La nueva temporada en la mejor liga de baloncesto del planeta está a punto de arrancar. Con los Golden State Warriors, un años más, partiendo como grandes favoritos, la campaña que se avecina tendrá otro tipo de atractivos más allá de que equipo saldrá campeón. Jugadores a los que será importante no perder la pista, ya que pueden ser determinantes a la hora de que sus equipos alcancen altas cotas. Unos llegan y otros se van. Una camada de novatos que ha generado grandes expectativas sustituirá a leyendas que han decidido colgar las botas. Estos son diez nombres propios de cara al curso 2018-2019:
DeAndre Ayton
Un jugador llamado a dominar la liga en los próximos años. Elegido en número uno del Draft, Ayton apunta a ser uno de esos talentos que rara vez aparecen. 2,16 metros de puras capacidades baloncestísticas. En ataque lo tiene todo. Al estilo de Joel Embiid, es capaz de hacer daño al poste o saliendo fuera, gracias a su fluida mecánica de tiro. En Phoenix esperan que siga al ritmo mostrado durante la pretemporada, donde ha estado a un rebote de promediar un doble-doble. Sin embargo, sus ganas de defender decepcionaron el año pasado en Arizona. Se le acusa de no leer bien el juego en el otro lado de la cancha, con desconexiones a lo largo de los partidos. Sin embargo, su tremendo poderío físico debería facilitar su crecimiento como gran protector de aro. Ese será su gran aspecto a mejorar.
Michael Porter Jr.
Una lesión de espalda le relegó a un segundo plano durante la noche del último Draft. De no haber pasado por el quirófano, apuntaba a número uno de este año. Con 2,11 su posición natural es la de alero, pero podría ejercer como ‘cuatro’ en el juego actual. Ostenta un tremendo abanico de recursos en ataque, que le permiten hacer daño tanto por dentro como por fuera. Además, posee instinto defensivo, potenciado por sus capacidades físicas. Sin embargo, el asterisco de su lesión de espalda pesa, y mucho. Nadie se atrevió a jugársela con Porter hasta que los Nuggets lo seleccionaron en 14ª posición. Durante su año universitario tan solo jugó tres partidos antes de lesionarse y en su regreso dejó destellos, pero se le notaba la falta de ritmo. Todavía sin fecha de vuelta, si definitivamente se recupera puede ser el robo del año. Más mimbres para un proyecto que ilusiona. Partiendo del privilegiado cerebro de Nikola Jokic, Denver tiene un potencial ofensivo para dominar la liga. Porter Jr. puede ser el jugador que les haga subir de nivel.
Marvin Bagley III
Los últimos tiempos han sido una sucesión de malas decisiones en Sacramento Kings, relegado a los últimos puestos de la Conferencia Oeste. En la capital californiana no pisan playoffs desde la temporada 2005/2006. Para más inri, la marcha de DeMarcus Cousins rumbo a New Orleans dejó a la franquicia sin un gran faro que los guiase. Con un bloque joven en el que confiar de cara al futuro, Bagley apunta a ser la próxima estrella de la franquicia. Número dos del Draft, el ex-jugador de Duke es el ejemplo de hombre grande moderno. Capaz de ejercer tanto de ‘cuatro’ como de ‘cinco’, con sus 2,11 posee una capacidad atlética asombrosa. Según la mayoría de expertos, es el gran talento ofensivo de este año, dada su agilidad y plasticidad, sumadas a un repertorio en ataque que le permite anotar, prácticamente, desde cualquier posición. Puede ser letal en transición y jugando por encima del aro. Pese a ello, su implicación defensiva, potencial aparte, genera más dudas.
Luka Doncic
La gran perla eslovena. Un base de 2,01 que puede jugar y hacer grandes labores en cualquier posición exterior. Llega del Real Madrid con todas las distinciones individuales y colectivas bajo el brazo: campeón de la liga Endesa y la Euroliga, siendo nombrado MVP en ambas competiciones con tan solo 19 años. Además, en septiembre de 2017 ganó el Eurobasket con Eslovenia, un país de apenas dos millones de habitantes. Hay quien dice que ningún jugador en la historia de Europa ha llegado al nivel de Doncic a tan temprana edad. No obstante, los escépticos creen que tal vez no esté preparado para el reto que tiene por delante: dominar en una liga de una exigencia física superior. En Dallas no dudaron en reclamar sus servicios, y apunta alto en las predicciones de cara al Rookie del Año. Talento le sobra, y a diferencia de otros prospectos llegados de la liga universitaria, Doncic ya lo ha acreditado a nivel profesional.
Markelle Fultz
No es un rookie al uso, pero como si lo fuera. Una extraña lesión en el hombro nos privó de ver en plenitud el primer año profesional del base de los Sixers. La preocupación por su lanzamiento exterior se tornó máxima, daba la sensación de que se le había olvidado cómo tirar a canasta. No obstante, los últimos informes apuntan que, poco a poco, está recuperando la confianza en su tiro y en sí mismo. Durante su único año en la NCAA, con los Washington Huskies, fue un absoluto huracán. En ataque era capaz de todo y ningún analista dudaba de que fuese el jugador con más talento de toda la camada. Philadelphia, en un trueque con Boston, optó por él. Pero en otra desgracia más con sus jóvenes promesas, la cosa se torció y apenas se pudo vislumbrar algo de Fultz en todo el curso. Si está sano, puede dar un punto diferencial a su equipo, que a pesar de la juventud de sus estrellas ya demostraron de lo que son capaces con 52 victorias en temporada regular.
Dwyane Wade
Leyenda. Uno de los mejores escoltas que ha pisado una cancha de baloncesto. Eligió su casa de siempre para un último baile: South Beach. En una Conferencia Este sin el eterno fantasma de LeBron James, Flash intentará llevar a sus pupilos a una nueva postemporada, despidiéndose de la liga en el ambiente que más le gusta: los playoffs. A sus 36 años, Wade decidió que la 2018/2019 sería su última campaña portando la camiseta de Miami Heat. Sus piernas no son las que eran, y tal vez no le veamos saltar tan alto ni machacar el aro con la explosividad de antes. Pero en Miami pueden estar tranquilos, el talento y la inteligencia en pista no escapan. Un jugador con su jerarquía dará al vestuario la templanza necesaria cuando las cosas les vengan mal dadas. Haslem y Wade volverán a ejercer de mentores en una plantilla que ya fue sexta en el Este la temporada anterior.
Dirk Nowitzki
En un baloncesto que empieza a habituarse a hombres cercanos a los siete pies de altura que lanzan como un escolta, todo surgió de él. El alemán se ha convertido en un icono dentro la NBA, un europeo que consiguió la mayor distinción individual posible: el MVP de la temporada en el año 2007. Más 31.000 puntos anotados en su carrera, con una gama de fadeaways que a día de hoy siguen pareciendo indefendibles. No lo ha dicho abiertamente, ni tampoco se ha publicado nada al respecto. Sin embargo, sus 40 primeras y, sobre todo, las 21 temporadas en Dallas Mavericks indican que el final puede estar cerca. Dirk renovó a la baja por un año, para que el equipo se pudiera rearmar en el oeste más salvaje que se ha visto nunca. Con el fichaje de DeAndre Jordan y la elección de Luka Doncic en el Draft, el plantel mejoró notoriamente. En palabras de su entrenador, Rick Carlisle, Nowitzki saldrá desde el banquillo por primera vez desde su primer año en la liga. Sin embargo, tendrán muy difícil poder disputar una plaza de playoffs.
Kawhi Leonard
Protagonizó el culebrón del año en la NBA. Todo apuntaba a que sería el próximo jugador generacional en los Spurs, tomando el relevo de Tim Duncan. MVP de las Finales en 2014 y dos veces Mejor Defensor del Año. Sin embargo, una lesión en el cuádriceps derecho se complicó más de lo necesario y lo truncó todo. Kawhi se desenamoró de San Antonio y pidió salir de la franquicia, cogiendo por sorpresa a propios y extraños. Su llegada a Toronto abre una nueva perspectiva en el Este más abierto de los últimos años y la expectación por ver a The Claw compitiendo de nuevo es muy alta. Si regresa al nivel mostrado hace dos campañas, es uno de los cinco jugadores más determinantes de la liga. Máxima fiabilidad ofensiva, y el perro de presa más incómodo de la competición. Habrá que ver si un año de absoluta inoperancia no le ha pasado demasiada factura.
Jimmy Butler
Al igual que Leonard, se trata de otro jugador que está dando que hablar debido a sus rencillas internas en Minneapolis. Además, también representa un perfil similar al de Kawhi, de gran impacto defensivo y habiendo mejorado año a año en la parcela ofensiva hasta convertirse en estrella. Su salida de los Wolves podría voltear la competición y las opciones de la franquicia en la que recaiga, sobre todo si lo hace en algún equipo aspirante. Como podrían ser los Houston Rockets, una de las opciones más sonadas, en su segundo intento por derrocar a unos Warriors que parecen tener menos competencia real que nunca. Todavía no se ha resuelto nada y, al parecer, ya se vetó en el último instante el traspaso del alero tejano a Miami Heat. Tom Thibodeau no quiere perder al segundo jugador más importante de su plantilla (Towns sigue ahí), pero todo apunta a que terminará saliendo del equipo.
Glenn “Doc” Rivers
Nueva era en Los Ángeles Clippers. Los traspasos de Blake Griffin y DeAndre Jordan terminaron de certificar algo que parecía obvio tras el adiós de Chris Paul: Lob City había acabado. Considerado durante muchas temporadas uno de los mejores técnicos de la competición, Glenn Rivers quedaba muy tocado por los pobres resultados cosechados, con unas Semifinales de Conferencia en 2014 y 2015 como máximos logros. Sin embargo, en plena reconstrucción los Clippers lograron finalizar la última temporada con un balance de 42-40, muy por encima de lo esperado. Llegan nuevos nombres al equipo como Gortat o Mbah a Moute, un viejo conocido. Queda en manos de “Doc” moldear un plantel que tiene distintas variantes con Beverly, Bradley, Teodosic o Williams. Pese a no tener el cartel de otros equipos en el Oeste, Rivers posee mimbres para dar más de un problema. Habrá que ver de lo que es capaz el entrenador oriundo de Chicago.
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