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Destino ACB

Lalo Alzueta: “Es una necedad negar ser de un equipo”

Todo el mundo habla de Lalo Alzueta. El narrador se despidió el pasado domingo del baloncesto y de TVE para emprender una nueva etapa alejado temporalmente de los micrófonos.

A Lalo Alzueta, voz de la Liga Endesa ACB en Televisión Española las últimas temporadas, le toca dejar forzosamente de lado su pasión narrativa con la pérdida de los derechos televisivos de la cadena pública sobre la mejor liga europea de baloncesto. O al menos parcialmente. Con los Juegos Olímpicos por delante, le hemos preguntado a uno de los mejores narradores deportivos de nuestro país por su futuro más inmediato, así como por su llegada a la narración baloncestística, sus pasiones y sus modelos de referencia. E incluso le hemos pedido diagnóstico y cura para la situación del baloncesto de clubes y el periodismo deportivo en España. Amable y sincero, no ha evitado mojarse. Y este es el resultado.

Lo primero que me imagino que querrá saber la gente es qué te depara el futuro, acabada la ACB en Televisión Española y una vez pasen los Juegos Olímpicos.

A corto plazo, los Juegos Olímpicos. Y a medio plazo, la sección de deportes de Televisión Española seguro que tiene cosas que hacer: sigue habiendo un informativo en Teledeporte, programas de la selección española de fútbol en los clasificatorios, la Copa Davis… Hay cosas que hacer, y yo me debo a esta redacción de deportes y a la del Telediario. Pero quién sabe, es posible que repitamos temporada en Eurocup con los equipos que se incorporen. Dependerá de cómo se configure el curso lo que nos toque hacer a cada uno.

Reubicado en una información más polideportiva y tocando el baloncesto en Eurocup si se da el caso.

La diferencia es que al no tener los derechos de ACB ya no tendré esa posibilidad de hacer partidos cada semana, pero bueno, los narradores en este caso estamos a disposición de la casa para lo que necesite. Y que conste que cuando yo he estado haciendo baloncesto en Euroliga o Liga Endesa no he dejado de hacer otras cosas, como trabajar para Estudio Estadio, en la redacción de un montón de programas, echando una mano en informativos y en lo que haga falta, porque así es el día a día de un redactor de la casa, no tenemos la suerte o la ventaja de ser hiperespecialistas sólo de un evento, sino que nos podemos remitir a cualquier circunstancia. O sea que lo polideportivo ha ido conmigo siempre.

Pero la narración es lo que más te gusta según has mencionado en otras ocasiones. Imagino que el que se acabe esta etapa te entristecerá, ¿qué balance haces ahora de estos años, tanto en Euroliga con el Real Madrid, como Eurocup y Liga Endesa?

Pues sí, pero el balance es muy positivo, porque si te gusta narrar y encima tienes la fortuna de hacerlo en el deporte que más te gusta, por el que más afición tienes, donde más cómodo te sientes y más amigos tienes, esto es un privilegio que te da la posibilidad de conocer gente, a muchos jugadores, visitar muchos sitios… Así que bueno, esperando que alguna vez pueda repetirlo, no hay que cerrar las puertas porque en la vida todo vuelve. El balance ya digo que es muy positivo, porque he sido de los pocos compañeros que ha tenido el privilegio de viajar cada semana, por ejemplo.

Por cierto, ¿cómo llegaste al baloncesto? ¿Es algo que surge sin más en tu ámbito profesional o eres tú quien lo busca por haber jugado de joven?

La verdad es que al baloncesto llego más tarde lo que me hubiese gustado una vez empiezo en lo deportivo, que no fue lo primero que hice porque ni si quiera tenía pensado en un principio dedicarme al periodismo deportivo. Pero unas prácticas que hice en un ciclo de Marca quedaron grabadas a fuego en mi currículum y gracias a esa experiencia y a ese nombre, se me abrieron las puertas de sitios que yo no pensaba que se me fuesen a abrir.

Con el baloncesto empiezo a coquetear en Radio Marca haciendo algún inalámbrico, yendo a algún partido de Fuenlabrada, Estudiantes y demás, y haciendo algún partido suelto en carrusel, pero no era el responsable principal del baloncesto y por tanto no tenía una ocupación predeterminada. En Localia tuve la oportunidad de hacer el inalámbrico en partidos de Eurocup con Estudiantes, pero a narrar empiezo en 2008 en mi segundo año en Televisión Española con algunos partidos del Unicaja, el equipo que quedaba suelto en Euroliga. Y partir de un realizador con el que tengo una buena relación me surgió la posibilidad de mantenerme narrando, los jefes confiaron en lo capaz que me sentía, y me lancé. Desde luego es lo que más me gusta hacer, pero no siempre puedes hacer lo que quieres porque por desgracia no elijo lo que hago.

Podemos decir que es un sueño que perseguías, el narrar partidos.

Sí, empecé como todo el mundo con lo que más había para narrar, que era el fútbol, pero he narrado prácticamente de casi todo: fórmula 1, motos, tenis, tenis de mesa, halterofilia… un montón de cosas. Pero el baloncesto es donde más cómodo me he sentido porque es un juego que considero que conozco bastante bien, lo sigo mucho y siempre me ha gustado. Considero que es mucho más fácil, cómodo y te puedes lucir un poquito más en algo que controlas aunque sea un poco. Pero insisto, no hay muchos sitios para narrar baloncesto y por eso cuando me lo han ofrecido nunca he dicho que no.

Y tu referente, Sixto Miguel Serrano, ¿verdad?

Sí, siempre lo he reconocido en todas las entrevistas que me han hecho. Aprendí desde pequeñito que para formarte en esto tienes que escuchar y ver a mucha gente, ver qué cosas te gustan, cuáles llaman la atención de la gente, e intentar adaptar a todas esas particularidades a tu forma de hacerlo. De todo el mundo se aprende, pero de Sixto, y esto es una opinión personal, no sólo aprendí mucho y me marcó cómo lo hacía, sino que es un referente porque en baloncesto es un narrador que, para mí, marca un antes y un después.

Y de esos compañeros de los que también se puede aprender, ¿destacarías a alguien más?

Hay un montón, porque como consumidor de baloncesto he tenido la ocasión, como todo el mundo que haya visto baloncesto en los últimos veinte años, de escuchar al maestro Quiroga, a Pedro Barthe, a Ramón Trecet, a Nacho Calvo… a un montón de narradores. Y en radio también, como compañeros míos en Radio Marca y mucha gente que ha narrado y narra muy bien este deporte y a la cual sigues, escuchas, estás pendiente… Hay un montón de gente súper válida, como mi compañero Carlos Sánchez, que está en Onda Madrid y es un fenómeno narrando, Martín Talavera, Jaime Collazos, Pacojó en Cadena Ser… Hay mucha gente que lo hace muy bien y no sólo en baloncesto, yo he tenido la suerte de haber convivido con Paco Caro en dos etapas en Radio Marca y Televisión Española, que hace balonmano, fútbol y un montón de cosas y es un narrador espectacular, pero no hace baloncesto.

Por lo que he visto creo que eres de los pocos narradores que cuando le han preguntado si siente simpatía por algún equipo ha reconocido que por el Real Madrid. ¿No has temido que decir eso resultase impopular?

Lo primero, yo creo que es una necedad negar eso porque tampoco es ningún secreto. Lo he dicho muchas veces, todo o casi todo el mundo tiene alguna preferencia, no voy a discutir tampoco quién es o no seguidor de tal o cual equipo, pero quien diga lo contrario está contando una mentira. Dicho esto, y dejando aparte raíces deontológicas y demás, la profesionalidad tiene que estar por delante, y es así. Muchos periodistas han reconocido sin bufandas ni forofismos tener simpatía por un equipo, y creo que eso no me ha asustado porque hay que dejar claras las cosas. No pienso que haya que esconderse porque no es nada extraño, aunque políticamente pueda parecer incorrecto.

Y sin embargo, te habrán acusado de todo lo contrario, de ir contra el Real Madrid.

Bueno, pero eso es una cuestión de lo ligada que está la pasión al deporte. Al aficionado que lo vive con esa pasión o al forofo de un equipo que está viendo la retransmisión de un partido que tú estás intentando hacer de una forma neutral o compensada –siempre que se enfrenten dos equipos del mismo país- siempre le va a parecer poco todo lo que realces al suyo y al contrario con el otro. Es muy complicado también en un momento dado cantar con los mismos decibelios la misma acción en los dos aros, y todo esto con la susceptibilidad de la gente, que lo mezcla con lo que quiere oír. Yo creo que hay que ser honestos, acostarse con la cabeza muy tranquila, asumir que no se puede gustar a todo el mundo y que nunca llueve a gusto de todos. Es algo inevitable.

Imagino que entre los jugadores también tendrás tus debilidades personales.

Sí, como todos los aficionados al baloncesto. Aquí sí soy un poco más ecléctico porque hay jugadores de muchos equipos que me gustan. También es verdad que luego se mezcla la interacción personal con alguno que conoces, que además sabes que es una persona excelente, de su ética de trabajo, y por tanto siempre tienes algún preferido o un jugador con el que te sientes más identificado como aficionado.

¿Destacarías algún favorito?

Después de estos años que llevo haciendo baloncesto más de cerca yo me quedo con Sergio Llull. Un jugador que cualquiera quiere tener en su equipo, todo corazón, todo alma, todo esfuerzo… Y de los jugadores que no sólo por la calidad, el talento y los títulos hacen grande a este deporte y a este juego.

No sé por qué, me daba que podrías decirme a Llull. Desde luego, transmite todo eso.

Es una persona extraordinaria, un tío al que nadie le ha regalado nada, que nunca ha pedido nada por fuera ni que le ayuden donde no debe. Todo lo que tiene se lo ha ganado a pulso y predicando con el ejemplo. Cuando se habla de sentir el equipo, los colores y demás, a mucha gente se le va la fuerza por la boca, y él demuestra no ser así, ha dejado de ganar mucho dinero por quedarse en el Madrid diciendo no a la NBA.

Quería hablar contigo del estado del baloncesto español, que parece que de salud va un poco regular. Tú que eres una persona de baloncesto, ¿qué crees que falta para que dejemos de ver ascensos y descensos que al final no lo son, compra-venta de plazas, sueldos que no se pagan, equipos al borde de la desaparición, etc.?

Todo eso es complicado. No hay que olvidar que en la liga ACB, tal y como está conformada y como en toda competición profesional –salvo el fútbol, que eso es otro microclima aparte aunque también tiene sus problemas-, sucede que conviven dos velocidades distintas, de equipos que están muy bien económicamente, bien porque dependen del equipo de fútbol o porque su situación se lo permite, y de otros que han visto desaparecer el apoyo institucional, la inyección de dinero público o la inversión que antes se hacía de forma mucho más frecuente en los clubes. Y lo están notando, porque también hay competencia fuera y por la situación económica del país, que no olvidemos que es durísima y dramática, y el baloncesto está viviendo los coletazos de todo eso.

La ACB puso unas condiciones y yo creo que para eso primero hace falta que mejore la situación económica en general, y cuando esta situación tome velocidad de crucero y se empiece a construir desde una base de mesura, moderación económica y fairplay financiero –cosas que no están funcionando al 100%- podremos tener un modelo competitivo saneado que no tenga estos sobresaltos. Hecho que en otros deportes es inevitable y acaba arrasando la liga, como en la ASOBAL con la desaparición del Atlético de Madrid (antiguo Balonmano Ciudad Real) y la práctica extinción de todo club semi-profesional con la excepción del F.C. Barcelona. La Liga Endesa ha sobrevivido a esa oleada porque tenía más músculo y mejor salud pero no ha sido ajena a todo lo que ha pasado.

Ahora en la FEB hay nuevo jefe, Jorge Garbajosa. ¿Qué te parece para el cargo?

Es un hombre de baloncesto que tiene buenas ideas y muchas ganas de asumir la responsabilidad de todo el trabajo que hay por delante, y que para empezar parte de una ventaja: entiende muy bien lo que pasa por la cabeza del jugador, cómo está estructurado y qué necesita todo el engranaje federativo para que este deporte en España siga siendo un deporte de referencia, y va a trabajar por ello. Es una persona con mundo, don de gentes y capacidad de diálogo para dar un nuevo impulso a la federación y su modelo de gestión. Creo que va hacer mucho bien por el baloncesto y le deseamos mucha suerte.

Y si Lalo Alzueta tuviese la oportunidad de pedirle algo a mejorar respecto a la anterior gestión, ¿qué sería?

Bueno, creo que Jorge debe adecuar la estructura de la federación y el modelo federativo a los tiempos que corren. Nuestro baloncesto no puede quedarse atrás a la hora de cazar talento, de organizar competiciones federativas, de estructurar nuevos modelos de crecimiento, de mejorar la comunicación en todos los aspectos… Creo que el salto a la modernidad y la adaptación a los tiempos que corren del modelo federativo es algo que le corresponde a él y eso es lo que le pediría, que nos lance de verdad al siglo XXI.

El área encargada de contarnos todo esto, el periodismo deportivo, también está en entredicho. ¿Qué te parece el amarillismo del que se está rodeando últimamente?

Yo siempre digo que los contenidos en los medios de comunicación obedecen al consumo y a la demanda que se tiene. Y en determinados momentos la inflación de la información deportiva, que antes era prácticamente una nota breve al final de los informativos y un espacio muy pequeñito en los periódicos, y que ha ido creciendo, creciendo y creciendo con una demanda cada vez mayor, hace que tienda a dos cosas: una a la banalización de la información, porque hay que llenar más horas y lo que antes no cabía porque no tenías sitio para esa noticia, ahora entra; y con esa banalización viene algo inherente que es el debate y la discusión, con más o menos amarillismo y sensacionalismo como pasa en cualquier otro ámbito de la información en general, no sólo en la deportiva.

Creo que está ahí, que es una opción que la gente tiene y que muchas veces se puede confundir y mezclar información con opinión, que es algo que en el deporte por su trascendencia se tolera mejor. Creo que ha cambiado el modelo, pero igual que cambia la sociedad y se evoluciona con ella, y si el día de mañana se deja de consumir ese tipo de información el modelo cambiará, y si se sigue consumiendo, crecerá. Me parece respetable como cualquier opción que se tome, porque al final es la gente la que manda, y si mañana los periodistas nos dedicamos a ofrecer un formato que no tiene seguidores, desparecerá.

Tú que eres ya un periodista consolidado, ¿qué le dirías a un estudiante de Periodismo lleno de incertidumbre por sus futuras oportunidades laborales y el prestigio de su profesión?

No soy la persona más indicada para tranquilizar a nadie porque obviamente no le voy a engañar, la cosa está difícil. Difícil como en cualquier ámbito de la vida, ya seas ingeniero, médico, profesor o taxista. Hay que tener en cuenta que es una carrera de fondo, que es cierto –por la oportunidad que tengo de ver a la gente cómo realiza sus prácticas y demás- que a lo mejor hay cierta ansiedad o ganas de llegar o de alcanzar una estabilidad muy pronto, y esta es una profesión en ese sentido bastante ingrata.

Pero como digo, es una carrera de fondo, y al final el que se persevera siempre suele tener su sitio. Por eso, mi consejo es tener convicción en lo que se hace, ganas, voluntad, esfuerzo, saber que van a ser muchas horas y que no siempre se va tener el premio a lo que se hace, pero estoy convencido de que todo eso no cae en saco roto y que siendo honesto y trabajador y teniendo las ideas claras al final se llega. Se llega con esfuerzo y con sinsabores, porque los va a haber, pero se llega con las oportunidades que da la vida y hay que estar ahí para aprovecharlas. Como se suele decir, si la inspiración te llega, mejor que te pille trabajando.

Has compartido narraciones con profesionales del baloncesto como Óscar Quintana, JoeArlauckas, Marta Fernández, Pablo Martínez, Sergio Scariolo… te iba a preguntar si has aprendido algo de ellos, pero como me imagino que la respuesta es que sí, te preguntaría qué es lo más valioso que te llevas.

Más allá del conocimiento, de la experiencia o de lo bonito que es para un aficionado al baloncesto compartir horas con esta gente, es la relación personal, el roce que termina haciendo el cariño al conocer a gente tan maravillosa como la que has nombrado. Son gente estupenda, que además ha tenido a bien regalarme su respeto y eso es algo que te queda, porque ellos también aprenden a valorar, apreciar y reconocer en primera persona cuál es tu trabajo y eso es algo muy bonito y un orgullo, que alguien a quien tú admiras te diga que lo que haces le parece admirable. Y además, insisto que en todos los casos que has nombrado son gente extraordinaria y me siento un afortunado de conocerles, encontrarnos en algún lado, saludarles y ponernos a hablar de baloncesto, que me encanta. Es una pasada.

Y el baloncesto en general como deporte, ¿cuáles son los mejores momentos que te ha dado?

Buf, muchísimos. Narrar mi primer partido con Unicaja en Euroliga, ir a una Final Four con el Real Madrid a Londres, contar una final de Eurocup que ganó Valencia a UNICS Kazán y estar en una Fonteta que parecía se iba a venir abajo, Copas del Rey, playoffs… Muchos, porque el baloncesto para los que nos gusta tiene  momentos únicos. Por ejemplo, este año en Valencia vivir in situ una cosa que sólo se ve por la tele, como el triple de Llull desde su campo. También momentos emotivos, como el cariño de la gente cuando vas por ahí aunque yo siempre esté retuiteandohaters, porque me encanta ese juego, pero a lo mejor ahí soy injusto porque a las muestras de cariño no les doy tanta visibilidad. Pero que llegue un padre con su chiquillo y te digan “oye, tal, me gusta mucho cómo lo haces”, para mí compensa todas las horas que puedas echar trabajando.

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