Vladimir Rodionov no es precisamente lo que llamaríamos un nostálgico. Se alegra de haber sobrevivido a la Perestroika y a los convulsos años posteriores. Si resumimos, como voy a tratar de hacer a continuación, el balance de éxitos del empresario, político y dirigente del Avtodor Saratov, probablemente el apartado de fracasos será más numeroso. Si le preguntamos directamente a él, si tiene un buen día nos dirá que su mayor éxito es el Avtodor Saratov. No pasará a la historia como la personalidad más popular de Saratov, lo que necesariamente no significa que no sea digno de merecer una estatua con la inscripción “Avtodor” debajo de ella. Cuando él quiere es un tesoro para los periodistas, un hombre polifacético que no escatima en declaraciones contundentes. Cuando no está de buen humor, mejor no cruzarse en su camino. Dicen que trabajar con él es una tortura. Un hombre emocional, en ocasiones infantil, con una racionalidad variable como el día y la noche y con tendencia a hacer favoritismos con sus muchachos. Esta es la historia de Vladimir Evstafievich Rodionov, el único hombre que sostiene personalmente un club profesional en Rusia: El Avtodor Saratov.
Es habitual leerme hablar con una cierta retranca en mi cuenta de Twitter del Avtodor Saratov. En realidad, es habitual bromear con la actualidad de un equipo en el que por norma, se despide a casi todo el mundo nada más que Rodionov detecta nubes negras en el horizonte. Y suele ser a menudo. Las especulaciones en torno a lo que tardarán en ser despedidos entrenadores y jugadores norteamericanos, son bastante generalizadas. Lo reconozco, yo mismo he formado parte de ese grupo de especuladores. Sin embargo, baste investigar mínimamente que hay detrás del Avtodor para encontrar una personalidad arrolladora. Un tesoro a nivel periodístico.
Ahondando en su figura, encontramos que durante los años soviéticos, Rodionov dedicó diez años de su vida al baloncesto de forma más o menos seria. Jugaba para el “Avtodorozhnik”, embrión del que sería el futuro Avtodor. De no haber sido por eso, bien podría terminado en la “Nomenklatura“ del PCUS , pero hasta los treinta años de edad el amigo Rodionov estuvo jugando al baloncesto. En 1977, comenzó a trabajar de constructor en SMU PTTU, una empresa al servicio del Transporte Territorial del Volga, donde le ofrecieron entrenar al mismo equipo en el que había jugado; el “Avtodorozhnik”. Aquel equipo estaba bajo mínimos, pero para 1986 ya competía en las grandes ligas soviéticas. Poco después, Rodionov, consiguió hacerse con una parte de la propiedad de ese club. En esos años, sigue invirtiendo en equipos de construcción, camiones, grúas, tractores…una visión determinante para él, ya que cuando Rusia despertó de la Perestroika, las instituciones estatales tenían poco más que una paleta y un martillo, mientras Rodionov tenía una poderosa flota de maquinaria de asfalto.
En 1992, mientras la actualidad del mundo miraba a Barcelona y sus Olimpiadas, Rodionov se daba a conocer en toda Rusia como un magnate del petróleo. ¿Cómo logró Rodionov meterse en el mundo del petróleo?. Pues como tantas y tantas personas han logrado abrirse paso en la vida. Con dinero suficiente y con las conexiones adecuadas. Fue su amigo Viktor Markov la persona que le aconsejó a Rodionov que se centrase en el petróleo. Experto en el mercado de valores, Markov, posteriormente diputado de la Duma de Saratov, era el presidente de la compañía de inversiones Volga-Neft, fundada por Rodionov. Durante la época de las privatizaciones Markov ayudó a Rodionov a adquirir participaciones en la Refinería de Petróleo de Saratov por la ridícula cantidad de 80,000 rublos. Después ganó una licitación en Samara para el desarrollo de depósitos en la Región. Pero a decir verdad, Rodionov se había hecho un nombre mucho antes de entrar en el mundo del petróleo.
Como propietario en ese momento del “Avtodorozhnik”, Rodionov disponía de otra gran baza que supo explotar. Los clubes de las grandes ligas tenían grandes ventajas. Las personas que los sostenían, podían realizar grandes gestiones sin apenas pagar impuestos. A diferencia de otros líderes deportivos, Rodionov pilló el pájaro al vuelo y situó al Avtodorozhnik en la zona noble del campeonato ruso, logrando plaza incluso para competiciones europeas. Los “Volzhans”, fueron de los primeros clubes rusos que desafiaron al CSKA en la dura década de los 90. Mientras el resto de líderes deportivos rusos buscaban patrocinios que nunca terminaban de llegar, Rodionov no puso un solo kopek en materia de impuestos. Apoyado en el petróleo y en la construcción, expandió sus actividades abriendo el primer supermercado de estilo europeo en Saratov y convirtiendo una empresa de muebles en una prestigiosa mueblería con piezas traídas de Italia. Su participación en “Saratovkniga”, le permitió ser el propietario de todas sus librerías. Sumemos sus propiedades inmobiliarias y encontramos al puto amo de Saratov a los efectos. Incluso el propio Rodionov admite que a veces no sabía ni lo que le pertenecía. Y quizás esa fulgurante carrera como empresario se hubiese desarrollado con mayor éxito si no se hubiese subido al tren de la política.
A principios de los 90 su destino se cruzó con el de Viktor Davidov, líder del Movimiento Demócrata de Saratov. La historia es que hubo una escisión y decidieron invitar a Rodionov, que dirigió y sufragó con sus fondos la rama del Partido en Saratov. ¿ Era Rodionov un demócrata de convicción?. Difícilmente pienso que se le pueda englobar en esa definición, por más que la propia palabra pueda dar lugar a muchas interpretaciones, Rodionov me encaja más en la definición de los que es un hombre ambicioso, sin que esto sea nada peyorativo. La mayor aversión personal de nuestro protagonista, trabajar en equipo, fue la causa de que se fuese retirando de forma gradual debido a discrepancias con otros miembros. Y es que para nuestro amigo Rodionov eso de escuchar a los demás no deja de ser más que tonterías propias de los modernillos. El caso es que a la hora de optar a las elecciones de la Duma en Saratov , Rodionov se presentó sin ningún tipo de apoyo periodístico ni nada que se le pudiese asemejar. Aspiraba al cargo de gobernador de la Duma, una sórdida historia en la que Rodionov se vio envuelto. Hay varias versiones de esta historia, pero un hilo de casualidades, hace que no sea difícil reconstruirla.
En 1996 Boris Yeltsin hace historia en la nueva Rusia, despidiendo a dos gobernadores de dos regiones distintas. Uno de ellos, Yuri Belykh, era el gobernador de Saratov. En esos mismos años, Rodionov comenzaba su carreta política activa con los demócratas de Saratov, y en ciertos círculos empresariales se extendió la idea de que Rodionov podría ser un buen gobernador. Incluso se decía que alguien muy importante estaba moviendo ya el tema en Moscú y el nombramiento iba a ser inminente. Como en cualquier situación en la que existe un vacío de poder, eran varios los candidatos a un puesto tan relevante, y las posibilidades de los candidatos eran en realidad las mismas que las de Rodionov. Se resolvió de la forma más antigua que conoce el hombre. Presentándose los aspirantes al cargo en Moscú con el dinero suficiente para “untar” a quien fuese. El propio Rodionov reconoció haberse presentado con 500.000 dólares. Insuficiente. Según las malas lenguas, Dimitri Ayatskov se presentó con cinco millones de dólares, procedentes en buena medida del crimen organizado. Al final, Ayatskov salió gobernador y Rodionov acusado de “financiación criminal”. Paradojas de la vida, pero normalmente las leyes las escriben los vencedores y en ese momento, exceptuando la posibilidades de hacerlo en el Avtodor, la puerta de ser alguien importante en la política y en Saratov se cerraba para siempre para Rodionov. Lejos de conformarse con su victoria, el nuevo gobernador Agatskov le hizo pagar caro el haberse cruzado en sus intereses financieros y políticos, y ya se sabe que un político ansioso de venganza, perdona mal. Presionó a Rodionov desde todos los frentes posibles. Sus empresas fueron blanco de constantes inspecciones policiales y fiscales que solían terminar en nada, pero a los efectos, al mismo tiempo que cambiada el nombre de “Avtodorozhnik” por el de Avtodor Saratov, Rodionov se tenía que ir de Saratov y cerrar muchas de sus empresas. Si hoy le preguntásemos, probablemente diría que no tiene nada que decir sobre Agastkov, pero en años pasados no se mordió la lengua. En el año 2004, probablemente fruto de esa presión de Agastkov, Rodionov fundó el Dinamo de San Petersburgo, formado por la columna vertebral del Avtodor y con David Blatt de entrenador. Aquella temporada 2004-05 ganaron la FIBA-Europa. Pero todo duró un suspiro. Antes del inicio de la temporada 2006-07, Rodionov regresaba a Saratov para trabajar con sus equipos de categorías inferiores.
Por otro lado esa historia de la elección a Gobernador de la Duma, evidencia que Rodionov no es un hombre hecho para trabajar en equipo. Admite que no perdió a sus amigos en la política y en los negocios porque nunca los tuvo. El concepto de “equipo” es algo totalmente ajeno en su diccionario. Jamás tuvo a su lado nada que pudiese asemejarse a un consejero financiero. Es un hombre dedicado al baloncesto y a su familia. Más allá de una bizarra historia en la que empleado del supermercado Andreevsky, propiedad de Rodionov, falleció en extrañas circunstancias apareciendo el nombre de su hijo en la prensa local, su nombre nunca ha estado rodeado de polémicas. Es casi imposible imaginar que alguien en Saratov no le conozca. Basta que ustedes se fijen en un partido del Avtodor en la segunda y la tercera filas centrales, y encontrarán los lugares reservados que Rodionov emite personalmente para sus amigos. Recientemente, Viktor Markov, aquel hombre que le introdujo en el mundo del petróleo, declaraba que por primera vez en muchos años tuvo que pagarse el boleto del Avtodor. Síntoma inequívoco de que ya no era uno de los hombres de Rodionov.
Muchos analistas políticos aducen su falta de éxito en la política por no saber trabajar en equipo ni tener gente a su alrededor. Era demasiado intransigente y con el paso de los años cada vez hubo menos gente a su alrededor para aconsejarle. Ajeno a ese hecho, Rodionov es quizás el único ejemplo en el deporte profesional ruso en el que una sola persona sostiene a un equipo profesional. Todos los clubs tienen grandes patrocinios empresariales. Por su parte, Rodionov dice no tener cuentas en bancos extranjeros y haber recibido únicamente recompensas morales del Avtodor.
«No tenemos el dinero para fichar jugadores de alta calidad listos para usar con pasaporte ruso, por lo que debemos educar a los nuestros«
Rodionov sobre la cantera
Entrando ya en materia estrictamente deportiva, es un hombre con buena mano para trabajar con los jóvenes. No en vano presume de tener la mejor cantera del país y en el año 2014, encabezó la selección nacional cadete rusa. En ese año de 2014, además Avtodor Saratov ganó brillantemente la Superliga y después de 11 años, las grandes ligas y competiciones internacionales regresaban a Saratov. Puede que no sean la mejor cantera del país, en mi opinión la de Lokomotiv no tiene nada que envidiarles, pero el caso es que Semyon Antonov,o Artem Zabelin comenzaron allí su carrera. “Sé que los fans piensan que estoy demasiado involucrado en el desarrollo de la juventud y les doy demasiado tiempo para jugar, pero con tantos extranjeros en la liga, alguien tiene que trabajar con los jóvenes. Aquí lo estamos haciendo. No tenemos el dinero para fichar jugadores de alta calidad listos para usar con pasaporte ruso, por lo que debemos educar a los nuestros”. Ese buen trabajo con los jóvenes, es una de las razones del éxito de un Avtodor que actualmente encadena tres victorias seguidas en la VTB y disfruta de la mejor situación económica en los últimos cinco años. Nikita Mikhailovskii es la perla de la cantera del Avtodor: “Todo depende del deseo de los clubes de la NBA de hacerse con Nikita. Mikhailovsky definitivamente pasará esta temporada en nuestro equipo. Se excluye su transferencia a otro club ruso en un futuro próximo. El mismo Nikita evalúa adecuadamente la situación y comprende que no obtendrá más tiempo de juego al más alto nivel que en el Avtodor”. Además de Mikhahilovskii, Anton Kvitkovskhin, Yegor Bestuzhev y Aleksandr Petenev son hombres importantes en la rotación del equipo que este año dirige Gordie Herbert.
El propio Herbert declaró a su llegada al Avtodor que el historial de entrenadores despedidos en Saratov no le asustaba. Pero la historia no es para broma. Dusan Alimpievich, fue uno de los muchos entrenadores despedidos por un Rodionov que no se mordió la lengua a la hora de explicar las razones: “No tengo ninguna duda de que Dushan tiene grandes perspectivas en el futuro para convertirse en un buen entrenador. Con el tiempo, comprenderá que para lograr el éxito en este campo, es importante no solo tener un conocimiento profundo del baloncesto, sino también tener las cualidades humanas adecuadas, para poder comprender la psicología de las personas. No puedes ser una máquina dura y sin alma. Alimpievich es joven y todavía no ha logrado nada en el baloncesto, pero ya ha comenzado a posicionarse en las relaciones con los jugadores y la gestión del club como entrenador “estrella”, Dios y Rey del baloncesto. Este enfoque provocó conflictos internos”. Un fracaso de una temporada entera es demasiado para un solo entrenador, debía pensar Rodionov que siguió con su reparto de responsabilidades: “La culpa de la actuación fallida de Avtodor recae enteramente en mí como jefe del club. En el verano, le confié el equipo a Sergei Mokin, quien, desafortunadamente, no supo administrar el conjunto de supuestas «estrellas» estadounidenses. Evgeny Pashutin , quien se hizo cargo de Avtodor después de Alimpievich, desafortunadamente tampoco tuvo éxito en el papel de hombre “anticrisis”: “.Tengo muchas menos quejas sobre Pashutin que sobre los demás. Seamos objetivos, en el momento de su llegada, el equipo se desintegró abiertamente ante nuestros ojos. Solo un entrenador muy duro podría arreglarlo todo. Pero por supuesto, debemos admitir que Pashutin tampoco logró disciplinar a nuestros americanos. Es un gran especialista profesional, trabajador y altamente calificado. Pero, en mi opinión, en ciertos aspectos carece exactamente de autoridad”.
Mención especial en este apartado de víctimas de Rodionov para Nikolai Mazur, actual técnico del Ogre letón, que saltó a la actualidad mundial cuando fue despedido por Rodionov debido “a «la preparación insatisfactoria del equipo para la temporada y el pobre desempeño en el primer partido oficial«. Una derrota ante el Astana en Saratov por 78:83 en el primer partido de la temporada 2016-17 encendió de tal forma los ánimos de Rodionov que despidió fulminantemente a Mazur. En su lugar llegó Sergei Mokin, un “sospechoso” habitual en Saratov, que en esta ocasión duró dos meses antes de cederle el testigo a Vladimir Antsiferov, quien sería despedido a final de temporada. “»Antsiferov es un buen entrenador, pero le falta algo; quizás carisma, quizás autoridad… Por eso, mi tarea es encontrar un entrenador que cumpla con nuestros criterios, que predique un baloncesto espectacular y de alta velocidad. No me gusta el estilo antiguo.”
«De lo único que me arrepiento en mi carrera es de haber ido a jugar a Saratov. No debería haber ido al Avtodor«
Sergey Bykov sobre su llegada al equipo de Rodionov
Recuerdo que una de las primeras veces que mi atención se dirigió hacia Saratov, fue cuando leí una entrevista con Sergey Bykov en la que afirmaba que “de lo único que me arrepiento en mi carrera es de haber ido a jugar a Saratov. No debería haber ido al Avtodor”. Buceando en los recortes de prensa de la época, por supuesto, comprobamos como Rodionov hizo su “magia”. “Sergei es una persona inteligente, pero en la cancha y en el banquillo a veces se comportó simplemente de manera inadecuada. Esperábamos ayuda de Bykov, pero, desafortunadamente, dirigió su autoridad en la dirección equivocada. En varios partidos Sergei nos ayudó mucho, pero en general sus cualidades de velocidad no cumplen con los requisitos del baloncesto moderno. Ya ha recibido todo lo que necesita del juego: honor, respeto, dinero, títulos. Yo le aconsejaría que se tome al menos un año libre del baloncesto, porque psicológica y físicamente está muy agotado. Esto de ninguna manera es una predicación. Desde mi punto de vista, el propio Bykov ya es un entrenador consumado que puede encabezar un equipo serio desde la vista. Tiene suficiente experiencia y conocimiento para esto.”
Ni siquiera una personalidad que cuenta con el unánime respeto de la comunidad del baloncesto internacional como es David Blatt, se libra de la ira de Rodionov: “Blatt tiene suerte. Es un buen entrenador del nivel europeo, pero nada más”. Con bastante más contundencia, se enfrascó en una polémica recientemente con el presidente de la RBF( Russian Basketball Federation), Andrei Kirilenko: “Para empezar, no soy un billete de cien dólares para complacer a Kirilenko. de ninguna manera mencioné su personalidad, solo cité lo absurdo de la frase sobre la entrada de nuestro equipo en los cuatro equipos más fuertes de Europa y dije que hay problemas sistémicos en el baloncesto ruso. Esta fue mi opinión personal. Pero el Sr. Kirilenko, aparentemente, se imagina a sí mismo como Dios, ya que se permite tales juicios de valor en mi discurso. En ninguna parte del artículo acusé personalmente a Andrei Gennadievich y no dije que el colapso de nuestro deporte fuera obra suya. La caída del baloncesto nacional comenzó mucho antes de que Kirilenko llegara al cargo de jefe de la federación. Pero hay que preguntarse también: ¿Ha cambiado algo para mejor durante el trabajo de Kirilenko? Para ser honesto, no ha habido mejoras notables durante estos 5 años. Además, la situación solo empeora cada temporada. Con sus declaraciones en la prensa, Andrei Gennadievich demuestra cada vez que, como funcionario, está lejos de las realidades del baloncesto moderno. En una reciente entrevista con Sport-Express, él mismo admitió que pasó los últimos 4 meses con su familia en Estados Unidos. ¿Cómo puede una persona liderar con éxito una organización seria cuando ha estado en un país extranjero durante tanto tiempo?”.
Rodionov, tiene hoy además del Avtodor un nuevo pasatiempo: Está fascinado con Putin y es un ferviente defensor de sus políticas. Admite abiertamente que Saratov, una ciudad cerrada a los extranjeros en los años de la URSS, es posiblemente la ciudad más “soviética” de Rusia. Para algunos todavía resulta sorprendente ver a personas de otros países y razas en su ciudad. Hace ya muchos años que no habla de su antiguo némesis, pero sigue considerando la elección de gobernadores uno de los mayores errores políticos de Rusia. “Este- como se refiere al exgobernador Ayatskov- hace ya mucho que no me molesta”.
Hay muchos espacios en blanco todavía en la vida de Vladimir Rodionov. No estoy seguro de que estemos listos para colorearlos todos, pero después de haber leído este artículo, espero que cuando se mire a Saratov, se haga con otros ojos.
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