Recordamos la historia de una de las cosechas de jugadores con más problemas de la historia en la NBA. Al grupo de jugadores elegidos en el Draft del año 1986 se les conoce en el mundo de la NBA como “El Draft Maldito”. Este nombre se debe a que será siempre recordado por la cantidad jugadores que, esperándose grandes cosas de ellos, acabaron por unas u otras razones cayendo en desgracia, tanto deportiva como personalmente, sobre todo en las posiciones más elevadas.
Vamos a analizar los principales casos de ese “Desgraciado” Draft…
Brad Daugherty
El Nº 1 del Draft de 1986 fue Brad Daugherty, Pívot de 2,13 metros procedente de la Universidad de North Carolina, seleccionado por los Cleveland Cavaliers. Daugherty cumplió con lo esperado tuvo una exitosa carrera, siendo incluso elegido cinco veces para disputar el All-Star Game y con unos promedios a lo largo de su trayectoria en la mejor Liga de baloncesto del mundo de 19 puntos, 9.5 rebotes y 3.7 asistencias.
Sin embargo, sus serios problemas con las lesiones hicieron que tuviera que retirarse prematuramente a la edad de 28 años, tras sólo ocho temporadas en la mejor liga de baloncesto del mundo.
Len Bias
El caso más trágico llegaba con el Nº 2, que fue Len Bias, elegido por los Boston Celtics, que habían sido campeones de la NBA la temporada anterior. Los verdes apostaron por el prometedor Alero de 2.03 metros, considerado una auténtica Superestrella en la NCAA, donde jugó para la Universidad de Maryland.
El equipo de Massachusetts se había quedado impresionado con el jugador en uno de los Campus Pre-Draft, donde convenció a los Técnicos de sus cualidades con el balón naranja.
Sin embargo, Bias no llegó ni a ponerse la camiseta para jugar en los orgullosos Celtics. El joven de 22 años no pudo soportar la presión mediática y el peso del éxito, y un par de días tras el Draft, concretamente el 19 de junio, fallecía por una sobredosis de cocaína.
El hecho conmovió a la NBA y a todo el deporte americano, convirtiéndose en el más claro caso negro de este Draft. Una verdadera desgracia.
Chris Washburn
Chris Washburn fue el Nº 3 de la lotería de ese año, siendo elegido por los Golden State Warriors. Pívot de 2,11 metros, procedía de la Universidad North Carolina Statal, los “Wolfpacks”.
La polémica saltó cuando se descubrió que las notas del jugador se habían alterado para que pudiera ser elegible por la Universidad. Hay que saber que el acceso a la Universidad en los Estados Unidos se realiza través de un examen de aptitud, con una puntuación máxima de 1600 y una mínima de 400. Washburn obtuvo poco menos de 500 puntos, insuficiente totalmente para poder optar a una plaza en esa Universidad.
Aparte de ello, Wahburn mostró un carácter muy conflictivo y tuvo constantes problemas con la ley, llegando a declarar abiertamente sus problemas con la cocaína y pasar un tiempo en un centro de rehabilitación entre enero y marzo de 1987.
Tras pasar con pena y sin gloria por los Warriors, recaló en los Atlanta Hawks en diciembre de 1987, en un traspaso a cambio de Ken Barlow. Finalmente, en el año 1989 y tras 72 partidos en la NBA con una media de poco más de 3 puntos por partido, la Liga sancionó definitivamente a Chris Washburn, tras haber dado positivo en tres controles antidopaje en tres años.
Otra carrera echada por la borda por la lacra de las drogas.
Chuck Person
Hasta el Nº 4 del Draft no llegaba la luz entre tanta oscuridad. Hablamos de Chuck Person, elegido por los Indiana Pacers. Alero formado en la Universidad de Auburn, Person rompía la mala suerte, logrando hacerse con un hueco en la liga y siendo un hombre más que respetado, con una larga y exitosa carrera, con unos promedios de 14.7 puntos y 5.1 rebote en 13 temporadas en la NBA. Un auténtico “Rifle” que sobrevivió a la maldición del Draft del 86.
Por cierto, Chuck Person fue elegido Rookie del Año, formando parte del Quinteto ideal de Rookies junto a Ron Harper, John Williams, Roy Tarpley y Brad Daugherty.
Kenny Walker
El Nº 5 fue para Kenny Walker, seleccionado por los New York Knicks, “Sky” Walker procedía de la Universidad de Kentucky, con grandes esperanzas depositadas en el espectacular Alero, elegido Jugador del Año de la SEC en los años 1985 y 1986. De hecho, sus números fueron buenos, aportando al equipo de la Gran Manzana en su primer año 10.4 puntos y 5 rebotes por partido, y llegando su momento de gloria cuando en 1989 venció en el concurso de mates del All-Star de forma espectacular.
Sin embargo, su rendimiento fue decayendo paulatinamente, lastrado sobre todo por diversos problemas físicos. En 1991 decidió abandonar la NBA y probar fortuna en Europa, pasando por la liga ACB. Tras un año en el desaparecido Granollers (donde ganó el concurso de mates de nuestra liga) y unos partidos con el Cáceres CB, regresó a la NBA en el año 1993 para jugar con los Washington Bullets, con un papel meramente testimonial.
Al finalizar la campaña 1994-1995, con 30 años y completamente destrozado por las lesiones, le llegaba el momento de la retirada del baloncesto profesional tras sólo siete años en la NBA y con unos promedios más que discretos en su carrera (7 puntos y 4 rebotes por partido).
William Bedford
William Bedford fue el Nº 6 del Draft. El Pívot de 2,13 metros de la Universidad Estatal de Memphis fue elegido por los Phoenix Suns, que necesitaban un interior y esperaban ver al potente Center que había promediado más de 17 puntos y casi 9 rebotes en su último año universitario.
Por desgracia, el jugador no se adaptó en absoluto al baloncesto profesional, y tras seis temporadas en la NBA con 3 equipos distintos (Phoenix, Detroit y San Antonio) y unos promedios de 4 puntos y 2 rebotes por partido, se retiró del baloncesto.
Hay que destacar que formó parte del equipo de los Detroit Pistons que ganaron el anillo en el año 1990, aunque su participación fue más bien escasa. Además, en su caso las drogas también estuvieron presentes en su vida, siendo condenado en el año 2006 a diez años de cárcel por tráfico de marihuana.
La Maldición seguía acosando a los números altos del Draft del 86…
Roy Tarpley
El Nº 7 del Draft, Roy Tarpley, también daría de qué hablar. Ala-Pívot (2,10 metros) de la Universidad de Michigan, llegaba a unos Dallas Mavericks que contaban con un gran equipo (Derek Harper, Rolando Blackman, Mark Aguirre…).
Tras un primer año bueno, Tarpley cumplía con las expectativas sobre él, entrando en el quinteto ideal de Rookies (7.5 puntos y 7.1 rebotes saliendo del banquillo), progresando muy “positivamente” (quédense con esa palabra) la siguiente campaña, con 13.5 puntos y 11.8 rebotes por encuentro.
El “pero” llegaba en la temporada 1988-1989, cuando Tarpley era suspendido indefinidamente por consumo de drogas en enero, no volviendo a jugar hasta el inicio de la siguiente campaña. Las cosas irían a peor, ya que en el mes de noviembre, el jugador era detenido por conducir bajo los efectos del alcohol, mostrando además resistencia a la autoridad, algo que se añadió a algunos problemas de lesiones. En definitiva, que en dos años apenas llegó a jugar un total de 74 partidos.
Sus números eran muy buenos (17.3 puntos y 11.5 rebotes en la 1988-89 y 16.8 y 13.1 en la 1989-90), pero Tarpley no tenía continuidad ni estabilidad en lo personal. La temporada 1990-91, el técnico de Dallas, Richie Adubato, apostaba de nuevo por la calidad baloncestística de Roy, pero tras un gran inicio de temporada (con más de 20 puntos y 11 rebotes por partido), una lesión de rodilla le apartaría de las canchas para toda la temporada.
Para completar el póker, en marzo de 1991, de nuevo era detenido por conducir ebrio, con la suspensión correspondiente por parte de la NBA.
En octubre del año 1991, Roy Tarpley completaba el círculo de la desgracia, cuando era sancionado por tercera vez por consumo de drogas y la NBA le suspendía indefinidamente. Entonces, Roy emigró a Europa, donde tuvo una carrera exitosa en Grecia, ganando una Copa de Europa con el Aris de Salónica y cayendo en la Final de la Euroliga ante el Joventut de Badalona de Zeljko Obradovic, formando Tarpley parte del Olympiakos (1994), con el recordado triple de “Papi” Corny Thompson que le daba la máxima Competición continental a los verdinegros.
Tras tres temporadas en el viejo continente, en la 1994-1995, Roy Tarpley intentaría volver a la NBA en un último asalto, regresando a los Dallas Mavericks, donde destacaban Jason Kidd, Jamaal Mashburn y Jimmy Jackson, la Triple J. Tras 55 partidos cumpliendo aceptablemente (12.6 puntos y 8.2 rebotes saliendo del banquillo), de nuevo llegaba la enésima recaída, con el alcohol cerrándole las puertas de la NBA para siempre.
Su carrera terminaría con una vuelta de nuevo a Grecia, donde era muy considerado y a la CBA, pero es destacable que un jugador con unas buenas aptitudes para el baloncesto se quedará con seis temporadas y 280 partidos, cuando aspiraba a mucho más.
Por supuesto, cabe decir que el Draft de 1986 no sólo tuvo “Ovejas Negras” y jugadores con problemas de lesiones. Hubo también grandes jugadores que formaron parte de las elecciones de ese año. De hecho, algunos de ellos llegaron posteriormente a ser muy reconocidos en la liga, como son los casos de Ron Harper (Nº 8), John Salley (Nº 11), Dell Curry (Nº 15), Scott Skiles (Nº 22), Arvydas Sabonis (Nº 24), Mark Price (Nº 25), Dennis Rodman (Nº 27), Jeff Hornacek (Nº 46) o el malogrado Drazen Petrovic (Nº 60).
Sin embargo, sí es evidente que el Draft del 86 quedó marcado a fuego por las desgracias en torno a las drogas, el alcohol y las lesiones de los jugadores elegidos en las posiciones más altas, sobre todo con la pérdida trágica de un jugador que apuntaba a Estrella en la NBA como Len Bias.
Es por todo ello el sobrenombre de “Maldito” que siempre acompañará a un Draft que, desde luego, pudo ser mucho más de lo que finalmente fue.
Una verdadera lástima…
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