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Análisis

Los restos de imperio Ruso

Más de dos años después del estallido de la guerra, la situación en en baloncesto ruso ha cambiado bastante.

Baloncesto ruso en 2024
Foto: cskabasket.com

El 28 de febrero de 2022, 4 días después del comienzo de la Guerra entre Rusia y Ucrania, la ECA (Euroleague Commercial Assets) suspendía a CSKA (uno de los clubs fundadores), Lokomotiv Kuban (que estaba en Eurocup), Unics Kazán y Zenit de las competiciones europeas hasta el final de esa temporada mínimo. Los partidos contra equipos rusos de los participantes serían suspendidos, y los partidos contra estos no tendrían validez para buscar la igualdad. Ǫuedaba una competición de 15 equipos, con 28 partidos en la temporada regular.

La situación de los equipos Euroliga era muy buena. El CSKA era el gigante de siempre, liderados por Itoudis que ya tenía el caché de ganar en 2019. Zenit, con Xavi Pascual como conductor de la nave, estaba dejando unas grandes sensaciones con una plantilla que, tres años después, no era de tanto nivel como parecía en ese momento. Por último, Unics Kazán con Perasovic en el banquillo (que hoy en día sigue entrenándolos) y una plantilla liderada por Mario Hezonja, Lorenzo Brown, Isaiah Canaan, O.J Mayo, John Brown III… estaban siendo una de las sensaciones de la temporada, y parecía que conseguirían una licencia (venían de ganar la Eurocup el año anterior).

Volviendo a ese febrero de hace ya dos años, la situación era muy preocupante. Desde los Balcanes, no habían ocurrido conflictos de tal magnitud en territorio europeo. Además, con las redes sociales, las imágenes circulaban como una polilla en un comedor. Al declarar Rusia la guerra a Ucrania, la UE y Estados Unidos apoyaron al pequeño país, y todos los ciudadanos de los aliados intentaban huir del país gobernado por Putin.

La primera gran huida

De los equipos Euroliga, hasta 20 jugadores extranjeros abandonaron el país desde el inicio de la guerra hasta el final del verano. Los primeros casos fueron muy llamativos, ya que los clubs acusaban a los jugadores de “incumplir los contratos”. Es el caso de “Toko” Shenguelia (Virtus), Daniel Hackett (Virtus), Idde Lundberg (Phoenix Suns), Arturas Gudaitis (Nápoli)… Todos estos huyeron rápidamente sin acabar la temporada, pero algunos tuvieron que terminar el año, como fue el caso de Joel Bolomboy (además fue acusado por el CSKA de “incumplimiento”), Marius Grigonis, Kevin Pangos, Will Clyburn, Lorenzo Brown… También podemos añadir a Itoudis, que fichó por Fenerbahçe (aunque su época en el equipo turco daría para otro artículo).

Durante estos dos años y medio que han pasado, una de las ligas más potentes históricamente del baloncesto europeo ha tenido que adaptarse a esta situación, pagando por encima de su valor a los jugadores, y buscando el deporte como forma de “blanquear” la situación que vive el país. A día de hoy, siguen con esa suspensión en competiciones europeas, y la selección rusa está apartada de toda competición (lo último que se sabe de ella es la curiosa anécdota con la supuesta “selección colombiana”, que a posteriori se demostró que era una suplantación). Por eso, vamos a repasar todo lo sucedido desde la siguiente temporada de la VTB hasta la actualidad.

Por seguir la cronología, esa temporada acabó bajo mínimos, teniendo que fichar todos los equipos ya que habían perdido a todos sus extranjeros.

El primer verano extraordinario

Ya en ese verano, los grandes equipos perdían sus últimas piezas importantes. A parte de los mencionados en la introducción, encontramos nombres como Jordan Loyd (ha vuelto a ser noticia por una salida de su equipo por una situación bélica), Billy Baron, Alex Poythress (que ha vuelto esta temporada), Shabazz Napier (que no jugó prácticamente por sus lesiones), Tyson Carter o Jordan Mickey. Aun así, los 4 grandes (CSKA, Zenit, Unics y Lokomotiv) mantenían jugadores de alto nivel. Empezando por el CSKA, el gran nombre seguía siendo un Milutinov que no podía salir por temas contractuales. También se mantuvo Livio Jean-Charles, Caper Ware (llegó justo después de estallar el conflicto) o Alexey Shved. Se ficharon a jugadores de cierto renombre como Dallas Moore (desde

Partizán), Dejan Davidovac (hizo un “Erasmus”) o Devoante Cacok (desde la G-League y la NBA). En el Zenit, lo más importante fue el mantener a Xavi Pascual en el banquillo. Al salir todos los extranjeros, los suplieron con Caleb Homesley (actualmente en Gran Canaria), Adrien Moerman (ya casi más retirado que otra cosa), Joe Thomasson (acabó el año en el Covirán Granada siendo clave en la salvación), Trey Thompkins (después de salir del Real Madrid por la puerta de atrás) y el nombre más sonado: Thomas Heurtel. Venía de un año en el Real Madrid marcado por la polémica de la fiesta en Atenas, y su llegada a Rusia provocó que la selección francesa, tras avisarle previamente, lo vetara para ser convocado tras estar jugando en Rusia. Unics tuvo una historia más diferente. Fichó un gran quinteto inicial, y algún suplente de garantías. Destacan Daryl Macon, Jalen Reynols, Louis Labeyrie, Nenad Dimitrijevic (actualmente en Milán) … Por último, Lokomotiv encontró perfiles más bajos que todos los anteriores, como Okaro White.

En esa temporada, Perasovic conseguía ganar la VTB a pesar de no partir como favorito. Al tener nombres Euroliga como se menciona anteriormente, eso fue suficiente (apoyado por los jugadores rusos que llenaban la rotación) para conseguir batir a Lokomotiv en la final (CSKA se pegó un batacazo importante y Zenit fue perdiendo efectivos por el camino, como Joe Thomasson).

En la temporada regular, Milutinov demostró el por qué es era el mejor jugador de la liga, y con 22’6 de valoración y 9’1 rebotes por partido (1º en ambos apartados), se llevó el MVP de la temporada regular. El máximo anotador fue el ex de los Cleveland Cavaliers Malik Newman (Saratov), con 18’8 puntos en 23 partidos. En asistencias, un viejo conocido ya mencionado: Thomas Heurtel (Zenit) con 8’6 asistencias en 28 partidos. En los demás premios, Emil Rajkovic (CSKA) fue el mejor entrenador de la temporada regular (lo despidieron), y el MVP de los Playoffs fue el macedonio Nenad Dimitrijevic.

Aunque se habló una posible vuelta a la Euroliga, ninguna de las dos partes estaba muy interesada por el momento. Así que, con las negociaciones rotas, la temporada 23 -24 seguiría con la misma historia del año anterior. Sin competiciones europeas (y con dificultad para conseguir tanto pasaportes como una vida normal), muchos jugadores como el MVP Nikola Milutinov, Dejan Davidovac o Alexey Shved (aunque este fue para ir a China a tener un retiro de oro) dejaron Rusia para volver a la alta competición.

Las estrellas restantes empezaron a iluminar otros sitios

Sin embargo, algunos jugadores optaron por probar suerte en esta situación, y dejaron Europa para ir a equipos rusos. Por seguir la misma estructura que anteriormente, CSKA cambió de entrenador tras la catástrofe de los Playoffs. El griego Andreas Pistiolis llegaba tras su paso por el Galatasaray y anteriormente 8 años en el equipo ruso como asistente de Itoudis. A la salida de los ya mencionados anteriormente Milutinov, Davidovac y Shevd, se añadieron las de Dallas Moore (rumbo a China) y la de Devoante Cacok (rumbo a la Virtus). Para la búsqueda de volver a ser el insuperable, nombres como Olivier Hanlan (que tuvo pasado en Valencia), Toyne Jekiri (Baskonia, Fenerbahçe…), Amath M’Baye (tras un gran año en un ruinoso Efes) y Melo Trimble (con pasado en Fuenlabrada, procedente de la liga China, pero coincidiendo con Pistiolis en Galatasaray) daban un salto de nivel a una plantilla más enfocada al tipo de confección que estaba funcionando en la VTB. En el Zenit, con Pascual en el banquillo, buscó aprovechar el momento del CSKA para ir a por todo y ganar la liga. Por eso, se fichan nombres muy conocidos en Euroliga, como pueden ser Bojan Dubjlevic (desde Valencia), Kyle Kuric (desde el Barcelona), y se mantenían piezas como Heurtel, Moerman o Trent Fraizer. En el aspecto salidas, Thompkins ponía rumbo a Crvena Cvezda (a mitad de temporada) y Caleb Homesley (a Turquía) eran las más destacadas. Siguiendo con el campeón, los de Perasovic querían ir a por el segundo seguido con apuestas como Ismael Bako (tras una temporada en la Virtus y el año anterior

destacando en Manresa), y la continuidad de nombres como el del MVP Dimitrijevic, Jalen Reynols, Labeyrie… Pero tuvo una baja traumática como la de Daryl Bacon, que tendría una grave lesión a final de temporada y abandonaba Rusia para recuperarse. Por último, Lokomotiv, el subcampeón contra todo pronóstico, apostó otra vez por todo lo que había funcionado, manteniendo jugadores que habían dado un gran rendimiento como Devaugh Akoon-Purcell o Jaylen Barford. Hay que destacar a un viejo conocido de la ABC como es Maurice Ndour.

Pero la situación fue diferente para los demás equipos, ya que empezaron a ofrecer dinero a otros jugadores de renombre. Encontramos desde antiguos jugadores de la NBA como Sindarius Thorwell (en Avtodor Saratov), otros con pasado Euroliga como Rade Zagorac (Samara), Nikola Ivanovic (Runa Moscow), u Octavius Ellis (PBC Uralmash); o jugadores ACB como Hayden Dalton (con pasado en Burgos, en el Samara), Jeremiah Hill (pasado en Girona y Betis, en el Runa Moscow) o B.J Johnson en Parma (con pasado en el Betis).

Respecto a lo sucedido durante la temporada, la explosión de un desconocido en Europa como Xavier Rathan-Mayes y el olvido en que quedo está liga fueron los hechos más destacados. Ǫuitando alguna actuación estelar de algún jugador cuyo agente buscaba la forma de volver a la rueda Euroliga, en la memoria de nadie quedaban ya los rusos en el panorama baloncestístico actual.

Un macedonio dominador

Con lo sucedido en esta temporada, el MVP lo conseguía Nenad Dimitrijevic, liderando a un Unics que seguía lanzado a por el “back to back”. Aunque Octavius Ellis acabó como el más valorado, el macedonio consiguió 21’2 de valoración en 35 partidos, con 6’6 asistencias. En el apartado anotador, como mencioné antes, Rathan-Mayes promedió 25’67 puntos, seguido de Kyle Viñales y B.J Johnson. Heurtel volvió a liderar el apartado de las asistencias, seguido por Markell Johnson. Además, Perasovic acompañaba a Dimitrijevic y se llevaba el premio del entrenador de la temporada regular.

Pero Unics Kazán no pudo acabar la temporada con la perfección del título, y perdía en la final ante un CSKA que no dejaba oposición a su incontestable dominio en la VTB. El MVP de los Playoffs lo conseguía el ex de Fuenlabrada Melo Trimble, aunque las actuaciones de Dimitrijevic también fueron bastantes destacadas en esa final.

Normalizar la falta de grandes jugadores

En este último verano, algunos nombres importantes en Rusia han vuelto a la Euroliga (como es el caso de Dimitrijevic) o a la ACB (como Dubjlevic). La situación parece que, en un corto-medio plazo, no cambiará, y algunos jugadores (tras ganar mucho dinero) prefieren volver al alto nivel antes que seguir en una liga que tiene una gran limitación.

A pesar de esta limitación, el dinero ha seguido llevando a grandes nombres de la Euroliga al país soviético. Uno de los más sonados fue el de Avramovic por el CSKA, dejando atrás al Partizan de Obradovic tras una gran actuación en los JJOO. También destacan los de Dwayne Bacon, Omari Spellman o Alex Poytress, los 3 por el Zenit de un Xavi Pascual que sigue sin encontrar modo de entrar en el círculo europeo. También añadimos nombres como Antonius Clveland en fichajes o jugadores que seguirán como Melo Trimble, Tonye Jekiri, Casper Ware, Jalen Reynolds, Ismael Bako…

A día de hoy, CSKA domina la liga con 9-1 de balance con un partido menos que los demás. Le siguen Zenit y Lokomotiv con 9-2, cerrando este Top 4 Unics Kazán con 8-3. Markell Johnson es el más destacado con 25,1 puntos, 6,6 asistencias y 28,6 de valoración en 7 partidos. Le sigue Caleb Agada con 22 de valoración y, Andrey Zubkov con 20,9 de valoración. En ese top 10 estadístico vemos también a Melo Trimble, Alexa Avramovic o Jalen Reynols como jugadores destacados.

Devaluar el producto para dar mejor imagen al exterior

Una de las cosas más curiosas descubiertas a lo largo de la elaboración de este artículo son los precios de las entradas para ver a los equipos. Por ejemplo, para el partido de esta semana del CSKA fuera de casa frente a MBA-MAI Moscow, las entradas detrás de la canasta (pero a pie de pista) son 3500 rublos, unos 33 euros al cambio. Las más baratas son 100 rublos, que en equivalencia son 0,94€. Obviamente no es el mejor CSKA de la historia, pero que en un derbi de ciudad las entradas cuesten sobre un euro habla mucho de la situación.

Lo único que puede justificar ese precio es que el MBA es uno de los equipos más flojos de la liga. Pero para que vean que esto sigue así en todos los partidos, un partido entre el 4º y el 5º de la VTB (Unics-Pari Nizhny Novgorod) cuesta entre 500 rublos (4,70€) hasta 8000 rublos a pie de pista (unos 75€). Es la manera de impulsar a la gente a ir a los eventos deportivos: devaluar más todavía el producto de lo que está, y dar una imagen al mundo de normalidad (aunque los pabellones, en las imágenes que salen, no suelen estar muy poblados).

La selección y la “tomadura de pelo”

Otra de las consecuencias de ese aislamiento por la guerra es la selección nacional rusa. Partiendo de la base de que el nivel estaba bajando bastante antes de la Guerra (la retirada de Kirilenko o Mozgov entre otras). Los únicos partidos que he podido encontrar son de un triangular de hace unos meses, en el que se enfrentó a “Colombia” y Venezuela. La primera está entre paréntesis ya que la federación colombiana, tras una derrota por más de 100 puntos ante un equipo ruso, tuvo que salir diciendo que esa no era su selección, y a los días se supo que ese partido lo disputaron unas personas ajenas a la federación, en un “troleo” digno de una película más que de una historia real.

Lolo Sainz ha declarado muchas veces que, en su época como entrenador, “los rusos, el CSKA, eran los más difíciles en ese momento”. Siempre fueron uno de los equipos y selecciones más temidas. Aquella capaz de hacer dudar a los americanos de su dominio (con el permiso de Yugoslavia en esta afirmación). La última Euroliga del CSKA fue en 2019, un poco antes de todo lo que vino entre pandemias y conflictos. En la NBA ya no queda ningún jugador, el desarrollo actual es nulo, y viven aislados en una burbuja sin poder medir el nivel de su liga. Como he mencionado a lo largo de este espacio, la situación no parece que tenga solución (tanto en el apartado político como en el deportivo), así que seguiremos viendo cómo este territorio histórico para este deporte sigue perdiendo nivel por motivos ajenos a lo puramente deportivo.

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