Es muy difícil seleccionar a diez jugadores de esta LEB Oro bajo cualquier vara de medir. El primer año fueron los diez mejores jugadores, a secas, y el segundo los diez mejores cupos. En la tercera edición buscamos a los diez mejores debutantes de la categoría de moda. Como ya adelantaron nuestros compañeros de Zona de Básquet, en esta 23/24 ha triunfado el perfil de ‘raza blanca tirador’ en la competición y muchos de ellos son nuevas incorporaciones. Pero también tenemos algún gran jugador que se sale de la norma en esta lista. No podemos arrancar sin algunas menciones honoríficas que no han sido incluidas para no repetir equipos en la lista. Son los casos de Joe Cremo, Jon Gudmunsson, Hassan Varence o Ivica Radic. Además, tampoco entrarán Luke Fischer o Miha Lapornik al haber probado ya su nivel en la Liga Endesa. Buscamos descubrir, si alguien no los conoce ya, a diez recién aterrizados cuyo impacto es sobresaliente.
Alex Barcello
No podía liderar esta lista otro que no fuera él. La gran sensación de la temporada. Gipuzkoa Basket fichó a un escolta de 1,88m nacido en 1998 para sustituir al Justin Jaworski que tantas alegrías había dado a Illumbe. Hizo carrera NCAA entre Arizona Wildcats y Brigham Young Cougars antes de pasar al baloncesto profesional el curso pasado, a caballo entre el Kolossos griego y el Oostende belga. Era difícil alcanzar las prestaciones del ahora jugador del Napoli, pero Barcello es líder en anotación de la LEB Oro. 19,7 puntos con 60%T2, 44%T3 y casi 90% TL. Una absoluta barbaridad. Es capaz de producir con balón y dar 3,7 asistencias, jugar bloqueos directos y gustarse con pases mágicos. Ayuda en el rebote donde se va a los 4,6. Un robo, cinco faltas recibidas y el asterisco con esas 2,7 pérdidas cierran la línea estadística. Hace todo y todo bien, lidera a un equipo que gana y entretiene sin mostrar una absoluta dependencia del estadounidense. De los pocos jugadores a los que no debería pesarle ser extracomunitario para saltar a la Liga Endesa.
Brad Davison
Otro jugador que no ha pagado peaje para entrar en la LEB Oro. Eje de un HLA Alicante que puede tener la mejor pareja al uso de la liga junto a Gudmunsson. Algo más alérgico a la pintura que Barcello, pero con una mecánica veloz y valentía para asumir balón en un equipo que no ha terminado de encontrar a su base titular. Un escolta nacido en 1999 de 1,93m de estatura. Cinco cursos universitarios en Wisconsin Badgers para disputar su primer curso profesional en el Nevezis lituano, donde ya se fue hasta casi 14 puntos de media. Es el tercer máximo anotador de la categoría. 17,6 puntos con peor porcentaje en tiros de dos (42%), pero soberbio en el triple (42%) y el tiro libre (87%). Tres rebotes, dos asistencias, 1,3 robos, dos pérdidas y, muy llamativo, seis faltas recibidas por partido. Desquicia ser su defensor. Escurridizo y cómodo en lanzamientos difíciles. Un jugador especial.
Demetric Horton: Un año más joven todavía. Apenas dos años de baloncesto universitario de bagaje en North Carolina A&T Aggies hasta llegar a Oviedo. Horton es un todoterreno. Un defensor serio y multiposicional que produce con balón y no necesita tanto del lanzamiento de tres puntos. Un alero pequeño o un escolta grande, pero un jugadorazo. Alimerka Oviedo acertó de pleno con él y sus cifras así lo demuestran; 15,3 puntos por partido, séptimo en ese apartado. 45% en tiros de dos, 44% en triples y 88% en tiros libres. Añade cuatro rebotes, cuatro asistencias y un robo por duelo. Vital para situar a los asturianos en la zona cómoda de la tabla y poder pelear por los playoff.
Javier Nicolau
Primer jugador nacional de la lista. Nicolau ha pasado por todas las categorías FEB hasta ser uno de los mejores interiores de la LEB Oro en su primera temporada en la competición. Canterano de Castelló hasta firmar en edad junior por UCAM Murcia. Allí disputó dos años en el filial en EBA, tres en LEB Plata entre Benicarló, Alginet y, su actual equipo, Rioverde Clavijo, donde firmó números muy similares, incluso algo inferiores el curso pasado. Un pívot de 2,08m nacido en 1997 que tiene un mérito extra por ser capaz de dominar en el bloqueo directo sin tener una pareja de baile clara en el exterior. Infinidad de recursos para finalizar cerca del aro, pero también para postear e incluso levantarse para lanzar. 12 puntos con 55%T2, 30%T3 y un mejorable 59%TL. 6,6 rebotes, 1,3 asistencias, 1 tapón y 3,6 faltas recibidas. Ponemos una pega en esas dos pérdidas por partido que, de alguna manera, llegan por situaciones en las que él no está especialmente cómodo pero Clavijo necesita para anotar. Uno de los mejores cupos de la LEB Oro.
Cameron Krutwig
Se resarció de su temprana salida de Real Betis. Un pívot de 2,06 metros que sólo duró tres partidos en el cambio de cromos que ha sido el equipo verdiblanco hasta hace unas semanas. Antes de llegar a la competición tuvo una etapa universitaria en Loyola Ramblers para después probar en el Antwerp belga y jugar el curso pasado en Japón. En las tres derrotas que encajó con Betis firmó cinco puntos, cuatro rebotes y una asistencia. Por lo fácil que hace el baloncesto parece que lleve lustros en este deporte, pero nació en 1998. No dudó Força Lleida en gastar una plaza de extracomunitario en él. Los de Gerard Encuentra sufrieron para encontrar su ritmo en ataque en las primeras jornadas y la visión e inteligencia de Krutwig llegaron para paliar el problema. Hemos tenido comparaciones con Jokic por partidos como el que firmó ante el propio Betis con 17 rebotes y 8 asistencias. Un talento especial que promedia 8,8 puntos con 60%T2 y 74%TL, 7 rebotes, 3,6 asistencias, 1,2 robos y 1,4 pérdidas. Aporta en todo y Lleida crece junto a él.
Parker Van Dyke
Volvemos al perfil de exterior juguetón. Van Dyke ha crecido muchísimo con el paso de las jornadas hasta el punto de encadenar seis jornadas consecutivas con más de veinte puntos. Escolta de 1,91m algo más mayor que los mencionados antes, del 1994. Estuvo en la NCAA con los Utah Utes y las dos últimas temporadas en Romersrom Gladiators Trier de la segunda división alemana tras un breve paso previo por Estonia. Empata con Davison como tercer máximo anotador con 17,6 puntos por encuentro. Sus porcentajes son de 54,5%T2, 43%T3 y 87%TL. Otro que no acostumbra a fallar. Suma tres rebotes, dos asistencias, 1,2 robos y 1,5 pérdidas. Anotador puro que tiene en Óscar Alvarado un gran impulso para liberarse de balón y estar más fresco para ejecutar a un nivel fantástico en su Melilla Baloncesto.
Spencer Littleson
No cambiamos de tercio. Spencer Littleson es la gran alternativa a un Mirza Bulic que parecía monopolizar, con razón, la ofensiva de Grupo Alega Cantabria. Quizá de los escoltas mencionados es el que se puede encasillar mejor al perfil de tirador puro. Lanza en movimiento y con un rango lejano, pero sufre un poco para poner el balón en el suelo. En su etapa universitaria militó en los Toledo Rockets y ahora se encuentra en su tercer curso profesional tras pasar por el Limburg United belga y el Imortal Luzigas portugués. Nacido en 1998 y de 1,92 de estatura, promedia los mismos puntos que Horton (15,3) y es el sexto clasificado en ese registro. Sus porcentajes de acierto se disparan hasta 57%T2, 43%T3 y 87%TL, además de 2,4 rebotes, 1,7 asistencias, 1,1 robos y 1,7 pérdidas. Todavía no hemos visto la mejor versión de su equipo, pero no ha sido porque Littleson no lo haya intentado.
Justin Turner
El vertiginoso combo de Club Ourense Baloncesto no ha podido encontrar la regularidad por sus problemas físicos, aunque ha dejado destellos del tremendo jugador que tienen en tierras gallegas. También nacido en 1998 y de 1,93m de estatura. Pudimos verle con los Bowling Green Falcons en la NCAA y después en la G-League, donde estuvo en las filas de los Motor City Cruise, afiliado de los Pistons, y de los Grand Rapid Golds afiliado de los Nuggets. Promedia 11,7 puntos con porcentajes más cuestionables que el resto (39%T2, 36%T3, 74%TL) con 2,5 rebotes, 2,3 asistencias y 1,8 pérdidas. Pese a ello, los números no hacen justicia al impacto que ha tenido Turner cuando su físico le ha permitido brillar. Su irregularidad ha lastrado los resultados del COB, pero ha tenido gran influencia en muchas victorias, ha impuesto su ritmo de juego y ha dejado entrever hasta dónde puede llegar el equipo con todos sanos.
Gerard Jofresa
Qué difícil es seleccionar a un jugador por encima del resto en este Grupo Ureta Tizona Burgos. Si nos ceñimos a debutante, el hijo de Rafa Jofresa, Gerard, se empieza a ganar un nombre propio al margen del parentesco. Escolta de 1,83 metros nacido en el 2001. Espectacular madurez para su edad. Su trayectoria engloba Liga EBA con el filial de Obradoiro y los últimos dos cursos en LEB Plata entre Clavijo y CB Prat, con quien asciende el curso pasado aunque después no se materializara. Firma 11 puntos en 17 minutos por choque. Imposible hacer más en menos. Por si fuera poco, sus porcentajes de acierto se elevan a 50%T2, 49%T3 y 88%TL. Un rol de perfecto ejecutor de la mano de Dídac Cuevas como motor del equipo. Diego Ocampo ha potenciado todas sus virtudes y debe sonar con fuerza para saltar a la Liga Endesa igual que Cuevas. Pocos cupos podemos encontrar mejores en esta LEB Oro y aún menos tiradores, pues Jofresa es quinto en porcentaje de triples, duplicando el volumen de lanzamiento de tres de los cuatro que están por delante.
Gael Bonilla
Siempre es difícil elegir quién cierra este tipo de listas, pero Gael Bonilla ha hecho méritos suficientes para formar parte de ella. Un poderoso alero de 2,04m de estatura nacido en el 2003. Apenas veinte años de edad. Canterano del Barça desde los quince años, marchó a la G League con los Capitanes de Ciudad de México para volver a España este mercado estival de la mano de Cáceres Patrimonio de la Humanidad. Un gran defensor, con envergadura capaz de marcar diferencias, buen penetrador y muy eficiente en el tiro a pies parados, sobre todo desde las esquinas. Promedia 10 puntos con 53%T2, 40%T3 y un muy mejorable 56%TL. Pese a ello, sus seis rebotes por encuentro clarifican dónde marca diferencias el alero mexicano. Añade 2,4 asistencias y un robo a sus guarismos. Un soplo de aire fresco al proyecto extremeño que ahora mismo es un mar de dudas.
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