Repasar la vida de Armenak Alachachian resulta un viaje apasionante y contradictorio. Apasionante por profundizar en la vida deportiva de uno de los jugadores más influyentes del baloncesto europeo de los cincuenta y sesenta. Y contradictoria por las grandes penalidades que tuvo que padecer a lo largo de su vida, lo que a pesar de todo no le impidió dejar una huella indeleble en el baloncesto europeo.
El primer gran revés al que tendría que enfrentarse Armenak , sucedió muchos años antes de su llegada al mundo. El genocidio jamás reconocido por Turquía hacia Armenia en 1915, fue la primera de las muchas atrocidades de las desgraciadamente, el siglo XX fue testigo. Su mamá, una valiente mujer llamada Siroun, tuvo tiempo de ver como toda su familia era asesinada antes de abandonar su tierra. Huérfana, Siroun jamás supo ni su nombre, ni su fecha de nacimiento. Siroun, llegó en primer lugar a Grecia, donde pasaría casi diez años repartidos en orfanatos y campos de refugiados. Siendo todavía muy joven, el destino la llevó finalmente a Alejandría , lugar en el que conocería a su primer esposo, un hombre mayor que ella que también era víctima del genocidio turco. De aquella unión nacieron dos hijos: Rose y Armenak. El día de Navidad de 1930, Armenak Alachachian llegaba al mundo. La vida en Alejandría, nada tenía que ver con la vida en la todavía joven URSS, pero la desgracia no tardaría en hacer de nuevo acto de presencia. Incapaz de superar la pesadilla vivida durante el genocidio, estando su mujer embarazada de Armenak, su padre se suicidó. << Siroun, que había quedado huérfana del genocidio, se convirtió en una viuda de los efectos secundarios del genocidio>>, comentan desde Canadá familiares directos de Armenak , a los que he tenido oportunidad de entrevistar recientemente, y cuyas palabras podréis leer íntegramente en un proyecto que verá la luz en unas semanas.
El resultado de las masacres de armenios por parte de los otomanos, derivó en el hecho de que en Alejandría habitasen varias familias armenias. Ni mucho menos era algo excepcional la situación de Armenak. Dentro de la ciudad, muchos armenios vivían en el distrito armenio de la ciudad, cerca de la Iglesia Armenia, donde podían compartir más fácilmente su idioma, cultura y fe cristiana. Como diáspora desplazada, eran muy conscientes de su condición de minoría.
Como parte de sus ambiciones geopolíticas de expandir el alcance de Moscú al sur del Cáucaso y al este de Turquía y el norte de Irán. Stalin propuso inicialmente la (re) patriación de armenios de la diáspora a la Armenia soviética posterior a la Segunda Guerra Mundial en la década de 1940. En esa ola de repatriados llegó la familia de Armenak de nuevo a su tierra. <<La promesa de regresar a una patria armenia resonó profundamente para los miembros de la diáspora que habían sufrido tanto durante las anteriores deportaciones masivas y masacres en el Imperio Otomano y Turquía>>, explican desde Canadá sus familiares.
Desde temprana edad Armenak se había interesado en el deporte. Le gustaba mucho el fútbol, pero se inclinó por el baloncesto, un deporte que se amoldaba mejor a su virtuosismo, permitiéndole construir personalmente el juego del equipo y tener el balón en sus manos constantemente. Armenak, en su regreso a su tierra, ingresó en el Instituto de Educación Física de Ereván, donde a pesar de su corta estatura pronto comenzó a sobresalir en el baloncesto, deporte por el que se inclina definitivamente. Primero, en las filas del SKIF de Ereván, donde anotaría 39 puntos ante el Sverdlovsk en 1952 y 41 ante el SKA de Kiev en 1953, después con el equipo de la República, y finalmente en el Burevestnik de Alma-Ata antes de incorporarse en 1959 a las filas del CSKA. Con sus escasos 174 cms, algunos desconfiaban de su físico, pero en 1953 todavía no habían llegado las torres que llegarían poco después. Armenak jugó (1948-1951) y luego entrenó (1951-1953) en el equipo de la Universidad Estatal de Ereván antes de ser llamado a Moscú para la pre-selección de la URSS , que bajo las ordenes de su nuevo entrenador Konstantin Travin, se preparaba para el Campeonato de Europa a celebrar en Moscú. Armenak, logró hacerse un hueco en un equipo en el que no tuvo un rol principal, pero si tuvo oportunidad de maravillar al público moscovita con sus habilidades.
Su vida deportiva parecía ir viento en popa, pero una derrota en un amistoso ante la selección de Bulgaria en 1954, le apartó de la selección nacional durante varios años., la misma suerte que corrió Vasya Akthaev, los dos chivos espiatorios. Parece desproporcionado responsabilizar a dos jugadores concretos de una derrota colectiva, pero eso fue exactamente lo que sucedió. Akhtaev y Alachachian pagaron los platos de una derrota que sentó como una bomba. Por iniciativa del propio Akhtaev, sumamente ofendido con las autoridades soviéticas, Alachachian aceptó su invitación para unirse a él en el Burevestnik de Alma-Ata donde formarían un exitoso dúo.
El problema, en gran parte, fue que Armenak nació fuera de la URSS y su hermana mayor vivía en Occidente y, como resultado, había cierta preocupación sobre el lado de la seguridad de si podría o no regresar a la Unión Soviética. En esa época, pocos jugadores soviéticos dominaban los idiomas occidentales, pero Armenak ya hablaba inglés y francés.
Alan W., sobrino del jugador.
Los años en Kazajistán acabarían de moldear el estilo de un Alachachian que encajó a la perfección con Akthaev. Formando parte del equipo de Kazajistán, asombrarían a todo el mundo en la Spartakiada de 1956. A finales de los cincuenta, Armenak llega a Moscú para firmar por el equipo que, cambiaría sus siglas de CSK MD (Club Deportivo Central del Ministerio de Defensa), por las de CSKA que son, desde 1960, las siglas del Sportivnyi Klub Armii (Club Deportivo Central del Ejército). Evgeny Alekseev, entrenador del equipo moscovita, tenía carta blanca y la aprovechó con la llegada de Alachachian, Astakhov y Volnov, lo que termina de apuntalar el primer gran CSKA de la historia, que se vería más reforzado si cabe con la llegada de Yuri Kornéiev, procedente del otro club adscrito al Ministerio de Defensa , el Dinamo de Moscú en 1961. A pesar de encontrar ciertos recelos iniciales por parte de Alekseev, Alachachian no tardó en hacerse un hueco en aquel equipo que pondría punto y final tras su llegada al reinado del ASK de Riga de Aleksandr Gómelski en la URSS . Armenak Alachachian, era el director de orquesta de aquel equipo. Uno de sus trucos preferidos era el lanzar al balón a tablero y recoger su propio rebote ante la incredulidad de unos rivales que sencillamente se quedaban asombrados. Después, bien lanzaba a canasta y anotaba fácil, o bien le daba el balón a un compañero mejor situado. A la vida moscovita se adaptó rápido: «Tanto Alachachian como su esposa Rosa disfrutaron de la vida en Moscú. Su carrera floreció allí. Era muy popular entre los fanáticos y a menudo era reconocido en las calles de Moscú y lo trataban muy bien. A cambio, siempre fue generoso y amable con los fanáticos», relatan sus familiares.
Pero no se equivoquen ustedes. La felicidad jamás fue completa en Moscú: «Durante varios años, en el último minuto, cuando Armenak y el equipo nacional soviético estaban a punto de tomar un avión para viajar fuera del país, se le impidió hacerlo . Aparentemente, no era expulsado del equipo nacional en ese momento, simplemente no se le permitió viajar al extranjero. Esto continuó sucediendo y le afectó también en los partidos en el extranjero a disputar por el CSKA . Sin embargo, Armenak, se dio cuenta de que el mariscal Grechko, el héroe de guerra, era un fanático del baloncesto, en general, y de Armenak, en particular. Después de un partido , Armenak solicitó una reunión con la poderosa figura militar y en la reunión posterior, indicó que no tenía intención de abandonar ni la Unión Soviética ni a su familia. Con el apoyo de una figura política tan poderosa, Armenak finalmente pudo viajar fuera del país. Cumplió su palabra durante muchos años, incluso cuando viajaba para jugar con el equipo soviético en América del Norte donde ya estaba parte de su familia», relata su familia por medio de su sobrino Alan, a quien desde aquí agradezco el haber compartido conmigo su tiempo y sus recuerdos.
Como miembro del equipo nacional soviético, Alachachian fue medalla de oro en los Eurobaskets de 1953, 1961, 1963 y 1965. Medalla de Oro en las Spartakiadas de 1959 y 1963 formando parte del equipo de Moscú. Las prohibiciones de salir del país le impidieron estar en el Mundial de Brasil de 1963, pero no en las Olimpiadas de Tokio de 1964, de donde se llevaría la medalla de plata. A estos logros, sumaría seis campeonatos de liga con el CSKA, y las Copas de Europa de 1961 y 1963, año en el que también sería reconocido como URSS ZMS ( Honorable Maestro de los Deportes en Baloncesto).
Finalmente, se retiraría en 1966 para comenzar su carrera como entrenador, carrera que le llevaría al banquillo del CSKA dos años más tarde sustituyendo a Evgeny Alekseev. Esto supuso una alteración en el statu quo que reinabaen el equipo moscovita. Alekseev, apostaba por la vieja guardia en la antítesis de las ideas que tenía Armenak , decidido a dar mayor protagonismo a la juventud, hecho constatado al apostar por jugadores como Kulkov. Su llegada provoca la salida de en primer lugar de Travin, y más adelante de Yuri Selikhov- posterior entrenador en el CSKA ochentero y la selección del CEI en Barcelona 1992- dos hombres veteranos y fijos para Alekseev. Para esas el CSKA ya contaba con Serguei Belov y Vladimir Andreyév, el principal factor desequilibrante en la famosa final de 1969 jugada en Barcelona ante el Real Madrid , que se saldó con la tercera copa de Europa para el CSKA . También fue la tercera para Armenak, que unía su primera Copa de Europa ganada como entrenador a las dos que había conquistado como jugador.
«Parte de las técnicas operativas de la KGB era tratar de captar a figuras internacionales famosas para que trabajaran para ellos durante sus viajes al extranjero. A principios de la década de 1970, la KGB había tratado de reclutar a Armenak», nos confirma Alan sobre esta parte de la vida de su tío. Tras la salida de Aleksandr Gómelski de la selección nacional soviética en 1970, Armenak Alachachian, el hombre que había entrenado al CSKA desde 1968 era , con un cierto sentido de la lógica, el mejor situado para sustituir a Gómelski en el banco de la hoz y el martillo a pesar de haber sido removido de su puesto en el CSKA tras un mal inicio en la liga 70-71, siendo sustituido por el propio Gómelski en el banquillo del equipo moscovita. Finalmente, Vladimir Petrovich Kondrashin, técnico del emergente Spartak de Leningrado, se sentaba en la banqueta de la selección que lucía en el pecho las históricas siglas CCCP para hacer historia y llevar al baloncesto soviético a su victoria más gloriosa y legendaria. Pero eso es otra historia.
«Un incidente que sufrió en Moscú, fue un momento crucial para Armenak y su familia. Él y su esposa decidieron que, a pesar de todo el éxito y la fama atlética y financiera del pasado, ya no era seguro permanecer en la Unión Soviética. Tendrían que hacer la difícil transición de convertirse en inmigrantes en Canadá. Su madre, su padrastro y su hermana menor lo precedieron a Canadá, y en 1974, Armenak, armado con sus medallas de baloncesto, incluida la olímpica de plata de 1964, llegó a Toronto. Fue dificil ajustarse a la vida en Canadá en un momento en que el baloncesto no era muy conocido en el país de América del Norte. Todavía no había un equipo profesional de baloncesto de la NBA en Toronto y muchos atletas olímpicos de la Unión Soviética generalmente no eran conocidos. Por razones de estar más cerca de su extensa familia, Armenak decidió quedarse en Canadá, donde los trabajos de entrenador de baloncesto eran escasos y mal pagados. Como tantos otros inmigrantes, fue un nuevo comienzo desafiante», informan de primera mano sus familiares desde Canadá.
«Sus desafíos laborales comenzaron con largas horas en un trabajo manual moviendo autos en un estacionamiento del centro. Acostumbrado a luchar y trabajar duro toda su vida, Armenak trabajó rápidamente durante largas horas, de formas innovadoras y poco ortodoxas. Un día, inesperadamente, dos antiguos fanáticos de la Unión Soviética, que ahora eran hombres de negocios, lo reconocieron y se ofrecieron a asesorarlo en el negocio del oro en Toronto. Después de varios meses de aprendizaje aprendiendo el negocio del oro y las joyas y con un modesto préstamo familiar, abrió «AAA Diamonds LTD». Resultó ser una empresa de fabricación y venta minorista de gran éxito en el centro de Toronto», escribía Kamo Mailyan en un artículo dedicado al que fuese su amigo Armenak. He tenido la oportunidad de ver el CV enviado por el propio Armenak solicitando su entrada en el Hall of Fame. Es impresionante la aportación realizada al desarrollo del baloncesto, deporte del que fue un perfeccionista y un estudioso en su gabinete de estudio ubicado en lugares tan dispares como Armenia, Kazajistán, Canadá o Moscú. A pesar de su carrera profesional innovadora y larga y sus extensos escritos sobre baloncesto, sus esfuerzos por haber formado parte del Salón de la Fama del Baloncesto no tuvieron éxito. Falleció a los 87 años en Toronto, Canadá, el 4 de diciembre de 2017. Descanse en Paz.
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