Seguramente muchos de vosotros habréis escuchado por primera vez el nombre de Lusia Harris hace unas semanas tras leer la desafortunada noticia de su fallecimiento en su Mississippi natal a los 66 años de edad. No obstante, su historia y su legado son apasionantes y merecen ser contados con todo lujo de detalles para que todos puedan conocerla. Lusia fue la primera y única mujer en ser drafteada de manera oficial por la NBA, sentando un precedente en la liga que desde entonces no se ha vuelto a repetir. Un hecho histórico que va mucho más allá incluso de su plata en los JJ.OO de Montreal en 1976 o de su inclusión en el Basketball Hall of Fame en 1992.
Pero…¿Cuál fue su historia? ¿Quién fue realmente Lusia Harris?
Un 10 de febrero de 1955 nacía en Minter City (Mississippi) una pequeña mujer llamada a revolucionar el deporte de la canasta. Pero antes de conocer la pelota naranja, Lusia creció en una familia humilde de agricultores junto a sus otros 9 hermanos, junto a los que diariamente, después de clase, echaban una mano a sus padres recogiendo algodón de los campos. Pero pronto se aficionó al baloncesto y comenzó a destacar por encima del resto como parte del equipo de su Instituto, el Amanda Elzy High School, siendo galardonada como la MVP de la competición hasta en tres ocasiones. Sus imponentes actuaciones llamaron la atención de un ojeador de la Universidad de Cleveland, donde justamente estaban creando un equipo femenino y querían contar como piedra angular de su nuevo proyecto. Durante su ciclo universitario en Delta State llevó a su equipo a tres campeonatos consecutivos perdiendo tan solo 6 partidos de un total de 115 disputados. Lusia fue la jugadora más destacada de su equipo llegando a promediar 25,9 puntos y 14,5 rebotes, imponiendo así también su dominio en la competición universitaria y valiéndole esto para hacerse con otros 3 MVP’s y 3 presencias en el equipo All-American. Además, a nivel de selecciones guió a su equipo a ganar el Campeonato Panamericano en 1975 y, un año más tarde, a conseguir la medalla de Plata en los JJ.OO de Montreal. Sus actuaciones hablaban por sí solas y la colocaban como una de las jugadoras jóvenes más prometedoras de toda la nación. Tal es así que, un año más tarde, en el Draft de 1977, los New Orleans Jazz sorprenden a todos seleccionándola en la séptima ronda, en el puesto general número 137 para formar parte de su equipo en la NBA. Lusia se convertía así en la primera mujer en toda la historia de la liga en ser seleccionada en el Draft, marcando un antes y un después y rompiendo, por aquel entonces, cualquier tipo de barrera de género existente. Es cierto que, realmente, no fue la pionera real, ya que en 1969, los San Francisco Warriors seleccionaron a Denise Long para que esta pudiera formar parte de su equipo pero la NBA, en una decisión llevada a cabo por el comisionado, decidió anular la operación.
Es por esto que, al no llegar a autorizarse su contratación, oficialmente y en términos históricos, Lusia es a día de hoy la primera y única mujer en haber sido seleccionada en el draft por un equipo de la NBA. Cabe destacar que por aquel entonces, en EE.UU no había una liga profesional de baloncesto femenino y esto “obligaba” a las mujeres que quisieran ser profesionales a jugar en la NBA para poder gozar de esta condición.
Tras este acontecimiento sin precedentes los de Nueva Orleans invitaron a Harris a participar en su campus de entrenamiento previo a la temporada pero parece que ella, al menos en ese momento, no mostró interés en jugar en la liga. Muchos dijeron que su selección fue una estrategia publicitaria orquestada por el General Manager del equipo de Nueva Orleans, Lewis Schaffel, que al parecer en los años anteriores había sido muy criticado por sus decisiones a la hora de escoger en el Draft, para lavar su imagen. Además, Lusia tenía un condicionante muy importante que se lo impedía ya que meses después se descubrió que estaba embarazada y, como es lógico, esto le impedía unirse a los entrenamientos de la franquicia.
Parece que Harris nunca llegó a tomarse realmente en serio el poder llegar a debutar en la NBA y tampoco su carrera baloncestística ya que tan solo jugó un par de temporadas más con las Houston Angels en la Women’s Basketball League (WBL) para luego entregarse en cuerpo y alma a su otra gran pasión, la enseñanza. Estuvo durante unos años en Delta State y más adelante probó suerte en la Texas Southern University de Houston, donde, además de su labor como maestra, también entrenó al equipo de baloncesto femenino durante dos temporadas. Lusia Harris, considerada como una de las mejores jugadoras universitarias de todos los tiempos, combinó, durante los 4 años que estuvo en Delta State, la práctica del baloncesto con el estudio y en 1977, además de ser seleccionada para el Draft, se licenció en la carrera de Salud, Educación Física y Recreación y, posteriormente, en 1984 regresaría a Cleveland para obtener su maestría en Educación.
Una carrera fugaz y una sensación agridulce de, quizás, haber nacido demasiado pronto, de ser una adelantada a su época, una pionera, una incomprendida, pero que, aún así, la sitúa como una auténtica precursora del baloncesto femenino en Estados Unidos y que, además, de sentar un precedente en el deporte, vió recompensada en 1992 al ser incluida como nuevo miembro del Basketball Hall Of Fame, convirtiéndose así en la primera mujer, junto a Nera White, en lograrlo. Posteriormente, en 1999 también formó parte de la primera generación del Basketball Hall Of Fame femenino. Como curiosidades, podemos saber que, además de todo esto, Harris formó parte del equipo que disputó el primer encuentro femenino jugado en el mítico Madison Square Garden, siendo, como no, la mejor jugadora y anotando 46 puntos y también goza del honor de haber anotado los primeros puntos del baloncesto femenino olímpico.
Para acabar, creo que nadie mejor que su familia, que a través de un comunicado anunciaba hace unos días su fallecimiento, para concluir la historia de una de las mujeres más influyentes y revolucionarias de la historia del baloncesto femenino en Estados Unidos: “»Será recordada por su caridad, por sus logros tanto dentro como fuera de la cancha, y la luz que trajo a su comunidad, el estado de Mississippi, su país como la primera mujer en anotar una canasta en los Juegos Olímpicos, y por mujeres que juegan baloncesto en todo el mundo».
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