Desde que ingresan en sus equipos del High School, la meta natural de todos los adolescentes estadounidenses es poder llegar a disputar la máxima competición mundial del baloncesto a cualquier coste (personal, académico o físico). Para ellos, caminantes, sí que hay camino. Esto es, la NBA. Por supuesto, son muy pocos los que lo consiguen. La estadística, como el balón, no miente. Por ello, se requiere una enorme fortaleza mental y reeducación neuronal para dar el paso de cruzar el Atlántico y rebajar las propias expectativas que uno tiene sobre sí mismo. Darius Thompson, un chaval nacido en 1995 en la localidad de Murfreesboro, Tennessee, tomó esta dura decisión que le condujo hacia un avión rumbo a Países Bajos en 2018.
El Cazoo Baskonia se ha convertido en uno de los equipos de moda en Europa en la temporada 2022/23. A pesar de su derrota en los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Joventut, su buen hacer en la Liga Endesa compitiendo por el liderato y la lucha por la entrada en los Playoffs de la Euroliga han catapultado a este equipo al disparadero de la esfera pública del baloncesto europeo. Ganar los cuatro encuentros disputados hasta el momento contra el Real Madrid te coloca en el foco mediático, por descontado. Muchos son los “culpables” de esta situación, como el entrenador, Joan Peñarroya, o los jugadores Markus Howard, Matt Costello, Rokas Giedraitis y Maik Kotsar. No obstante, la polea fundamental del engranaje baskonista ha resultado ser Darius Thompson, el polivalente director de orquesta del conjunto vitoriano.
El base-escolta de 1.93 metros se formó en tres universidades de 2013 a 2018: Tennessee Volunteers (temporada 13-14), Virginia Cavaliers (temporadas 15-17) y Western Kentucky Hilltoppers (curso 17-18). Incrementando año a año su producción estadística y el impacto dentro de la cancha, en su segundo año alcanzó con Virginia el Sweet 16 y posteriormente el Elite 8. En su última temporada en Kentucky promedió 13.6 puntos, 4.2 rebotes y 4.8 asistencias, pero no fueron suficientes como para llegar a ser elegido en el Draft de 2018.
Por ese motivo, en junio de ese mismo año, después del draft, cuando ya había pasado la oportunidad de jugar en la NBA, le cambió la mentalidad y decidió buscar un hogar en Europa. En el podcast de producción italiana “Backdoor One to One” el propio jugador comentó la problemática. “Hice pruebas con equipos NBA, pero nunca tuve una oportunidad real de jugar allí”. Preguntado sobre un posible retorno a su país, aseguró: “Claro, aún tengo en la cabeza jugar en la NBA. Todo jugador sueña con estar en la mejor liga del mundo. Así que, si ocurre, perfecto. Si no, no pasa nada. La Euroliga es la segunda mejor competición del planeta”.
“Ganar los cuatro encuentros disputados hasta el momento contra el Real Madrid te coloca en el foco mediático, por descontado”.
De ese modo, Darius Thompson llegó al ZZ Leiden, equipo neerlandés que milita en la máxima liga holandesa y belga. Durante su breve estancia, una sola temporada, Darius logró ser el MVP y máximo anotador de la competición promediando casi 20 puntos y 6 asistencias por partido, así como consiguió ganar la Copa del país. Esto le catapultó a la liga italiana, de mejor nivel que la de los Países Bajos. En concreto, recaló en el Brindisi, donde tuvo un primer curso más discreto. El estallido como productor de juego y anotador eficiente se dio en el segundo curso. “Mejoró mi competitividad. La Serie A es mejor que la holandesa. Me tenía que acostumbrar a jugar contra mejor talento, no ser el foco principal del equipo, ayudar a anotar. Hacer menos, pero ayudar a mi equipo a ganar. En el segundo año me dieron más galones y me aproveché de ello”, comenta en Backdoor.
Se puede ir intuyendo el ascenso lento pero seguro de su carrera deportiva. De manera lógica, y tras despuntar en Italia, Thompson firmó en la temporada 2021-22 por el Lokomotiv Kuban ruso. El equipo de Krasnodar, muy consolidado en Europa ya sea en Euroliga o Eurocup, le ofreció un rol importante en el equipo y una oportunidad de competir en la segunda máxima competición del viejo continente. El base pudo ofrecer una buena versión durante el año, y, sin embargo, la guerra de Ucrania sería el desencadenante del cierre de su temporada. “Teníamos un buen equipo, suficiente como para ganar la Eurocup. Pero ocurrió la guerra de Ucrania. No era una situación cómoda, así que decidí que lo mejor era marcharme”. Así se forjaría su fichaje por el Baskonia y su posterior incorporación el 24 de agosto de 2022.
El éxodo de los mejores jugadores que formaban en las filas de equipos rusos (a los que se les prohibió competir en las ligas europeas en casi todos los deportes) fue motivo de batalla campal entre los grandes clubes como Fenerbahçe, Efes, Milán, Partizán, Barcelona o Real Madrid. No obstante, Darius Thompson no sonaba entre ellos (Toko Shengelia, Shabazz Napier o Johanness Voigtmann). Y, como ha venido ocurriendo durante toda la pasada década, el Baskonia se aprovechó de sus buenos ojeadores y se hizo con los servicios del base americano con pasaporte italiano sin el más mínimo ruido. Recuerden casos como Shane Larkin, Rodrigue Beaubois, el mismo Shengelia, Nico Laprovittola, Adam Hanga, Luca Vildoza, Wade Baldwin IV, Achille Polonara o Simone Fontecchio.
“En Baskonia le dan oportunidades a todo el mundo. A los jugadores jóvenes les dejan crecer y desarrollarse inmediatamente, y una de las cosas más positivas para mí es que mi agente vio el crecimiento de Simone (Fontecchio) en el equipo y cómo mejoró en el Baskonia. Yo quería eso para mí. Y me dejaron ser yo mismo”. Además, especifica cuál fue uno de los motivos con más peso para acometer su fichaje por los vitorianos: “Tienen un entrenador especialista en desarrollo de jugadores y eso era muy importante porque no lo ves tan a menudo. Viniendo de Estados Unidos, donde siempre tenemos periodos de mejora de habilidades durante las temporadas, en Europa nunca lo llegué a experimentar. Así que cuando supe que Baskonia sí que lo tenía, lo decidí al instante”, asegura Thompson en el podcast italiano.
“Darius Thompson es, actualmente, primero en asistencias (6.6 por partido) y segundo en robos (1.7 p.p.) de la máxima competición europea”.
Darius Thompson es, actualmente, primero en asistencias (6.6 por partido) y segundo en robos (1.7 p.p.) de la máxima competición europea. Según datos proporcionados por la Euroliga, contribuye al 13% de los puntos del equipo y al 30% de las asistencias. Es uno de los mejores bases junto con Facundo Campazzo, Lorenzo Brown, Kostas Sloukas, Mike James o Milos Teodosic. Una retahíla de nombres que abruma. Y en solo una temporada ha conseguido instalarse en tan revelador panteón. De hecho, su valor de mercado es uno de los que más ha aumentado entre jugadores de Euroliga. Y, cómo no, ya está en el punto de mira de grandes conjuntos como Virtus de Bolonia, Armani Milán o Real Madrid según la web Encestando.es. En Baskonia continúan trabajando en su renovación en conjunto con la de Markus Howard, ya que ambos finalizan su contrato en 2024. Eso sí, Thompson tiene opción de jugador para la temporada 2023-24 (firmó un 1+1), por lo que será más complicado retenerle este mismo verano.
Posee una decente capacidad de salto, pero su movimiento es un poco ortopédico y heterodoxo, renqueante. Como jugador atípico, es un genio del cambio de tempo y destaca, claro, en su magnífica capacidad de pase y de encontrar al hombre abierto. Es excelente a la hora de encontrar los huecos que deja la defensa rival y es la extensión de Peñarroya en el campo (aunque suene a cliché). Su compenetración es inmensa con los hombres grandes como Costello o Kotsar (ayuda que sean jugadores que abren el campo con su tiro exterior), de facto, es con este último con el que tiene mayor química de juego según datos cotejados por el periodista Josep Escarré.
Su relación con Peñarroya es clave para entender a este carismático Cazoo Baskonia. En palabras de Thompson, “Joan deja a los jugadores actuar como son realmente en la cancha. No te grita si fallas, sino que te anima a seguir jugando y aprender de los errores. Cuando tienes un entrenador que te da plena libertad, los equipos se compenetran muy bien y salen ahí fuera a darlo todo porque saben que tienen la confianza del entrenador”. Esa libertad también se refleja en los objetivos que se han marcado internamente en la organización vasca, ya que quieren “competir cada noche sin importar el rival. Lo más importante aquí es mostrar carácter, darlo todo. Si lo haces, seguramente al final del partido siempre tendrás la oportunidad de ganar”.
Es posible que nos encontremos ante una de las gemas más improbables de los últimos años en el baloncesto continental. Con 27 años y su pasaporte italiano, podría incluso jugar con la selección azzurra en próximas competiciones FIBA. “Quizás sea un hecho en el futuro, pero ahora mismo no estoy seguro. Si hay posibilidades, aceptaría, si”. Sea de este modo o no, los seguidores del Baskonia y de la Euroliga están de enhorabuena por poder disfrutar de un jugador que, verdaderamente, hace mejores a los compañeros que tiene alrededor. El camino accidentado a lo largo y ancho de todos los vestuarios que ha pisado, en una progresión ascendente y lineal, ha provocado que se haya tenido que mezclar con fenotipos de todos los colores y formas. Para Darius Thompson, caminante, se hace camino al andar y se hace baloncesto al pasar.
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