Genius of Westbrook’ contaba que Westbrook en realidad escribe con su mano izquierda, a pesar de que en la guía oficial de la NBA se le considera diestro.
En esta jugada ante los Warriors, por ejemplo, recibe el bloqueo de Adams, caracolea para esquivar a los jugadores rivales, y finaliza a tabla con su mano izquierda.
O en esta, donde aprovecha la minúscula distracción de Andre Iguodala (fenomenal defensor) para lanzarse hacia el aro y de nuevo finalizar con la izquierda.
https://www.youtube.com/watch?v=1UtLeEXaQ_w&feature=youtu.be (4)
No obstante, y a pesar de que Westbrook es uno de los penetradores y finalizadores más espectaculares de la liga, lo cierto es que sus índices de eficiencia en este aspecto podrían ser incluso mejores. Según los datos que se manejan, su índice de penetraciones a canasta (11.5) se sitúa en un rango númerico similar al de jugadores como Thomas, Dragic, Schroder, Bledsoe o Harden; pero por contra, su acierto en este apartado es el menor de todos los jugadores nombrados con un 46.6 %. En el siguiente gráfico se pueden observar algunos de los penetradores más persistentes de la liga, y la efectividad con la que ejecutan dicha acción:
JUGADOR | PENETRACIONES | EFECTIVIDAD | PORCENT. PUNTOS |
Isaiah Thomas | 13.1 | 52 % | 75.6 % |
Goran Dragic | 12.7 | 51.7 % | 49.5 % |
Dennis Schroder | 12.2 | 50.3 % | 65.8 % |
Russell Westbrook | 11.5 | 46.6 % | 65.9 % |
John Wall | 11.3 | 50.8 % | 63.3 % |
Eric Bledsoe | 10.9 | 53.8 % | 68.6 % |
James Harden | 10.6 | 54.6 % | 71.8 % |
Explicaciones a este fenómeno pueden haber muchas, desde una excesiva precipitación del propio Westbrook en numerosas ocasiones, diseños ofensivos menos sofisticados por parte de Oklahoma, hasta un abuso demasiado acusado de sus acciones individuales por parte de los Thunder (algo también aplicable a cualquier otro apartado técnico). Lo cierto es que una de las críticas que se le han hecho a este equipo, y a su entrenador Billy Donovan, es no haber sabido diversificar sus opciones de creación ofensiva y confiarlo todo a la permanente labor de Westbrook. Aunque es cierto que en la plantilla de los Thunder no abundan los perfiles de este tipo, existe un acompañante en el backcourt que podría ayudarle más en dicha tarea: Victor Oladipo. Para ello resulta imprescindible que el binomio Westbrook-Donovan logre involucrar más al jugador formado en Indiana, y que el propio Oladipo se convierta en un jugador más consistente y regular que le permita ganarse esa confianza.
En esta secuencia ante los Warriors, por ejemplo, Oklahoma consigue dos puntos fáciles (vía mate de Roberson) gracias a que Oladipo aprovecha sus opciones como generador, y a la atención defensiva que concentra Westbrook (señuelo).
PASE y CREACIÓN DE JUEGO
Tal vez el aspecto más a admirar de Westbrook esta temporada esté siendo su visión de juego y su capacidad para generar tiros fáciles que puedan ser aprovechados por sus compañeros. Históricamente criticado por su selección de tiro y por su poca destreza a la hora de involucrar al resto, lo cierto es que desde hace año y medio-dos años la mejora del playmaker angelino en este aspecto ha sido sustancial, hasta llegar al cúlmen de su expresión creadora en esta 2016-2017 (3º de la liga en asistencias/partido con 10.1).
Verle dominar todos los registros del pase, ya sea desde el juego en estático o en transición, y contemplar su visión periférica constante de lo que sucede en cancha, está resultando una auténtica delicia. Hoy día, más que nunca, se puede decir que Westbrook es por caudal, precision y refinamiento técnico en los pases, uno de los mejores mariscales de campo que tiene la NBA. Y a pesar de todo queda la sensación de que todavía está algo infravalorado en este aspecto, tal vez por la fama que arrastra como jugador de mala selección en el tiro (fantasma que aparece y desaparece según el partido, aunque es indudable dicha mejora existe).
A media cancha el primer y primordial recurso suele ser, como no podía ser de otra manera, el bloqueo y continuación frontal con Adams, que bien ejecutado se traduce en una acción demoledora e indefendible para el rival.
De hecho, el pívot neozelandés es el segundo jugador que más pases recibe por parte de Westbrook (11.3/partido) solo por detrás de Oladipo, con una efectividad en la conversión del 63 %, cifra astronómica que hace palidecer cualquier otra comparación dentro de la propia plantilla. Resulta interesante comparar estas cifras con lo que sucede en el caso de otras parejas que forman parte de equipos élite de la liga. Por ejemplo, Draymond Green recibe 14.6 pases/partido de Curry, convirtiendo con un 45 % de efectividad, mientras que Durant recibe 11.2/partido y convierte con un 51.1 %. Lebron James recibe 18.3 pases/partido de Irving y convierte con un 59.8 %. Por último, Ryan Anderson recibe 14.8 pases/partido de Harden y convierte con un 41.6 % de efectividad. Aunque es preciso aclarar que, salvo en el caso de Adams, todos los receptores nombrados son lanzadores habituales de tres, lo que ocasiona que dichas cifras deban ser contextualizadas adecuadamente.
Pero lo excepcional en Westbrook es que no solo necesita bloqueos constantes para generar espacios y encontrar abiertos a los compañeros, sino que puede crear oportunidades literalmente de la nada, aprovechando un mínimo despiste de la defensa rival como en este magnífico pase a Roberson.
Por otro lado, es menester recordar que los Oklahoma City Thunder no se caracterizan precisamente por ser un equipo repleto de tiradores de élite que puedan espaciar la cancha (son el 29º equipo de la NBA en cuanto a porcentaje de acierto en el tiro triple), lo cual habla a las claras de la excepcional habilidad que tiene Westbrook para generar espacios donde, en principio, no los hay. Su mérito estriba en su constante capacidad para generar tiros interiores liberados (ya sean bandejas o mates) para sus compañeros. De hecho, los Thunder son el 2º equipo de la liga que más anota en la pintura con 49.4 puntos/partido. La amplia mayoría de esos puntos son creados por Westbrook directa o indirectamente, y mucho más tras la baja de Kanter.
Un ejemplo. En la siguiente jugada, Westbrook penetra hacia el aro realizando un dribbling soberbio, atrae toda la defensa hacia él, y le devuelve el balón a Adams en el momento preciso para una conversión sencilla bajo canasta. Baloncesto bonito y efectivo.
Aunque Westbrook no cultiva en exceso su juego al poste (promedia 1.3 posteos/partido, cifras por debajo de otros bases all-star que no se caracterizan precisamente por postear demasiado, como puedan ser Curry o Irving), lo cierto es que a veces aprovecha su estatura y musculatura para sacar ventajas y repartir juego de espaldas a canasta. En esta ocasión ante Phoenix lleva al poste a un jugador más bajo como Bledsoe, y en el momento en el que Chandler amaga con hacer el doble-equipo, Westbrook aprovecha para colarle un balón preciso a Adams. El timing del pase es perfecto.
En cuanto a la capacidad de crear ataque en transición, tal vez sea este el apartado donde Westbrook brilla con más luz propia. La destreza del base a campo abierto está alcanzando niveles absolutamente históricos, comparables a prácticamente todas las grandes leyendas que han destacado en este aspecto. Eso se traduce en que los Thunder son terceros de la NBA anotando puntos en el fastbreak (17 por partido), solo por detrás de Golden State Warriors y Phoenix Suns.
Parte del secreto de Westbrook en el juego de transición deriva de la estrategia reboteadora que emplea Oklahoma. Desde diversos nichos de opinión se ha acusado a Westbrook de inflar sus estadísticas reboteadores a propósito, basándose en el hecho de que los interiores realizan el box-out y aclaran la zona para que el base pueda lanzarse a capturar los rebotes. Y es empíricamente comprobable que dicha estrategia se lleva a cabo. Lo que ignoran muchas de esas mismas críticas es que la maniobra táctica persigue un objetivo funcional y productivo: maximizar las oportunidades al contraataque. Ese segundo que Oklahoma pierde para armar la transición cuando el rebote ofensivo lo captura un interior y tiene que dárselo al base, se lo ahorran si este captura el rebote directamente y empuja la acción desde el principio. Es un diseño defensivo-ofensivo que ya se empleó en el pasado con otros playmakers, como por ejemplo los Lakers de Magic Johnson o los Nets de Jason Kidd.
Por otra parte, Westbrook también se ha convertido en uno de los mejores de la liga lanzando el football type pass, es decir, el pase largo a lo fútbol americano que cruza la cancha en una sola secuencia. Una forma rápida, efectiva y sencilla que tiene el conjunto de Billy Donovan de convertir canastas en transición.
En esta jugada lo podemos volver a apreciar, con Oladipo cumpliendo el rol habitual de primer destinatario:
DEFENSA
El rendimiento defensivo es quizá el aspecto más criticable y mejorable del base de los Thunder. Posee todos los recursos físicos para ser un defensor fantástico (especialmente en el 1v1), y durante su carrera ha mostrado flashes de poder serlo, pero al tener que asumir un caudal ofensivo tan mayúsculo, pareciera que la cantidad de esfuerzo destinada a tareas de contención se han reducido drásticamente. Y es que los problemas de Westbrook en este particular apartado se podrían resumir en dos: falta de concentración y esfuerzo inconstante (reserva de energía).
Aunque las estadísticas defensivas deben contextualizarse mucho porque dependen en gran medida de los sistemas empleados por cada equipo, resulta sorprendente el hecho de que Westbrook permite un mayor acierto por parte del rival defendido – 45 % – que un jugador habitualmente crucificado por su defensa como es James Harden – 44.6 %. También sale perdiendo en la comparación con Curry (44.3 %) e Irving (44.7 %). Se vuelve a incidir, en cualquier caso, en que las situaciones de Oklahoma, Golden State y Cleveland son diametralmente diferentes.
Como dije anteriormente, uno de los mayores problemas de Westbrook en el lado opuesto de la pista es su puntual falta de concentración. En esta posesión, por ejemplo, se bloquea protestando una acción al arbitro en vez de realizar la defensa de transición, lo que ocasiona que Curry arme un contraataque excesivamente sencillo.
En otras ocasiones se obsesiona demasiado con tratar de capturar el rebote ofensivo, dejando libre a su par y de nuevo permitiendo un contraataque rival muy cómodo.
Pero cuando Westbrook está verdaderamente centrado en defender a su par, resulta un jugador bastante útil y diferencial. En la siguiente secuencia se observa como sujeta muy bien a una gran amenaza exterior como Irving, acosándole con insistencia y anulando la ejecución del bloqueo y continuación con Tristan Thompson.
Otra característica positiva de Westbrook en defensa es su capacidad para sorprender llegando desde el lado débil, ya sea para forzar robos o deflections (desvíos). Su excelsa combinación de físico, anticipación y lectura de líneas de pase le permite ser un arma mortal en este aspecto, sobre todo cuando está verdaderamente determinado a aplicarse atrás.
De nuevo en esta secuencia ante New York sorprende con su increíble capacidad física para quebrar líneas de pase, demostrando un potencial defensivo aún no maximizado:
RECAPITULACIÓN
Como colofón a este análisis, no queda otra que concluir que Westbrook está experimentando una de las temporadas más dominantes que se han visto en tiempos recientes, ejerciendo un impacto enorme en el juego que se traduce en un balance inesperadamente positivo para los Thunder: ahora mismo la franquicia del trueno ostenta un record de 31 victorias y 25 derrotas, prácticamente asegurándose el puesto de Playoffs en un Oeste que concentra la mayor parte de los aspirantes reales al anillo (aunque bien es cierto que este año el octavo puesto no está demasiado caro).
A nivel individual, Westbrook sigue liderando, a cierre de estas páginas, algunos de los medidores más fiables de la producción individual que existen: es primero de la liga en PER (Player Efficiency Rating) con 29.2, es primero en Box Plus/Minus (+/-) con un espectacular e histórico 13.9, y es primero en Offensive Box Plus/Minus con 9.6. En los últimos 25 años, solo seis jugadores distintos han sido capaces de liderar las tres categorías estadísticas en una misma temporada: Michael Jordan (92-93), David Robinson (93-94), Tracy McGrady (02-03), Lebron James (08-13), Stephen Curry (15-16) y Russell Westbrook (16-17). Un testimonio que habla bien a las claras de sus hazañas y como se comparan con algunas de las grandes leyendas contemporáneas.
No obstante, y a pesar de dichos logros, todavía queda cierto margen para la mejora como hemos ido analizando anteriormente: un esfuerzo mayor y más equitativo en defensa, una corrección aún más profunda en la selección del tiro, y un intento por mejorar la eficiencia general finalizando alrededor del aro. Todos ellos objetivos plausibles para un jugador de su estatura. Los dos próximos meses de competición regular determinarán de algún modo su nivel real en la liga, y podría servir para calibrar fuerzas de cara a medirse contra los mejores equipos en postemporada.
Así que pasen y disfruten, aprovechen ahora que tienen tiempo. Están presenciando en riguroso directo a un jugador histórico.
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