Devin Robinson es una estrella

Devin Robinson llegó la temporada pasada a la Liga Endesa y se ha asentado entre los mejores jugadores de la competición en su segundo curso. El dorsal ‘00’ de Baxi Manresa llegó al Bages cuando el equipo coqueteaba con los puestos de descenso. El cuadro catalán sufrió para carburar porque, para sorpresa mayúscula, no acertó con algunos de los fichajes realizados en verano y debía moverse en el mercado con el curso ya iniciado. Desde el primer momento formó una pareja espectacular con Martynas Geben en las posiciones interiores de los de Pedro Martínez e incluso sonó incluso para Baskonia en verano, con lo que puede pesar esa plaza de extracomunitario, pero renovó.

En la presentación de la Liga Endesa 2023/24, siempre con una sonrisa en la cara, Robinson ya avisaba: “Si jugamos como en pretemporada vamos a poder competir contra cualquiera”. Baxi Manresa había hecho un partido magnífico ante un Barça al que después derrotó en la primera vuelta y Robinson sólo esperaba poder mantener al equipo sano y en buena forma. Así es hasta la fecha y los de Pedro Martínez van a jugar la Copa del Rey con un baloncesto divertidísimo de ver.

Podemos hablar de Brancou Badio, de juego coral, del increíble entrenador que dirige al equipo… Todas ellas son clave, pero Robinson ya transmite la sensación de ser una estrella de nuestra competición. Después de tres años en la NCAA con los Florida Gators, no fue seleccionado en el Draft 2017 y pasó por hasta cinco equipos distintos de la G-League. Los Washington Wizards le dieron una (pequeña) oportunidad en la NBA. Un partido en la temporada 17-18 y siete el curso siguiente con unos promedios de 6,7 puntos y casi tres rebotes. En los dos cursos siguientes destaca mucho en la liga de desarrollo pero no logra afianzarse en la mejor liga del mundo.

Le vimos en Taiwán y Puerto Rico hasta cruzar el charco a Europa con Ratiopharm ULM. Allí apenas disputó cuatro partidos de Eurocup con 9,3 puntos y 6 rebotes de media. En Bundesliga tampoco ofreció mal rendimiento con 12,5 puntos y 5 rebotes de media. Pese a ello, había llegado con un contrato temporal y el ala-pívot se despidió de Alemania rumbo a Manresa, donde ahora le disfrutamos.

La campaña pasada disputó 22 partidos con unos promedios de 13 puntos, 57% en tiros de dos (con ocho lanzamientos intentados por partido), 21% en triples y  66% en tiros libres. Fuera de la anotación, añadía 5,2 rebotes, una asistencia, una recuperación y casi dos pérdidas para 12,6 de valoración. Por encima de todo ello, la sensación haber sido el sine qua non por el que Baxi Manresa se transformó de un equipo que sufría para ganar a uno que podía competir con cualquiera. Existía la ligera duda de si podía mejorar esos guarismos en un curso completo ya asentado en la Liga Endesa, pero Devin Robinson no ha defraudado.

Ha elevado sus medias a 14 puntos con el mismo 57% en tiros de dos y el mismo volumen de tiro. La drástica mejora está en el resto de porcentajes. Robinson ha pasado de 21% en triples a casi 32% y lanza 0,5 triples más cada duelo. En tiros libres ha mejorado su porcentaje hasta un 82%. Un crecimiento espectacular. Captura 0,4 rebotes más y se dispara hasta 5,6 y pierde 0,5 balones menos.

Se ha convertido en un jugador mucho más eficiente y por ello su valoración alcanza los 16 por choque este curso en justo los mismos 22 partidos que jugó el año pasado. Es el octavo con mayor promedio en esta categoría de toda la Liga Endesa, el noveno en puntos por partido y el undécimo en rebotes. Una estrella de nuestra ACB sin ningún atisbo de duda.

Ni mucho menos es sólo el mate por encima de Willy Hernangómez ante el FC Barcelona la última jornada (como curiosidad, Baxi Manresa es el tercer equipo que más mates hace en cada partido de la liga con 3,2 y 0,7 corren a cargo de Robinson). El impacto y sensación de dominio en un equipo que ha vuelto a encandilar a todo el panorama nacional es bárbaro. Con su envergadura y potencia de piernas ha taponado y reboteado como un pívot y ha influido mucho desde la defensa.

Pero también ha mostrado su infalible lanzamiento desde la media distancia y ha dado ese plus a un Baxi Manresa sin una clara referencia ofensiva hasta su llegada. Primero, en lo anímico por su sonrisa y su buena compenetración con los fans. Segundo, para dar alejarse de la salvación el curso pasado. Y tercero, para aumentar esa lejanía e incluso colarse en la Copa del Rey de Málaga contra todo pronóstico con un juego precioso para el espectador neutral.

Devin Robinson quizá no fue el mejor en ese duelo de cuartos de final, una vez más ante el FC Barcelona, pero volvió a demostrar el jugadorazo que tiene dentro. 14 puntos y 6 rebotes llevan su firma con dos de cuatro en triples. El cuatro de Baxi Manresa cada vez lanza más cómodo y más rápido desde la línea de 6,75m y su equipo lo agradece muchísimo en términos de spacing. Ha demostrado que va mucho más allá de los muelles y jugar por encima del aro, puede jugar de cara a la canasta, defender y entender cuándo el balón pertenece a otros jugadores como Badio o Brandon Taylor, claves en el buen hacer de los catalanes.  

Esa esencia de Pedro Martínez de baloncesto rápido y vistoso que mueve la pelota a la perfección, pues es tercero en asistencias por partido con casi 19. Lejos de quedarse ahí, es el mejor equipo en el rebote de la liga con 38,5 por encuentro, así como líder en rebotes ofensivos con 13,1, casi uno más cada partido que el segundo.

Baxi Manresa es el equipo que más triples tira de la liga con 32 en cada partido, pero también es el segundo que más anota, empatado con Bàsquet Girona. Se puede concluir que resulta efectivo el estilo propuesto por el cuerpo técnico, porque en anotación es el quinto de la liga, con 84,4 puntos anotados por encuentro. Un rodillo en la faceta ofensiva y un lujo para los amantes del baloncesto.

Quizá militar en un equipo tan competitivo e identificable como este Manresa es lo que le faltaba a Devin Robinson para consagrarse como una estrella de la Liga Endesa. Quizá sólo hacía falta contar con él en nuestra liga algo más de tiempo. Lo que tenemos claro es que, como su equipo, el ala-pívot de 28 años nacido en Virginia es una de las sensaciones de la categoría.