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Reflejos

Boston-Phila: el robo de Havlicek, ‘The Boston Strangler’ y la resurrección del duelo

La rivalidad entre Boston y Philadelphia ha vivido picos de gran intensidad, pero también épocas descafeinadas en los que se perdió toda identidad. Ahora, ambos proyectos luchan por la élite del Este y han revivido aquellas viejas rencillas.

Getty Images

Hay luchas que van más allá de equipos, banderas y colores. Batallas culturales entre ciudades que, de una manera u otra, sirven para generar rivalidades que serán indisolubles con el tiempo. Si ponemos la mirilla enfocando a la NBA, es imposible que no se te pase por la cabeza la pelea entre Celtics y Lakers. Sin embargo, sin hacer tanto ruido, la rivalidad que mantienen Boston y Philadelphia está muy lejos de quedarse atrás.

Los libros de historia cuentan que, la primera vez que se vieron las caras en una cancha de baloncesto rondaba 1950. En dicho partido (de hace unos 70 años), los Nationals se imponían a unos Celtics en un duelo que supuso el comienzo de una competencia histórica. La primera piedra de las 553 que se pusieron y sirvieron para construir una historia que, a día de hoy, ha vuelto a resurgir con fuerza. Precisamente por esto, la NBA está trabajando para comercializar una disputa que sirvió para formar las bases de lo que es hoy la liga.

No sería de extrañar que estos dos equipos se viesen las caras en los actuales Playoffs, para entender bien este duelo hay que echar una mirada atrás. Comenzando desde el «Havlicek stole the ball», ‘The Boston Strangler’, pasando por el ‘Beat L.A’ y terminando con el duelo que viven en la actualidad. Un pequeño repaso a la historia de una de las mayores batallas del baloncesto americano, sin duda la más grande de toda la Costa Este de los Estados Unidos.

«Havlicek stole the ball!»

Hace más de 50 años de aquello, una realidad que no ha permitido olvidar el que es considerado uno de los mayores símbolos de toda la historia de los Boston Celtics. Un robo que será recordado eternamente y sirvió para generar una de las citas más legendarias de la NBA por parte de un Johnny Most que gritaba al micrófono preso de la emoción: “Havlicek stole the ball!”. Sin duda, todo un emblema para la NBA y los aficionados del trébol verde.

Antes de aquello, Boston, había ganado cuatro de las siete series que jugaron contra los Nats (como se llamaban antes de mudarse a Philadelphia) y de esta forma se convirtieron en su bestia negra. Sin embargo, los de ‘Philly’ añadieron a su ‘roster’ al gigante Chamberlain y las fuerzas se igualaron. Cuando se vieron las caras en Playoffs, la serie se fue a siete partidos y el duelo Chamberlain-Russell llamó la atención de propios y extraños.

En los Playoffs de la década del ’65, los Sixers consiguieron llevar a los Celtics al séptimo partido y ponerles contra las cuerdas. En aquel encuentro, los chicos de Philadelphia consiguieron remontar la renta que tenían los Celtics. No obstante, los de Boston tiraron de su característico ‘orgullo’ y entonces ocurrió. ‘Philly’ sacaba de banda con cinco segundos, los Celtics bloquearon la posibilidad de pase a Chamberlain y se produjo el robo. Havlicek, el cual estuvo magistral, se hacía con la posesión y se desataba la locura en Boston. Los Celtics llegaban a las Finales de la NBA y se hacían con su séptimo Anillo consecutivo. Sin lugar a duda, el primer momento histórico entre dos ciudades destinadas a odiarse.

‘The Boston Strangler’

Si retrocedemos en la historia de estos dos equipos, es imposible no pensar en ‘The Boston Strangler’. ‘El estrangulador de Boston’ fue un asesino en serie que sembró el caos en la ciudad de Massachusetts tras acabar con la vida de 13 mujeres. El criminal respondió al nombre de Albert Henry DeSalvo, un chico de Chelsea con un pasado violento, y un padre conocido por sacar los dientes a su mujer y quebrar sus dedos.

Pese a este pasado oscuro y reconocer los asesinatos, todavía sigue habiendo mucha controversia acerca de la autoría de semejante atrocidad. Susan Kelly, una autora que tuvo acceso a los archivos de la Comunidad de Massachusetts en «Strangler Bureau«, sostuvo que los asesinatos fueron un trabajo de varios asesinos y no de un solo individuo. Otro autor, ex perfilador de FBI, dijo: “estás utilizando diferentes patrones que son inconcebibles, ya que todos estos comportamientos no podrían caber en una sola persona”.

Pese a las controversias, DeSalvo, fue sentenciado a cadena perpetua en 1967. Ese mismo año, escapó con dos compañeros de prisión provocando una persecución a gran escala. Tres días después de la fuga, llamó a su abogado para entregarse. Fue trasladado a la prisión de máxima seguridad, conocida en aquella época como Walpole, donde más tarde se retractó de sus confesiones. Seis años después, fue encontrado asesinado a puñaladas en la enfermería de la prisión.

Volviendo al baloncesto y dejando a un lado esta curiosa historia, hubo un jugador de los Sixers que se ganó a pulso ser considerado ‘The Boston Strangler’. Andrew Toney fue conocido por hacer la vida imposible a los Celtics y en las Finales de la Conferencia Este de 1982 dio un paso adelante para derrotar a Bird y compañía, siendo capaz de eclipsar figuras como la de Julius Erving. El bueno de Andrew destacó por ser un anotador compulsivo que dominó la media distancia con frialdad, una faceta que llegaba a niveles superlativos cuando tenía enfrente a los Celtics.

Precisamente fue en unas Finales de Conferencia Este cuando, ‘The Boston Strangler’, se ganó más que nunca dicho mote. En el ‘Game 2’ se fue hasta los 30 puntos, en el cuarto encuentro anotó 39 con un 14 de 21 en tiros de campo y en el séptimo partido convirtió 34 para clasificar a Philadelphia a las Finales de la NBA. Una hazaña que no dudó en alabar el propio Larry Bird, que se deshizo en halagos ante su verdugo. El que es actualmente GM de los Celtics, Danny Ainge, reconoció tenerle más miedo que a Michael Jordan.

«Siempre que tenía el balón sabíamos que nos iba a meter canasta».

Larry Bird sobre Andrew Toney.

Con los Celtics derrotados en el TD Garden, sucedió otro momento histórico entre estos dos equipos. La afición de Boston, consciente que Philadelphia se vería las caras en la Final con Los Lakers, se unió para cantar ‘Beat L.A’ pidiendo al contrario que ganase al eterno rival y privase a Lakers de conseguir el Anillo ese año. Un hecho que no se produjo puesto que, Kareem Abdul-Jabbar, Magic Johnson y Bob McAdoo, se impusieron a los Sixers en seis partidos y se alzaron con su octavo Anillo de la NBA.

La revitalización del duelo

La última década entre estos dos equipos estuvo marcada por el abusivo ‘tanking’ que protagonizaron los Sixers. Un hecho que repercutió en la rivalidad y que dejó el duelo en estado durmiente. Sin embargo, en Philadelphia hace tiempo que se dejó de hablar de tanques y perder partidos. Ahora cuentan con un proyecto que goza de buena salud y que está llamado a hacer grandes cosas en Playoffs.

Por parte de los Celtics, la situación es parecida. Tienen un ‘roster’ formado por un núcleo joven y acompañado por grandes estrellas como Kyrie Irving, Al Horford y Gordon Hayward. Además, en sus plantillas (tanto Celtics como Sixers) poseen jugadores ‘guerrilleros’ capaces de llevar los encuentros al barro y complicar las estructuras ofensivas rivales. A esto hay que sumarle el hecho de que, distintos factores, han provocado que dicha rivalidad se vea potenciada.

El debate Simmons-Tatum

Ben Simmons y Jayson Tatum son dos nombres llamados a dominar la NBA en los próximos años. Pese a ser dos jugadores diferentes, cuentan con un aspecto común: un talento descomunal y una capacidad innata para acaparar focos. También, hay que destacar que Tatum llegó a Celtics mediante el traspaso que hizo que, Markelle Fultz, fuese ‘drafteado’ por los Philadelphia 76ers.

Los números del australiano durante este año están siendo de: 16.9 puntos, 8.9 rebotes y 7.8 asistencias. El ’25’ de los Sixers ha sido All-Star por primera vez en su carrera deportiva y de su buen funcionamiento en Playoffs dependerán las aspiraciones de su equipo. Una postemporada que, precisamente el año pasado, se le atragantó y los Boston Celtics supieron castigar derrocándolos en el duelo directo entre los dos equipos.

El caso de Tatum es diferente al de Simmons. Hay voces que esperaban ver su rendimiento a un nivel superlativo. Sin embargo, sería muy injusto cargar contra un jugador que se encuentra disputando su segundo año en la NBA. Por otra parte, él demostró en los Playoffs del pasado año ser un jugador nacido para los momentos importantes y pese a su juventud fue capaz de echarse el equipo a la espalda. En los pasados Playoffs promedió 18.5 puntos, 4.4 rebotes y un 47.1% en tiros de campo. Sin lugar a dudas, estos dos jugadores invitan a pensar que el duelo entre ambos equipos tiene un futuro muy prometedor.

Duelo de altura, Embiid y Horford

Joel Embiid era entrevistado después de un partido y decía lo siguiente: «soy el jugador más imparable de la NBA». Una afirmación atrevida pero que da pistas acerca de la confianza que tiene en su juego. Y no es para menos, el pívot de origen camerunés está promediando casi 28 puntos por encuentro y es el eje central por el cual gira todo el proyecto de ‘Phila’. Una bestia de siete pies que combina un juego de pies exquisito, con una gran capacidad para abrirse y una potencia desbastadora en la pintura.

Sin embargo, si hay un jugador que ha demostrado ser un gran problema para él, ese es Al Horford. La estrella dominicana cuenta con una amplia experiencia y es clave en el sustento de la defensa verde. El ’42’ de los Boston Celtics tiene grandes habilidades para defender en la pintura (además de ser muy versátil) y rara es la ocasión en la que cae en una finta. Un hecho que complica las cosas a Embiid que, gran parte de su juego, se basa en su movimiento de pies.

El ‘defensive rating‘ de Boston en los enfrentamientos directos contra Sixers, cuando Al Horford está en pista, es de 102.8 puntos por cada 100 posesiones. Un adversario que esta temporada está promediando 111.5 de ‘OFFRTG’ y que (contra Celtics) baja a los 103.4 puntos. Unos datos que no hacen dudar a Embiid que su bajada de rendimiento no es debido a la defensa de ‘Al’, sino a errores suyos.

«Él no está haciendo nada, es algo mío».

Joel Embiid sobre la influencia de Horford en su rendimiento (vía Dave Uarm).

Los números dicen que, desde comenzaron los Playoffs del pasado año, Embiid ha anotado 83 puntos en 80 lanzamientos sobre el domenicano. Cifras que resultarían imposibles de entender sin analizar la telaraña defensiva que ha montado Brad Stevens sobre su figura. El All-Star titular de este año ha estado lidiando con ‘2vs1’ prácticamente constantes y con las presencia tanto de ‘Al’ como del propio Bynes cada vez que saltaba a cancha. Eso sí, al contrario que en los pasados Playoffs, este año estará mucho mejor acompañado.

Elton Brand ha movido ficha en el mercado y se ha hecho con los servicios de dos jugadores impresionantes. Jimmy Butler y Tobias Harris se unen a Simmons y Embiid para formar un cuarteto de ensueño en la ciudad de Philadelphia. De este modo ‘The Process’ llega a su etapa final y se ve con posibilidades de aspirar a todo este año. Sin embargo, los Celtics también podrán contar con Irving y un Hayward que, poco a poco, va cogiendo ritmo. Sin duda piezas que ayudan a abrir el apetito de cara a un hipotético cruce en Playoffs.

Los Boston Celtics han ganado tres de los cuatro encuentros que han disputado estos dos equipos en ‘RS’.

Si Celtics y Sixers se quieren ver las caras en los Playoffs, tendrán que luchar por llegar a las Finales de Conferencia Este. Para ello tendrán que despejar un camino complejo y plagado de obstáculos, en el que todo podría pasar. La historia entre estas franquicias nos ha dejado momentos inolvidables, pero visto como se están desarrollando los acontecimientos y lo que depara el futuro, esto acaba de comenzar. Una de las mayores rivalidades de la historia del deporte, ha vuelto. La NBA está de enhorabuena.

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