Han sido semanas convulsas en Vitoria-Gasteiz. Baskonia cesó a Joan Peñarroya como primer entrenador del equipo después de un inicio dubitativo marcado por las lesiones y la falta de una pieza en la confección del roster: un base, por qué no decirlo, titular.
La llegada de Dusko Ivanovic por cuarta vez al banquillo baskonista aceleró el proceso de contratación de ese director de orquesta que Querejeta y Salazar han encontrado en un campeón de la NBA: Chris Chiozza (Memphis, 1995) base que ronda el 1,80m y los 80kg pero, ¿Cómo ha sido su trayectoria hasta llegar aquí y qué puede aportar a la escuadra vasca?
La carrera de ‘Cheese’, como le apodan, ha transcendido en su mayoría en Estados Unidos. Cuatro cursos de universidad en los Florida Gators de la NCAA en los que destaca muy por encima del resto su año senior, el último, en el que promedió once puntos, cuatro rebotes y seis asistencias en 32 minutos con buenos porcentajes en tiros de tres (35%) y tiros libres (81%), además de ser elegido en el mejor quinteto defensivo de la Southeastern Conference. Pese a ello, dichos números no fueron suficiente para que el base fuera seleccionado en el Draft de 2018, por lo que tuvo que hacerse un hueco en la mejor liga del mundo vía Summer League con los Washington Wizards, que rápidamente le asignaron a su equipo filial, los Capital City Go-Go.
En más de cuarenta partidos en el cuadro capitalino, firmó unos promedios más que notables: 13,6 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias con un despampanante 42% en triples. Fue recompensado con un contrato dual (a caballo entre la G-League y la NBA) con los Rockets, franquicia que le hizo debutar en la liga y en la que saltó a pista en siete partidos. El curso siguiente volvió a sus orígenes con un segundo two-way contract con los Wizards, que menos de dos meses después le liberaron de sus quehaceres, sin oposición para rubricar su firma en un tercer contrato con el mismo modelo, esta vez en los Brooklyn Nets.
Con la franquicia neoyorquina disputó incluso minutos de playoff en la burbuja de Orlando, seis puntos y cuatro asistencias en dieciséis minutos. Guarismos que le garantizaron un hueco en el roster del curso siguiente en el que jugó veintidós partidos en su única temporada a tiempo completo como miembro de la NBA. En la campaña 21/22, las múltiples bajas de todo un contender como los Golden State Warriors permiten al de Memphis disputar más de treinta partidos con los de San Francisco. Sin debutar en los playoff, nada quita que cheese luzca en su dedo anular el más preciado de los trofeos de este deporte como parte de los campeones de la NBA 2022. Como curiosidad, “sustituyó” como two-way contract a su actual compañero Nico Mannion cuando firmó por los de Steve Kerr.
No obstante, nada más lejos de la realidad para Chiozza, que volvió a enrolarse con los Long Island Nets para la temporada siguiente en la que prácticamente calcó sus medias con el filial de los Warriors: casi trece puntos, cinco rebotes y nueve asistencias (apenas dos rebotes menos que en Santa Cruz) con un 40% en lanzamientos de tres. Empezaron a sonar campanas de un posible salto a Europa, donde un UCAM Murcia falto de cerebro por el mal rendimiento de Travis Trice se hizo con sus servicios. El americano cambió la cara y el juego de los pimentoneros que ganaron cinco de los primeros seis partidos con Chiozza en sus filas y sólo una derrota en la cancha de un Barça frustrado por su mal papel en la Final Four de Kaunas y con necesidad de redimirse privó a los de Sito Alonso de participar en los cuartos de final de la Liga Endesa. Sus 10 puntos, 3,5 rebotes y 5,4 asistencias, que pasan a un segundo plano por la brutal influencia que tenía en el juego del equipo, llamaron la atención de la Virtus Bolonia de Scariolo, que intentó hacerse con sus servicios en verano, aunque Chiozza deseaba esperar una llamada que le devolviera al otro lado del charco.
Noviembre y dicha llamada no llegó, o no convenció, al base y la urgencia de Baskonia lleva a los vitorianos a incorporar a este pequeño guard a una plantilla que, similar a aquella situación en Murcia, necesita un cambio anímico. ¿Qué busca la dirección deportiva baskonista con este fichaje?
Sin duda, apostar por un base puro evidencia lo que muchos ya intuíamos: la idea con Mannion en primera instancia era verle como combo. Los malos porcentajes de Cody Miller-McIntyre desde el triple han provocado que el plan de muchos rivales haya sido pasar los bloqueos directos de cuarto hombre (por detrás del todo). Y Cody ha dudado, se ha bloqueado en numerosas ocasiones y el ataque de Baskonia no fluye. También ha pasado con el propio Mannion incluso. Chiozza no es el mejor tirador de tres puntos pero tiene unos porcentajes dignos y casi todos sus lanzamientos son tras bote, con paso hacia atrás o hacia el lado, por lo que esos tiros a priori más cómodos no deben suponer un hándicap.
Liberar de balón a italiano y, sobre todo, a Markus Howard facilita la labor de ambos como ejecutores, más si el encargado de alimentarlos es un pasador de la talla de Chiozza. Permite más combinaciones en las posiciones exteriores (Marinkovic con minutos de alero) y tapa muchas carencias. También se van a ver muy beneficiados los interiores en el juego de dos contra dos. El no poder flotar, en teoría, al manejador aumenta la amenaza del bloqueo directo de Baskonia, con un Khalifa Diop que tiene instinto asesino para finalizar por arriba y un Kotsar sobrado de fundamentos. La recuperación del senegalés se espera con ansia en Vitoria.
Quizá alguno se pregunte, si todo es tan bonito a simple vista, ¿Por qué hemos leído opiniones que incitan a la duda? Todo está ligado al poco contraste a primer nivel europeo de Chiozza y si “merece la pena” haber esperado a noviembre para fichar este perfil de jugador, o que en teoría pertenece a un escalón insuficiente para ejercer de uno titular en todo un Euroliga, después de haber peinado el mercado estadounidense durante meses para conseguir el nombre idílico. Las lesiones, los resultados y el cambio de entrenador pueden haber provocado una disminución en las pretensiones de la dirección deportiva. No quiere decir que el elegido no tenga opción de dar el nivel esperado, sino que es otra apuesta con riesgo en un contexto necesitado de resultados e impacto inmediato. Y Chiozza puede ayudar desde ya en cosas muy básicas.
El base de Tennessee regresa a España con ganas de demostrar su valía dos peldaños por encima de donde estuvo el año pasado. Es bueno robando balones y goza de amplia visión de juego para lanzar transiciones a raíz de ello, así como también puede ofrecer calma al ataque posicional. En definitiva, un rigor del que carece ahora mismo Baskonia. Su capacidad de asistencia debe potenciar a sus compañeros. Otra duda recae en la defensa. Si bien ya hemos mencionado su reconocimiento en el mejor quinteto defensivo de su conferencia en NCAA, su altura puede ser castigada en un backourt compuesto por Howard y el susodicho. En caso de ser Miller-McIntyre el acompañante, puede perdurar la falta de acierto exterior. El tiempo descubrirá si el empaste es correcto o no. Cuentan con un gran entrenador para ello.
Chris Chiozza es un magnífico jugador de bloqueo directo, algo que necesitaba como el comer su nuevo equipo. Tiene un buen primer paso pero también es capaz de ralentizar el juego, marca muy bien los tempos con esas aceleraciones y deceleraciones. Esa lectura le permite atacar el aro, es un buen finalizador con rectificados, tiene toque con las dos manos y tiene piernas para aguantar en el aire. Esos recursos pueden dar puntos y asistencias a Baskonia. Por si fuera poco, contar con lanzadores mejores le permitirá reducir su volumen de lanzamientos “complicados” de tres puntos e incrementar los porcentajes al implementar más, quizá, el Catch&Shoot y menos el step-back.
Saski Baskonia ha traído muchas de las características que no tenía el roster, en la medida que cada uno quiera verlo, pero las ha traído. Mantiene carencias y sólo el tiempo dirá si continúan siendo graves o se sumergen en favor de los puntos positivos que puedan reflotar. Todo parece indicar que podemos catalogar este fichaje como low-cost, de forma que en las arcas del club pueda quedar algún “pellizco” que dé lugar a un segundo fichaje quizá más orientado al puesto de alero para seguir sumando efectivos a una plantilla magullada por las lesiones. A expensas de confirmar si eso pasa o no, sólo podemos ceñirnos a valorar el fichaje que ya es una realidad; Chris Chiozza otorga un creador de juego a Dusko que tiene amenaza de tres, visión de juego y facilidad para dar pases de canasta y un cuidado del balón que falta en las piezas que tenía Baskonia antes de su llegada. Queda esperar a ver su encaje e impacto para juzgar a una dirección deportiva a la que no fichar en verano le ha podido jugar una mala pasada y ha terminado por actuar bajo presión.
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