El uno por uno de los nuevos Juniors de oro

La selección española ha vuelto a salir campeona del mundo, como hicieran los pretéritos Juniors de oro. En 2023, lo ha hecho en la categoría sub-19 tras vencer a Francia en un partido que se decidió en la prórroga y destacó por el nivel físico y una intensidad a la que la selección de Dani Miret no estaba acostumbrada por la superioridad que había mostrado en los anteriores encuentros en los que estaba venciendo por un promedio de treinta puntos.

Juniors de oro

Una vez más, se evidencia el trabajo táctico, el esfuerzo y rigor que existe en un baloncesto formativo nacional que está sentando las bases para mantener ese camino lleno de éxitos que está recorriendo en los últimos años La Familia. Una generación especial a la que hay que reconocer el mérito de poder hacer efectiva esa sinergia entre el trabajo y potencial físico que existe entre los jugadores nacidos en 2004 y el talento que maneja el 2005, faltando los que podrían ser los máximos exponentes de cada una de las ‘quintas’ como podrían ser Juan Núñez y Aday Mara.

El trabajo de Miret y su staff técnico se ha palpado muy fácilmente por la naturalidad con la que juega el equipo en ataque y la determinación que tiene la plantilla para dejarse todo atrás y presionar a campo completo. Un trofeo de mucho prestigio que merece que el aficionado del baloncesto nacional estreche el cerco sobre todos y cada uno de los chicos, como bien me advirtió el periodista José Manuel Puertas hace unos meses, y al que agradezco enormemente el consejo que me ha permitido disfrutar de estos especímenes tan especiales con los que contamos en nuestro país y poder ahora ofreceros a vosotros, lectores, mi visión detallada de cada miembro de este equipo para que conozcáis mejor a estos nuevos “Juniors de oro”.

Rafa Villar

El capitán del equipo. Con solo verlo jugar se entiende a la perfección por qué lo es. El canterano del Barça, cedido este curso en el Força Lleida, es un base de decente estatura (1,88m) con un tren inferior muy, muy potente. Un buen soldado y vocal en la pista pero con capacidad para anotar desde la media distancia y, sobre todo, en penetración. No acostumbra a fallar en sus decisiones, pierde muy pocos balones en el pase y menos aún con el control del esférico en sus manos. Su carácter competitivo y experiencia resultaron decisivos en la prórroga y minutos finales del duelo ante Francia.

Me han pedido que intente una comparativa del ‘best case scenario’ de cada jugador. La última vez que me tocó hacerlo con Villar pensaba en un base solvente y decisivo atrás como Rodrigo San Miguel, pero quizá me quedé corto e infravaloré su posible impacto ofensivo. Un ‘guard’ que pueda marcar diferencias desde su superioridad física y capacidad de sacrificio. Por ser culé y haber sido el titular durante algunos años en Can Barça, podría insistir en ese tipo de jugador del estilo de Víctor Sada. Sin embargo, Villar si continúa con su mejoría en el tiro exterior, que muchas veces ha sido su hándicap, y gana confianza en sí mismo con estas cesiones a LEB Oro, y, quién sabe si en la Liga Endesa, en algún momento puede terminar siendo mucho mejor atacante que el de Badalona y en un par de años buscar una comparación con un director más ambivalente que gran defensor.

Jordi Rodríguez

Uno de los jugadores más diferenciales de la plantilla. Sobre todo por tener unas cualidades muy distintas al resto de miembros de la línea exterior. Ese añito más de experiencia lo ha situado por encima de Langarita o De Larrea en la rotación y el de Joventut ha respondido con creces. Es el mejor tirador del equipo y eso permitía que el empaste con Villar y Garuba fuera perfecto. Tiene esa magia y picardía que le hace seguir lanzando e intentando cosas aun fallando muchos tiros como en la final, para seguir siendo el hombre a buscar en muchas posesiones. Con casi dos metros de altura, es un escolta muy alto que puede poner el balón en el suelo para encarar el aro, pero también para esos step-back o side-step (paso lateral para generar espacio para lanzar) y conseguirse lanzamientos cómodos. Además es un muy buen y vistoso pasador.

Quizá sus highlights evoquen a esa versión de Rudy Fernández antes de salir de la ‘Penya’ también por su facilidad para robar balones, aunque Rodríguez pisa menos la pintura de lo que lo hace el balear. Siempre es injusto dar un nombre así para estas comparativas. Primero, porque todos estos jugadores son talentos lo suficientemente especiales para ser conocidos por su propio nombre. Y, segundo, para no generar expectativas que luego puedan no cumplirse. Aún necesita paciencia y fortaleza física para dar el salto definitivo al primer equipo. Para quién no lo conozca, puede imaginarse un poco ese estilo de jugador.

Sediq Garuba

Otro físico superdotado. Un jugador que se deja todo en la pista, cuya fuerza, combinada con la rapidez lateral, le permiten defender del uno al cuatro sin mayor problema. Un exterior que tampoco destaca por su altura (1,94), pero que no escatima esfuerzos y tiene la potencia de salto suficiente para paliar esos tres-cuatro centímetros que tan bien le vendrían. Sigue mejorando su tiro para ser una mayor amenaza en ataque. Le hemos visto lanzar en catch&shoot de forma bastante orgánica. Acaba muy bien cerca del aro, con variedad de recursos y porcentaje de acierto muy alto. Ataca de forma muy agresiva el bote para robar balones (¡¡más de dos de promedio durante el torneo!!), es un perro de presa a toda pista.

Muchas secuencias de las mencionadas defensas a toda cancha han recordado a cuando Pablo Laso decidió poner a su hermano Usman a defender a Calathes a todo campo para desgastarlo y ralentizar los ataques del rival, es decir, condicionar resultados incluso a nivel Euroliga . Y es que, en cuanto a condiciones físicas y estilo de juego, se parecen bastante. Obviamente hay que salvar distancias porque Usman es un 4-5 y Sediq, por el momento, parece que jugará como alero buena parte de su carrera. Pero los puntos fuertes de los hermanos Garuba se asemejan en muchas cosas; la superioridad física, ética de trabajo, acierto interior y multiposicionalidad defensiva, aun siendo Usman un mayor talento ofensivo.

Baba Miller

Probablemente el jugador más especial del roster. Un tirador de más de 2,11 que permite volver a poner sobre la mesa ese concepto de unicornio que se había perdido en los últimos años. Ha ganado kilos respecto a cuando salió de la cantera del Real Madrid y capacidad para poner el balón en el suelo y penetrar. Lo ha hecho mucho tras finta de tiro (tanto saliendo de indirectos como después de recibir un extra pass) y además también después de coger su propio rebote cuando el lanzamiento se ha quedado corto. Carga muy bien el rebote ofensivo, sabe colocarse sin balón para un buen espaciado y cortar cuando hace falta para aprovechar su altura y velocidad y acabar cerca del aro, aunque ha fallado alguna bandeja en este torneo y deberá mejorar su acierto desde cerca. Su implicación defensiva y maduración han sido claves para cambiar la concepción que muchos teníamos de Miller y pasar de un muy buen proyecto a un jugador muy hecho.

Tiene tantos recursos que cuando está inspirado ha sido muy difícil frenarle. Ha asegurado muchas posesiones para su equipo desde el rebote y mejorado su toma de decisiones en el tiro de tres, media distancia tras bote y penetración, aunque ha evadido mucho el contacto en el poste y el juego de espaldas, algo que ya se conocía como rasgo distintivo del balear. Se antoja complicado no ver al hispano-senegalés en la NBA más pronto que tarde. Por su velocidad y altura uno no puede imaginarse a nadie que no sea Kevin Durant cuando lo ve jugar, o Pokusevski con un menor uso de bote y capacidad de asistir pero más músculo. Ese estilo de jugador al que se concibe como interior por su altura, pero que su forma de jugar evidencia que destaca mucho más lejos de la canasta.

Izan Almansa

El MVP del torneo, y ya van tres veces en tres categorías distintas en apenas dos veranos, en dos de ellos siendo un año menor que muchos. El murciano se ha confirmado como una de las grandes promesas del baloncesto español y ya se comienza a hablar de él en clave lotería del Draft 2024 tras su fichaje por Ignite de la G-League. Ha trasmitido una sensación de absoluto dominio. Parecía saber lo que tenía que hacer siempre y se le ha visto muy cómodo como cinco cuando sigue existiendo esa duda entre si será un ala-pívot o un pívot a medio plazo, aunque a mí me parece un poco absurdo seguir hablando de posiciones puras en 2023. Sobrado al poste bajo y en el juego de espaldas, con un gancho precioso desde muy arriba, pero también ha mostrado que puede jugar de cara y sacar ventaja del primer paso y de un bote muy solvente que le ha hecho incluso subir el balón algunas veces.

Contundente cerca del aro, ha reboteado como un auténtico especialista y acabado con mate en estático para evitar especulaciones. En defensa, muy grande de envergadura y móvil para cambiar o saltar en los bloqueos directos. Ojalá poco a poco lo vayamos viendo ampliar su rango de tiro más allá de esa segura media distancia. Quizá no sea la más acertada, pero a mí me recuerda mucho a Brandon Davies en muchos aspectos técnicos (también es muy diferente en otros) y en que muestra claramente que muchas veces no hace falta ni ser un 2,10 para jugar de pívot ni ser un gran tirador para jugar de ‘cuatro’.

Sergio de Larrea

Otro de los jugadores que, por condiciones, es más diferente y puede que posea un techo más alto. Otro de los 2005, es un base enorme en estatura (1,99m) y aún más en envergadura (205cm). Esa superioridad física destaca mucho en defensa para poder marcar varias posiciones y para compensar su falta de arrancada con una zancada súper amplia que le hace muy veloz, así como para acabar con clase pero también con seguridad en bandejas y mates. Sin ser un gran especialista, está mejorando mucho su tiro de tres, siendo muy fiable tras recibir y poco a poco atreviéndose a lanzar tras bote. Es un gran pasador, el motor del ataque cuando no ha jugado Villar, con especial predilección para iniciar contraataques.

Aún necesita paciencia para dar un paso adelante físicamente y ganar un poco de músculo. Pero es un molde muy similar al Satoransky que se vio en Cajasol en sus primeros años. El checo era más veloz y contundente, peor menos inteligente en el estático y peor tirador en sus inicios. Cualquiera firmaría para el de Valladolid una carrera similar a la del actual base del Barça. No tardaremos en verle con minutos en Valencia Basket.

Lucas Langarita

El último 2005 de la lista. Otro jugador al que no le falta determinación ni autoconfianza. Es un elemento diferencial como revulsivo. Tiene un gran manejo de balón para actuar como base en momentos puntuales y sobre todo, para sacar ventaja para el tiro la penetración desde el crossover por lo bien que exagera las fintas y su explosividad en el primer paso. Tiene un gran lanzamiento tras bote, experto en la media distancia pero para nada desentona en el triple. Da la sensación de tener carácter de líder, como pudimos vislumbrar en el ANGT de Zadar, donde lideró a Zaragoza hasta la final que perdió ante el FC Barcelona. Otro eficiente defensor e inteligente tácticamente como la mayoría del equipo, en parte gracias al trabajo del cuerpo técnico.

Langarita es de los jugadores más hechos de la convocatoria y, aunque tiene que mejorar su toma de decisiones, su salto y tiro tras bote le convierten en un perfil distinto y muy útil que ya ha estado en dinámica con Casademont Zaragoza este curso y seguirá creciendo el próximo. Es más difícil encontrar una comparación con un jugador en concreto en su caso. Un combo muy atlético con tiro, líder en cancha y al que le encanta jugar en el clutch pero también disciplinado y coherente. ¿Llull? ¿Jaime Fernández? Ese perfil de jugador que tanto cuesta sacar en España y que permite respirar a sus equipos por su talento y desatascar partidos.

Isaac Nogués

Una de las gratas sorpresas del torneo. Un jugador que parecía algo atascado por su falta de tiro exterior pero que ha sabido rehacerse pasando de jugar de base a ser simplemente un exterior con menor responsabilidad con balón y aprovechar su inteligencia como falso cuatro en acciones concretas para romper las defensas en zona desde el poste alto. Otro de los veteranos de la selección. Excelso defensor, incansable a toda pista. Domina las lecturas del lado débil y “pesao” en el uno contra uno. Casi podría considerarse MVP de la final por su trabajo un poco por debajo del radar con hasta seis robos registrados en su línea estadística. Ha sacado muchas faltas, capturado muchos rebotes y ganado balones divididos por su persistencia y esfuerzo.

Con 1,96 de altura, su capacidad física y atlética sumado a su rigor táctico hace del reciente fichaje del Peñas Huesca de LEB Plata uno de los mejores defensores del torneo. Más que buscar una comparativa, prefiero no encasillarlo con un jugador concreto y definirlo como un teórico especialista defensivo también capaz de enfrentarse desde el base hasta el ala-pívot. Si termina desarrollándose como jugador de ese perfil, muchos equipos lo querrán para ese rol a muy corto plazo también por su madurez. Mi compañero Jordi MQ, con el que he contrastado diversas opiniones para redactar este artículo, me ha sugerido compararlo con David Navarro a nivel nacional y con Jaka Blazic entre jugadores de mayor renombre.

David Gómez

El noveno jugador en discordia de la rotación. A partir de aquí, son jugadores que tengo mucho menos vistos en general y ojalá pudiera aportaros más claridad y rigor. En el caso de Gómez he tenido la suerte de poder haberle visto también en Tizona en LEB Plata algunos partidos. Gómez, canterano del Betis, es un cuatro abierto que se caracteriza por su facilidad para abrir el campo y jugar el Pick&Pop, también por lo bien que bloquea. Ha sido de gran utilidad en ese juego poste alto/poste bajo para atacar zonas por su muñeca y visión de juego. Sus 2,05m de altura, y una envergadura aparentemente mayor, le hacen un gran defensor, con mucha actividad de manos para tocar balones (deflections) y taponar.

Su volumen de lanzamiento de tres esta temporada ha sido casi igual que en tiros de dos (46 tiros de dos intentados por 36 triples), además de su rápida mecánica que ha mejorado mucho en cuanto a estética como se puede ver en profundidad en este scouting de La Peña de NOLA. Es un jugador con buena proyección y mucho margen de crecimiento como para que se empiece a hablar más y mejor de él en clave futuro, pero también ha dado la sensación de saber entender ese rol de jugador de oficio para aumentar mucho su valor en el equipo y las aspiraciones de este.

Victory Onuetu

Un jugador de determinados contextos y acciones durante este Mundial U19. Encontró su lugar en Talavera, de la LEB Plata, luego de empezar con Peñas Huesca en la misma categoría. La posibilidad de reformular quintetos con Almansa de cuatro otorgaba mucha importancia a su presencia. Ha sabido posicionarse bien en cancha, aprovechar su físico, capacidad atlética y envergadura para añadir dureza a La Familia. Destaca por el bloqueo y continuación, donde es muy directo y termina en mate o busca recibir por encima del aro en la mayoría de ocasiones. Seguro en el rebote e intimidante y agresivo en defensa, aún tiene mucho por pulir, pero su estereotipo físico lo puede hacer un fijo en este tipo de convocatorias. Ambos canteranos de Unicaja, puede compartir rasgos con ese tipo de pívot saltarín y potente como puede ser Viny Okouo.

Alejandro Moreno

Un jugador al que era fácil perderle la pista tras su fichaje por IBAM de la NBBL alemana, una competición pensada para el desarrollo de los jóvenes jugadores. Base sólido y seguro que destaca por su capacidad defensiva tanto al uno como al dos al que Jordi añade destrezas como su fiabilidad en el triple (como ya vimos en ese partido que se atascó ante China en fase de grupos) y su capacidad para asistir y ejercer de creador. Del que fuera canterano de Zaragoza, la web Zona de Básquet, web referencia en información y análisis de LEB Oro, Plata y EBA, añaden que puede sufrir en contextos de exigencia física y en la absorción de contactos en las penetraciones. Jordi relaciona su perfil con bases del estilo de Guillem Vives.

Luis García

Compañero de Onuetu en Plata con Talavera, también llegó a mitad de temporada tras contar con pocos minutos en uno de los punteros de la categoría como Bàsquet Menorca. Es un forward de 2,04m cuyos puntos fuertes están en la versatilidad, velocidad en transición y Jordi va más allá destacando su “uno contra uno de fuera a dentro”. Intimidante y potente atrás, esclarece la importancia que Dani Miret ha dado a la capacidad de sus jugadores atrás también para enfrentarse a jugadores de distintas posiciones. Es inteligente, buen cortador y entendedor del juego, presupongo que en buena parte también por sus dificultades para anotar sus triples durante el curso como relatan desde Zona de Básquet, pero se le ha visto confidente y atrevido desde el 6,75m en los pocos minutos que ha tenido en la cita mundialista. Jordi “le ve cosas de Jordi Trias”.