Poco queda ya de aquel Bayern que le puso la soga al cuello a un FC Barcelona que arrasó en liga regular. Ese correoso equipo de Trinchieri comandado por Lucic y una defensa casi impenetrable que también forzó el quinto partido de la serie el curso anterior ante Olimpia Milano. El estratega italiano marchó este verano después de una temporada convulsa marcada por las lesiones de jugadores clave como el propio Lucic o Weiller-Babb que dejó a los bávaros en décimo quinta posición al término de la jornada 34.
El proyecto alemán no quería dar su brazo a torcer y volvió a la carga con una apuesta brutal en el banquillo. Pablo Laso vuelve a dirigir a un equipo y toma los mandos de este Bayern con siete altas y siete bajas respecto a la temporada anterior en un intento por construir un proyecto a medio plazo bajo el mandato del entrenador español. Tras un arranque dubitativo, el equipo encadenó cuatro victorias en Baviera hasta caer derrotado la semana pasada ante Mónaco. Amenaza los puestos de playoffs cuando la primera vuelta a punto de poner su broche final.
Pablo Laso ha impregnado su marca de agua desde el primer momento. Las estadísticas avanzadas de RealGM dejan claro dónde marca diferencias el gigante alemán. El equipo está tercero en porcentaje de rebote ofensivo con un 34,7% y líder tanto en rebote defensivo con un 73,2% como en porcentaje de rebote total con 53,7%. Esto son representaciones del volumen de rebotes capturados sobre el total disponible. Las cifras muestran cómo el Bayern cede muy pocos rebotes ofensivos a sus rivales y les dificulta asegurar sus rebotes defensivos. Si buscamos el promedio puro, también es el equipo que más rebotes totales captura con casi 39 por encuentro, mientras que en ambas divisiones, defensivos y ofensivos, es tercero con 26 y 23 respectivamente. Esta superioridad bajo los tableros les permite ser el segundo equipo que más tiros de campo lanza con más de 66 en cada encuentro.
También hemos visto trazos del potencial defensivo del equipo. Lidera la competición en porcentaje de tiros taponados con casi nueve por ciento y empata con Maccabi en la segunda posición en tapones por choque con 3,1. En puntos encajados se sitúa en la parte alta de la clasificación con una media de 78,4. El quinteto titular aúna jugadores perfectos para cambiar en los bloqueos y defender diferentes posiciones como Leandro Bolmaro o Isaac Bonga, además de la garantía que siempre ha ofrecido atrás un excelso taponador como Serge Ibaka.
Pese a estas cifras formidables, no vemos al Bayern Múnich más arriba en la tabla porque también cuenta con carencias que debe paliar si quiere escalar posiciones. Es penúltimo en porcentaje de triples con un 33%, además de ser el tercer equipo que más lanzamientos intenta con más de 28 en cada partido. Un inmenso desequilibrio que merma el ataque de los teutones, que anotan casi diez triples por encuentro, octava posición. En asistencias, es el equipo que menos pases de canasta reparte con quince por partido, de las cuales casi la mitad tienen la firma de Bolmaro o Sylvain Francisco.
Laso mantiene una firme apuesta por los quintetos voluminosos; Devin Booker es el jugador que más juega, seguido de Ibaka con Bonga tercero, es decir, todo el frontcourt muniqués. El hispano-congoleño se ha erigido como líder del equipo. Vive una segunda juventud con 13 puntos, 7 rebotes, 1,5 tapones y un espectacular 44% de acierto en triples. Se siente muy cómodo como pívot y forma una gran pareja interior, al estilo clásico, con Devin Booker.
La mejora de este Bayern respecto a los primeros compases del curso también reside en el crecimiento con el paso de las jornadas de algunas de las arriesgadas apuestas que realizó en el mercado estival. Un torbellino anotador como Carsen Edwards sufrió horrores para meter canastas en sus primeros partidos, pero ya eleva sus promedios hasta 11,6 puntos. Ya no es la gran duda a nivel Euroliga que representó su estancia en Fenerbahçe. También asume galones un debutante en la competición como Sylvain Francisco, un lujo en lo estético que comienza a tener un gran impacto en cancha. Junto a Ibaka y Edwards, es el tercer jugador del roster que supera los diez tantos de promedio. Laso ha dado plena jerarquía a Bolmaro como base y el argentino se siente cómodo. Ha olvidado esa versión desencajada de Tenerife y vuelve a ser un guard colmado de confianza que aporta en el rebote, asiste y anota.
Bonga sigue su aterradora progresión. Un filón en el coast to coast que anota sus tiros a pies parados y es un fantástico reboteador. La talla del equipo nunca va a ser un problema. Más allá de ese crecimiento ofensivo, es un incordio en defensa junto a jugadores como Weiller-Babb, recuperado de sus problemas físicos, y Niels Giffey. Una terna de soldados que hacen de los bávaros un equipo correoso que puede convertirse en un serio aspirante a los playoffs en las próximas semanas.
Freddie Gillespie se marcha a Estrella Roja sin pena ni gloria en su estancia en la ciudad alemana. Pero a la vez asoma la cabeza Vladimir Lucic. El incontestable líder del proyecto los últimos años está en condiciones de jugar. Todo lo mencionado es la versión beta de este Bayern made in Laso, porque hasta que no entre a escena con pie de hierro el alero serbio no podemos vaticinar el verdadero nivel del cuadro alemán que ya mete miedo a Europa. Un jugador que aporta en todo, autosuficiente en ataque y probado a máximo nivel con una presencia en el mejor quinteto de la Euroliga en la temporada 20/21. Veremos si su recuperación permite al nuevo proyecto de Pablo Laso incrementar su récord en la segunda vuelta que hasta la fecha es de siete victorias y nueve derrotas.
Suscríbete a nuestras newsletter y no te pierdas ningún artículo, novedad, o menosprecio a Los Ángeles Clippers