Suena mientras plasmo estas líneas, el viejo álbum de Metallica cuyo titulo, y ciertas estrofas, encajan como anillo al dedo para darle título a uno de los asuntos de más rabiosa actualidad en el basket del viejo continente. El futuro a corto plazo en el CSKA de Itoudis y Mike James dio, está dando, y dará pie a varias corrientes de opinión, casi tantas como problemas han existido entre Itoudis y James esta temporada. Con el CSKA a solo una victoria de alcanzar la Final Four y con un duro playoff en la VTB en el horizonte, creo que es buen momento para analizar el estado de las cosas en el equipo de Moscú.
“Animosidad muy escondida, tan engañosa….”
CSKA no dispone de un Director deportivo como el que hay en otros muchos equipos europeos, es el propio Itoudis quien se encarga de confeccionar las plantillas, así que se puede considerar que fue el entrenador griego quien dio el visto bueno a la llegada de Mike James tras la fuga de talentos que se produjo en el CSKA vencedor de la última final de Euroliga que han visto nuestros ojos. Avalado personalmente por Kyle Hines, James llegó a Moscú con un contrato diseñado por un año, con todas las interrogantes y perspectivas de futuro adicionales en el alero. Reconozco haber dudado de la química que surgiría entre dos personalidades como Itoudis y Mike James, sin embargo a tenor de lo que pudimos ver hasta que el COVID puso final a la pasada campaña, no puede decirse que pasase nada anormal. Desgraciadamente, la pandemia nos impidió conocer el desenlace de una temporada que presentaba el mismo escenario que esta: la candidatura del CSKA no era la mejor preparada para la Euroliga y el Khimki estaba firmando la mejor temporada de su historia. Descartando todas las posibles direcciones que podría tomar una frase encabezada por un “If…”, CSKA decidió ofrecer un contrato por tres temporadas a Mike James. Para muchos el gran error de Vatutin y el origen de la situación actual. De aquellos barros vienen estos lodos….
“No puedo creer el precio que pagas….”
Quizá este sea un intento desesperado de hacer justicia a los implicados en esta historia, ya que si comenzamos con Mike James lo primero que salta a la vista es que hay un Mike James distinto tras la firma del contrato este temporada baja. Se le ha visto a mi juicio, más decisivo en la pista, con una enorme confianza en si mismo y en su idilio con el más puro espectáculo. James sabe que es un “asesino” , uno de los mejores solistas que puedes encontrar en Europa , sabe lo importante que era para el equipo, y aunque pueda parecer contradictorio, la situación actual en en parte motivada por este conocimiento de su importancia en el equipo, y de la duración de su contrato. La suma de esos dos aspectos, explica la actitud de James, un tipo acostumbrado a establecer sus propias reglas y a tomar decisiones en la pista ajenas a las instrucciones del entrenador. Con todo ello, salvo puntuales excepciones, nadie puede negar que James habla en la pista más alto aun de lo que lo hace en Twitter. Y es complicado porque en Twitter habla mucho, pero maldita sea, el tipo respalda en la pista sus palabras. Después de su cuarta “insurgencia” de la temporada.- existe un primer roce entre James e Itoudis que no trascendió a la prensa antes de que apartaran a James tras la derrota en VTB ante el Khimki-, James aceptó la invitación de Itoudis de irse a casa en medio de un partido ante el Unics Kazan, cambiando la pista por Twitter. Tras anunciar su intención de terminar la temporada en la NBA ha sido contratado como temporero por los favoritos para ganar el título de la NBA los Brooklyn Nets ante la ausencia de Harden. Sus bipolares declaraciones en Twitter, no resuelven nada en lo relativo a los deseos del jugador, pero da la sensación de que por su parte no hay un deseo aparente de regresar a Moscú. ¿Una locura que esté en el CSKA 2021-22?. Probablemente sería la decisión más controversial del club en su ya larga historia., pero posibilidades existen, aunque en mi opinión es bastante más complicado que lo que se trata de hacer ver desde distintos medios. Una larga lista de personalidades en el baloncesto ruso, se han manifestado taxativamente en contra de volver a ver a James vestido de rojo. Evgeny Gomelski , hermano de Aleksandr Gómelski, por ejemplo manifestó públicamente que que “» mejor pregunten a Ettore Messina, el entrenador del Olimpia de Milán, por qué renunció a James. Hay una expresión: «Es peligroso para ambos equipos, para el enemigo y para el suyo». Hace unas semanas tuve ocasión de hablar con Sergei Tarakanov, que mostró una opinión distinta: “Respecto a Mike James, seguirle resulta muy interesante. Aunque esté un poco loco, siempre es interesante verle jugar para ver qué es lo que puede hacer, porque es un jugador extraordinario.»
“Nada te puede salvar…la justicia se ha ido….la justicia ha sido violada…”
Desde que se escenificó la separación entre James e Itoudis, el comportamiento y la lógica del entrenador griego ha sido clara y concisa. Con toda la contundencia posible en cada declaración de prensa, Itoudis ha ratificado el deseo que le hizo llegar a la dirección bastante tiempo antes del último levantamiento de la “insurgencia” representada por el ahora temporero de los Nets. Los intentos de restablecer las relaciones entre ambos, terminaron con un duelo al sol entre el entrenador y la estrella principal. Tras la enganchada que hubo cuando Mike James dice que no le permitieron volar a Estados Unidos( fuentes familiarizadas con la situación aseguran que de hecho el CSKA si le dio el permiso), el equipo de Itoudis realizó dos penosos partidos ante el Alba y el Bayern, evidenciando que no había plan alternativo para Mike James. Y eso no es culpa del jugador, es culpa del entrenador por no haber encontrado una alternativa en casi un año y medio. Algo que James sabía y ¿por qué no decirlo?, utilizaba en su propio beneficio. En el curriculum de Itoudis figuran dos copas de Europa de seis intentos, un balance que tienes que respetar te caiga mejor o peor el tipo, el problema es que da la sensación de que existe un cierto hartazgo hacia su persona. No es la primera vez que Itoudis tiene conflictos con sus jugadores, pero si que puede ser la última, al menos como entrenador del CSKA. O pone en los labios de Vatutin otro “Make Me Proud”, o estamos ante el final de ciclo de Itoudis. La posibilidad de no levantar un titulo en la presente campaña, planea sobre el horizonte. La canción de redención pasa por lograr algo sonado en este final de temporada. La sensación es que sin James, el equipo se muestra más conjuntado y practica un juego bastante más coral, pero hay serias dudas acerca de si será o no suficiente para ganar la VTB.
¿Qué es la verdad? No lo sé….lo siento….
Se da por hecho en ciertas corrientes de opinión que una posible salida de Itoudis traería de vuelta a Mike James a Moscú. Al mismo tiempo se señala a Obradovic como objetivo número uno. Como si Itoudis y Obradovic no hubiesen trabajado juntos, como si el griego no hubiese mamado los valores del serbio, dando por hecho que todos los entrenadores de Europa arden en deseos de liderar un proyecto encabezado por Mike James, algo en lo que tengo serias dudas. Por supuesto que habrá entrenadores dispuestos a eso, pero el riesgo es enorme. No se trata de traerte a Mike a tu equipo e integrarle, se trata de ir tú a CSKA, con todo lo que eso conlleva, a dirigir un proyecto liderado por uno de los jugadores más controversiales que han pasado por Moscú . El escenario es radicalmente distinto. Se busca un nuevo entrenador, se prepara un proyecto en torno a James y a los dos meses de competición, estalla una nueva “intifada”. ¿Y qué pasará esta vez ?, ¿enviarán de nuevo a James a la NBA?, ¿ buscarán otro entrenador ?. Probablemente ese riesgo le saldría al CSKA más caro que romper el contrato con un James al que no tengo la más mínima duda de que no le iban a faltar novias en caso de que CSKA le ponga en el mercado. Y no me refiero al mercado NBA, me refiero al mercado europeo, al mercado Euroliga. Se habla de unos cuatro millones de euros la tasación de los dos años de contrato que le quedan a Mike James con el CSKA, obviando el hipotético coste de otro proyecto fallido con James como “primer espada”, y obviando el crecimiento colectivo del equipo, un valor que difícilmente puede tasarse. Con o sin Itoudis, si lo estima oportuno, CSKA encontrará la forma de romper el acuerdo con James, por lo que la opción de que ninguno de los dos esté en Moscú el año que viene, es en estos momentos tan factible como cualquiera de las demás. El paso del tiempo, irá despejando las dudas.
“Buscando ninguna verdad, ganar lo es todo, lo encuentro muy terrible, muy cierto, muy real…..”
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