Contaba Carlos Fuentes que García Márquez y él descubrieron su verdadera devoción por la literatura cuando, haciendo pinitos como guionistas de cine, se dieron cuenta de que se pasaban las horas muertas discutiendo el adjetivo que mejor describía la puerta del rancho donde debía desarrollarse la escena. Y es que, como recordaba Cela, la literatura se hace con palabras, no con ideas, y por eso de grandes libros no suelen salir grandes películas y, sin embargo, muchas películas excelentes están basadas en libros mediocres. Viene a cuento esta reflexión (con más frecuencia de la deseable) ya que, en muchos libros de baloncesto, una gran historia suele servir de alfombra debajo de la que se barren los restos de una pluma discutible. Pero esde luego no es el caso de “Giannis Antetokounmpo. El MVP que salió de la miseria”, que no solo cuenta una grandísima historia, sino que sobre todo es un gran libro.
El conocido periodista José Manuel Puertas, en su segunda incursión como escritor, maneja un estilo conciso y directo, propio de este tipo de obras, pero que al mismo tiempo es elegante y ameno, haciendo que se lea con facilidad y que enganche al lector desde el primer momento. Huye el autor, además, de dos de los errores que de forma más recurrente se suele incurrir al escribir sobre deporte: perder la objetividad cayendo en el panegírico simplista, frontera que el presentador de Tirando a Fallar nunca cruza, y convertir el libro en un pesado ejercicio de exhibición personal que apabulle al lector con todo el tiempo gastado recopilando datos; “Giannis…”, en uno de sus mayores aciertos, integra en el relato el ingente trabajo de documentación que hay detrás con absoluta naturalidad, haciendo que los numerosos testimonios (algunos bastante sorprendentes, por lo poco esperado de los personajes) no rompan el ritmo ni parezcan de relleno, y prescindiendo del amasijo de datos estadísticos, que realmente no añadirían nada a un libro que habla sobre un jugador de baloncesto, pero que no es “de baloncesto”.
El libro, prologado por Fotis Katsikaris y con epílogo de Fran Fermoso, podríamos dividirlo en tres partes. La primera y más extensa cuenta la apasionante historia de Antetokounmpo desde sus orígenes, como hijo de una familia de inmigrantes ilegales nigerianos en Grecia, hasta su doble nombramiento como MVP; en ella, asistimos a la pelea por la vida de Giannis y su familia, al descubrimiento y aprendizaje del baloncesto, a la generosidad de muchas personas que apostaron y/o ayudaron a aquel espigado muchacho y su familia, a las miserias de muchas otras que le dieron de lado (para después intentar subirse al carro de la fama), a la trama de suspense de su descubrimiento internacional, su casi venida a España y su marcha definitiva hasta la NBA, a todo el trabajo y sacrificios que le hicieron pasar de ser un muchacho de las calles de Atenas a convertirse en el Greek Freak.
Solo se rompe de forma acertada la continuidad del relato con un capítulo que encapsula la experiencia del jugador con la selección, visibilizando otra de las corrientes subterráneas del libro que excede de los límites de la cancha: la descripción de una Grecia en la que el advenimiento de Amanecer Dorado, como en toda Europa, aviva el debate sobre la inmigración, y la experiencia del fenómeno de la multiculturalidad de alguien que, sintiéndose al mismo tiempo africano y griego, encuentra problemas para que muchos acepten esa helenización fuera del canon clásico.
En la segunda parte, José Manuel Puertas analiza el impacto y trascendencia de la figura de Giannis en diversos aspectos, desde el vil metal de la mercadotecnia hasta la revolución del baloncesto, desde cuestiones sociales como el racismo o el “despertar” de África hasta su ejemplo como modelo y esperanza de que, aferrándose y no perdiendo una serie de valores (trabajo, familia, lealtad, sonrisa…), las personas pueden progresar. En esta parte, el libro deja de ser una biografía para convertirse en un retrato en palabras de alguien que, por encima de sus canastas o sus extraordinarias dotes físicas, ha sido capaz de subir desde las cabañas hasta los palacios sin perder, como generalmente pasa, la normalidad.
Finalmente, en los últimos capítulos se nos cuenta el tropiezo que supusieron las tempranas derrotas de las temporadas 2019 y 2020, sirviendo de cliffhanger para una segunda y deseable “temporada” en la que podamos saber si el héroe, finalmente, es capaz de conquistar el anillo (spoiler, lo consigue).
Un libro más que recomendable que no solo es una gran historia, sino que es un gran libro. El retrato de una excepcional normalidad
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