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Costa a costa

Todo lo que nos dejó el Mundial de China

Dos semanas de baloncesto dan para mucho. Repasamos lo que nos han dejado los treinta y dos participantes del Mundial de Baloncesto de China 2019

El mundial más numeroso de la historia también ha sido el que más sorpresas por metro cuadrado ha deparado, fruto de un sistema de competición que apenas permitía los errores y los partidos para administrar el desgaste de otras ediciones. España sumó trece año después su segundo título, Argentina tomó una máquina del tiempo para revivir los sentimientos olvidados de la Generación Dorada, mientras que Estados Unidos se veía fuera del torneo en cuartos tras reunir al equipo más vulgar de los últimos quince años. Esto fue todo lo que pasó en el Mundial de China 2019

Alemania (18º)

Batacazo del baloncesto teutón en la cita asiática. Con una plantilla con a priori que contaba con buenos mimbres, y un grupo no excesivamente complicado, quedaron eliminados el segundo día, dando serias muestras de ser un equipo poco trabajado y dependiente de la inspiración de Dennis Schroder, principal foco de las críticas (40% en tiros de campo). Estarán en el Preolímpico.

Angola (27º)

Tenía muy complicado pasar de ronda en un grupo con Serbia e Italia, y al menos pudo llevarse una honorífica victoria ante Filipinas, aunque eso sí, se echó en falta que pudiera competir ante los favoritos. El objetivo era ser el mejor africano y tampoco estuvo cerca de conseguirlo. Urge un relevo de garantías para una generación agotada.

Argentina (Subcampeones)

Un milagro. Los argentinos retrocedieron una década atrás en el tiempo y se volvieron a mostrar como un equipo bravo… que además jugaba al baloncesto de forma maravillosa. Un inconmensurable Scola guió a los suyos en unos cuartos de final históricos ante Serbia. Después eliminarían a Francia de forma brillante para llegar desfondados a la gran final. Histórico.

Australia (4º)

Puede que estemos ante la gran perdedora del Mundial de China. Se plantaron en semifinales sin sufrimiento, y en un duelo a vida o muerte contra España, perdieron tras dos prorrogas. Posiblemente sean la mayor amenaza a día de hoy para un Estados Unidos de primer nivel, pero siguen dejando dudas de su capacidad de sufrimiento en los partidos de pierde paga.

Brasil (13º)

Dejaron una buena imagen, ofreciendo un buen nivel competitivo durante gran parte del torneo. Esa es la buena noticia, la mala, es que lo hicieron tirando de un equipo envejecido y que necesita una renovación urgente. Tendrá complicado estar en la cita olímpica el verano que viene.


Canadá (21º)

Estarán en el Preolímpico, y si para entonces logran reunir a todo el talento que su suponen atesoran, será un equipo distinto completamente. Con todas sus bajas, nadie esperaba nada de ellos, aún así, pobre rendimiento siendo apalizados porLituania y Australia en la primera fase.

China (24º)

Otra decepción. En un grupo hecho a su medida, naufragaron en los partidos clave de Venezuela y Nigeria, perdiendo sus opciones de Juegos. Toca reflexionar en un país del que se esperaba fuera la gran potencia asiática, y que solo ha conseguido tapar el talento nacional en su liga a base de jugadores extranjeros pagados a precio de oro.

Corea del Sur (26º) y Costa de Marfil (29º)

Dos de esos equipos intrascendentes que demuestran el error deportivo de un mundial de treinta y dos equipos.

España (Campeones del Mundo)

Nadie contaba con esto. Trece años después, campeones del mundo. La transición desde los Juniors de Oro se ha culminado de la forma más sorprendente y grandiosa imaginable. Ricky Rubio (MVP), Marc Gasol (partido clave ante Australia) y las labores de intendencia de Llull, Rudy y Víctor Claver, indispensables. Lección de planteamiento y scouting de Sergio Scariolo, que -parece mentira- queda consagrado como una leyenda de nuestro baloncesto tras el mundial. Enormes.

Estados Unidos (7º)

Eran, pese a las innumerables bajas, el máximo favorito al oro. Sin embargo, y pese a que no se atisbó poco trabajo o prepotencia, los americanos vieron enormemente penalizadas sus carencias interiores en el choque de cuartos de final ante Francia, con Rudy Gobert como verdugo. La duda de qué equipo podrán reunir de cara a Tokio condicionará el torneo.

Filipinas (32º)

Paso atrás del baloncesto filipino. Con un Andray Blatche ya muy lejos de su mejor versión, el estilo de juego del combinado asiático demostró ser poco trasladable a una competición de alto nivel. Pese a todo, deberían seguir creciendo si logran una buena política de nacionalizados.

Francia (medalla de bronce)

Irregulares. Ofrecieron su mejor cara en el histórico partido ante Estados Unidos de cuartos, para después volver al suelo en semifinales, donde mostraron las mismas carencias de los últimos años: escaso acierto en el tiro y pobre capacidad de sufrimiento. Evan Fournier realizó su mejor torneo con la selección gala, mientras que Batum certificó su defunción como élite, anunciada previamente en la NBA.

Grecia (11º)

Siguen sin tener ni la más remota idea de como aprovechar todo el potencial de Giannis Antetokounmpo. Da la impresión de que hay dos estilos de juego en la selección helena que luchan por imponerse, y hasta que no se de respuesta a eso llevando un equipo hecho a la medida de su estrella, no llegarán a ninguna parte. Por favor, que Nick Calathes y Giannis no vuelvan a coincidir nunca más sobre una pista de baloncesto.


Irán (23º)

Premio gordo para Irán, que consigue billete olímpico como mejor equipo asiático, donde posiblemente sean el rival más asequible de todo el torneo de lejos. Los de Hamed Haddadi practican un baloncesto arcaico, casi entrañable, pero saben disimular sus carencias ante equipos de similar nivel. Y eso en un torneo un tanto flojo como este tiene mucho valor.

Italia (10º)

La generación de los Belinelli, Gallinari y Datome se nos han hecho mayores sin apenas ningún indicio de evolución en su nivel competitivo. Se cruzaron con dos rivales importantes -Serbia y España- y antes los dos naufragaron. Especialmente hiriente resultó con los que campeones, con los que empataban a tres minutos para el final del partido y acabaron sin competir. Pocas opciones de estar en Tokio 2020

Japón (31º)

Mucho que progresar y poco tiempo para hacerlo. Los nipones perdieron todos sus partidos, algunos de forma escandalosa, y dejaron pocas notas para el optimismo, a excepción del NBA Hachimura. Será interesante comprobar el plan que hay de cara a la cita olímpica, si es que existe alguno.

Jordania (28º)

Consiguieron una histórica victoria ante Senegal en un partidazo de Dar Tucker. Básicamente eso es lo único reseñable de uno de los equipos más débiles de los presentes en China, y que debería tardar en volver a asomarse en una cita de primer nivel.

Lituania (9º)

De acuerdo, los echaron del Mundial en parte a un fallo arbitral ridículo, pero eso no debería servir como obstáculo para advertir que el nivel del baloncesto lituano sigue descendiendo inexorablemente desde hace años. Decepcionante torneo de Sabonis en su primera gran cita internacional con galones de jugador importante.

Montenegro (25º)

Vucevic en torneos FIBA es un jugador mucho mejor que el que solemos ver en la NBA, y el segundo hombre de mayor nivel es su suplente, lo cual es un serio problema. Poca brillantez y menos acierto, justo lo que no necesitaban en un grupo complicado.

Nigeria (17º)

Billete olímpico para un grupo que llegó con problemas extra deportivos a China y sale con una sonrisa. Brillante torneo del joven Josh Okogie, que será la gran referencia ofensiva en Tokio.

Nueva Zelanda (19º)

Lejos queda ya la edad dorada de los kiwis, sin embargo, siguen siendo un grupo de guerreros al que hay que matar mil veces. Estuvieron a centímetros de dar la sorpresa del torneo dejando a Grecia fuera en la primera fase, en uno de los mejores partidos de toda la primera fase.

Polonia (8º)

Una de las sensaciones del torneo, si no por juego, sí por resultado. El equipo polaco mostró un gran sentido del juego colectivo y alcanzó unos sorprendentes cuartos de final con un equipo sin apenas individualidades. El objetivo (complicado) será refrendar la hazaña llegando a los Juegos.

Puerto Rico (15º)

Talento e irregularidad. Puerto Rico cumplió llegando a segunda fase, el máximo que por nivel podían alcanzar. Estupenda actuación de David Huertas, un anotador que ha alcanzado el punto más alto de su carrera a los 32 años. Sería interesante ver que papel asume en un equipo europeo.

República Checa (6º)

La gran sorpresa. Los de Tomas Satoranski se cargaron en su camino a Turquí y Grecia, alcanzado un histórico sexto puesto. Atentos a este equipo si sigue su progresión y logran añadir a Jan Vesely a la plantilla, tienen capacidad de dar un susto en los cruces de un gran torneo.

República Dominicana (16º)

La gran pregunta del torneo. ¿Hasta dónde podría llegar los del Ché Guevara Dominicana con sus NBA en pista? Quizás- o quizás no- lo comprobemos en el torneo PreOlímpico del próximo verano. Por lo pronto, alcanzaron de forma brillante la segunda fase, muro natural para sus limitaciones en el juego interior.

Rusia (12º)

Salvaron los muebles llegando a la segunda fase, que viendo el nivel mostrado, no está nada mal. La travesía por el desierto del baloncesto ruso se antoja todavía muy larga, sin que la nueva generación haya dado un paso adelante… ni parezca que lo vaya a dar.

Senegal (30º)

Otra de esas selecciones que por nivel, jamás debería pisar nada parecido a una competición que se llame Copa del Mundo. Relleno.

Serbia (5º)

En Serbia iba todo bien… hasta que se cruzaron con España. Arrasaron en la primera fase, pero el sistema de dos interiores grandes se estrelló a la hora de la verdad. Djordjevic, muy señalado, dejará de ser seleccionador de un equipo al que se le intuyen serios problemas de carácter y competitividad en los momentos claves.

Túnez (20º)

Al menos sacaron billete para el Preolímpico, premio de consolación para el que quizás sea el equipo más sólido del continente africano. Su falta de talento exterior les penaliza demasiado en torneos de primer nivel.

Turquía (22º)

De estar a punto de tocar la gloria con cuatro tiros libres fallados ante Estados Unidos, a volverse a casa tras caer con la República Checa en un partido depresivo. Turquía ha resultado una de las grandes perdedoras de este mundial. Tocará revolución si no hay billete a Tokio.

Venezuela (14º)

Aceptable papel de la vino tinto, a la que le faltó un poco más de suerte en la segunda fase. Tienen calidad y sobre todo un estilo. Notable torneo del interior Michael Carrera, otro jugador al que sería interesante volver a tener por Europa de nuevo.

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