Para la gente que no le conozca, Sergi Vidal (Badalona, 1981) se ha convertido en todo un clásico del baloncesto nacional. Escolta con un físico privilegiado, a sus 34 años ejerce el papel de veterano en un equipo que derrocha un descaro que va en el ADN verdinegro. De su palmarés podríamos destacar ese 2009 en el que ganó en el TAU Cerámica de Dusko Ivanovic la Copa del Rey, la Supercopa de España, y el título de Liga, o ese subcampeonato en las ediciones 2001 y 2005 de la Euroliga.
Una carrera llena de éxitos, aunque nunca se saborea uno tanto como el primero. ¿cómo es esa sensación?
Muy satisfactorio. Por mucho trabajo que hagas, esa recompensa no es una garantía. Nunca se sabe en un deporte colectivo en el que no solo depende de ti. He tenido la suerte de estar rodeado de grandes compañeros y es lo que me ha permitido optar a ese gran premio. Que ya de por sí creo que dedicarte a lo que te gusta es bonito y realmente muy gratificante; y bueno, el siguiente escalón era ganar un título y por suerte lo he podido repetir unas cuantas veces.
¿Con cuál de esos títulos te quedarías?
Es muy difícil decidirse por uno, pero recuerdo con especial cariño esa Copa del Rey del 2002 porque fue el primer título. Cuando empiezas con esto deseas algún día empezar a ganar, y ese fue el primero y lo disfruté muchísimo porque tampoco sabía si tendría la suerte de repetir la sensación. No sabía si llegarían más y decidí disfrutarlo al máximo.
Vamos a hablar un poquito del pasado. ¿Con qué edad tocas por primera vez un balón con la intención de empezar en este deporte? Ese momento en el que sientes la ilusión que todos los que hemos jugado a esto sentimos cuando empezamos.
Pues la verdad es que no lo sé. No sé en qué momento me quería dedicar a esto porque desde que tengo uso de razón estoy con un balón en las manos. Mi padre jugaba, mi hermano jugaba y yo iba a verlos siempre. Me colocaba en la banda o en algún sitio cerca de ellos un poco a mi bola. Y no sé, desde que he podido jugar en algún equipo, federarme, siempre lo he hecho al momento.
Supongo que el hecho de estar rodeado en un ambiente baloncestístico ayudó a ser lo que eres ahora.
Sí, son los que te marcan un poco el camino, y tú decides después si te gusta o no. Y teniendo a estas dos figuras delante de ti supongo que te lleva también a imitarles. Y a partir de ahí, como te decía, ya entra la personalidad de cada uno. Pero realmente el inicio lo haces por eso, por el simple hecho de hacer lo mismo que hacen y después ya tomas tu camino.
Corrígeme si me equivoco, pero creo que tu primer partido ACB es contra el Estudiantes en el 99/00. ¿Cómo recuerdas ese primer partido en el que metiste 9 puntos en 9 minutos?
Pues de vez en cuando subía a entrenar con el primer equipo pero nunca me habían convocado, y por tema de lesiones ese fue el primero y el último en esa época que me convocaron con el primer equipo del Joventut. El partido no iba demasiado bien para el equipo y Alfred Julbe decidió darme entrada. Recuerdo que me dijo que jugara sin miedo como lo hacía normalmente y que no me preocupara mucho más y eso es lo que intenté. Bueno, con nervios, ilusión, varias sensaciones al mismo tiempo.
Tras ese partido en el que debutas con el Pinturas Bruger Badalona, te marchas al Tau Cerámica y pasas a compartir vestuario con nombres como Luis Scola, Andrés Nocioni, grandes figuras del baloncesto. Algo increíble para alguien que venía de una cantera grande pero basándose en la humildad deportiva. ¿Cuál fue tu primera sensación? Ese momento en el que te sientes dentro de un club muy importante con aspiraciones a título. ¿Alguna novatada?
No, en ese aspecto no. No hubo novatadas. Llegué allí con muchas ganas de trabajar. Además, con Dusko Ivanovic era la única manera de conseguir algo, sino no ibas a gozar de su favor. Y bueno, quería demostrarle que quería ganarme un sitio en un equipo profesional y poco a poco ir cogiendo experiencia para en unas temporadas poder gozar de minutos. Pero mi primera intención sobre todo era trabajar mucho, aprender día a día y el esfuerzo que supone entrenar con jugadores como estos e intentar estar al mismo nivel.
De Dusko te quería hablar ahora. Tiene la fama de que es muy duro, muy exigente, etc. ¿Qué tal fue esta etapa con Dusko?
Pues eso, muy duro, muy exigente, pero al menos es un entrenador honesto. Él te pide muchísimo pero si tú le das tu 100%, él lo va a valorar y siempre que pueda te dará minutos y te intentará dar la confianza. Pero como te digo, tienes que estar dispuesto a sufrir y a trabajar, y en el momento en el que eso no sucede, es cuando, con un entrenador de este estilo, las cosas no van a ir bien.
Pasas nueve increíbles temporadas en el TAU. Te dan la oportunidad de entrar a compartir el vestuario del Real Madrid a las órdenes de Ettore Messina. Recuerdas el momento ese en el que te dicen: “Vas a jugar en el Real Madrid”.
Bueno, me llamó mi agente y me comentó que si me gustaría jugar en el Madrid, y le dije que obviamente era uno de los equipos grandes, que estaba configurando una gran plantilla, y que a priori había fichado a un entrenador que había ganado títulos de Euroliga y con mucho reconocimiento. Le dije que bien, pero que yo tenía contrato en Vitoria y no creía que me dejaran salir. Entonces él me comentó que había sido en Vitoria donde habían ofrecido la posibilidad de marchar y al final pues acepté.
¿Y cómo resultó esa etapa? ¿Fue tu época más dura como jugador?
Deportivamente, desde luego. La verdad es que fue una época complicada en la que a pesar de mucho trabajar no conseguía entrar en los planes del entrenador y al final pues eso te frustra un poco.
Después de dos temporadas duras en el Real Madrid, Sito Alonso confía en ti para su proyecto en el Lagun Aro Bilbao GBC y pasas a hacer unos números de escándalo. 50% en tiros de 2, 67% en tiros de 3, etc. ¿Qué puedes contarnos de esta temporada?
Un año increíble. No solo por eso, sino por todo lo que se consiguió a nivel de equipo, por el grupo que había. Muchas cosas buenas para mi después de dos años sin jugar, poder reivindicarme y poder demostrar que era un jugador que estaba para jugar, para poder hacerlo, clasificarnos por primera vez en la Copa del Rey, meternos por primera vez en Playoff. Para al club, para la ciudad fue espectacular. Como te digo tengo un recuerdo bárbaro.
Después de esos dos duros años, tenías ganas de reivindicarte y el Lagun Aro era una buena opción.
Sí, yo buscaba un club en el que poder jugar y divertirme. Volver a sentirme jugador, recuperar sensaciones. Entonces eso superó a las expectativas que tenía y fue increíble.
Después de dos años en el Lagun Aro, el Unicaja te ofrece una oferta de otros dos años en sus filas y pasas a compartir vestuario con Txemi Urtasun, Carlos Jiménez, etc. ¿Qué tal fue esa época?
Bien, el primer año junto a Jasmin Repesa, lo cortan y en el segundo año pasa a ser nuestro entrenador Joan Plaza. Joan decide cortarme a mí para la ACB y a Txemi Urtasun para la Euroliga, y excepto que no hubiera lesiones no participábamos cada uno en una de las competiciones, y eso me llevó a jugar poco ese último año.
Tras esos dos años, te contrata tu actual equipo, el FIATC Joventut. ¿Cómo te sientes ahora mismo como jugador?
Muy bien, me siento bien, me siento feliz, estoy en casa. Ya es mi segunda temporada aquí y la verdad es que disfrutando como el anterior. Los resultados no están siendo tan buenos como el año pasado que estuvimos muy por encima de las expectativas, metiéndonos en Copa del Rey y llegando a semifinales pero la verdad es que me gusta mucho estar aquí y lo disfruto.
¿Crees que el FIATC Joventut puede entrar en Playoff?
Sí, claro. Pero para eso debemos hacer una gran segunda vuelta e intentar ganar más partidos que en la primera.
¿Quién crees que es el jugador más en forma de la Liga Endesa?
Si te tengo que ser honesto, no sigo mucho en este momento al resto de jugadores, por eso creo que no sabría decirte con cual me quedaría.
¿Qué jugador crees que es para ti el jugador más complicado de defender en tu carrera?
Pues igual que he tenido grandísimos compañeros de equipo, también he tenido a grandes rivales y quedarme con un es difícil. Así recordando un poco Marcus Brown, Louis Bullock, Juan Carlos Navarro, Tony Parker cuando estaba en Maccabi, etc. Hay muchísimos y de una calidad que es una pasada.
¿Y de los jugadores actuales o históricos cuál es tu preferido?
Siempre he dicho que Pau Gasol es el mejor jugador de la historia en España pero tengo especial debilidad, porque me ha tocado sufrirlo muchas veces, por Juan Carlos Navarro.
¿Qué sueles comer antes de un partido?
Esa es fácil, carne y pollo.
¿Y de música tienes algún estilo que prefieras?
No, la verdad es que me gusta prácticamente todo. No me atrevería a decantarme por un solo estilo, y depende del estado anímico o de si sale un CD de algún artista que me guste estoy un tiempo con eso, pero luego vuelvo a cambiar y voy variando, así que prácticamente todos.
¿Y tienes algún ritual prepartido, alguna manía…?
Bueno, manías tengo muchas, mejor dicho costumbres. Seguir un poco la rutina e intentar hacer siempre las mismas cosas antes y después de los partidos.
Para acabar te quería decir el nombre de tres jugadores con los que has compartido vestuario y que nos cuentes algo de ellos, y alguna anécdota. El primero es Pablo Prigioni.
Con Pablo es el jugador con el que más temporadas he jugado. Jugamos 8 temporadas consecutivas y para mi es una persona de las que he aprendido muchísimo. Como la mayoría de argentinos es un ganador y a parte de la calidad que tiene y lo buenos que hace a los demás. Y anécdotas es muy complicado decir así en frio de ningún jugador porque son muchos años con él y es como cuando te preguntan “¿Un restaurante?”
Te sabes cincuenta pero justo cuando te preguntan no caes en ninguno en concreto.
El segundo es Igor Rakocevic.
¿Igor Rakocevic? Mucha calidad. Un jugador que vino a Vitoria y creo que es el equipo donde más feliz ha estado. Pudimos juntarnos buenos compañeros, hicimos una piña allí y al final pudo mostrar su mejor juego.
Y por último. Raulzinho Neto.
Un chico introvertido, pero eso le ayudaba a escuchar, a aprender, y a estar en un lado en el que parecía que no estaba pero aprendía de todo. Y con una capacidad de entrenar algún movimiento por la mañana y por la tarde aplicarlo en el 5 contra 5. Un chico con la mentalidad correcta para llegar donde ha llegado.
Tengo entendido que estás involucrado en un Campus de baloncesto junto a Albert Miralles. ¿En qué consiste esa propuesta?
Pues mira, llevamos 7 años. Albert y yo siempre hemos sido amigos, compartimos vestuario ya desde categorías inferiores en el Joventut, y bueno, siempre hemos tenido la intención de montar un Campus aprovechando un poco la experiencia de lo que a nosotros como chavales nos gustaba más o menos y además aportar ese granito del juego de los profesionales. Entonces empezamos a montar el Campus Vidimiri, lo montamos desde cero y estamos orgullosos de la familia que hemos creado y de los niños y niñas que año tras año participan en nuestro Campus
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