Juventud y dinastía son dos términos muy comunes en el ecosistema de la NBA, además de ser los conceptos claves sobre los que girará el siguiente artículo. No obstante, antes de nada, debemos relacionar ambos términos con una franquicia, la de los Oklahoma City Thunder, segundos clasificados de la conferencia oeste con un balance de 38 victorias y 17 derrotas.
Si hablamos de los OKC Thunder, estamos refiriéndonos a una franquicia que nació hace relativamente poco, ya que tan sólo tenemos que remontarnos al año 2008, momento en el que los Seattle SuperSonics decidieron pasar de Seattle a Oklahoma y, por ende, modificar su nomenclatura a Oklahoma City Thunder.
Sin embargo, el equipo del condado de Oklahoma no sólo es joven por su reciente refundación, sino también por la edad media de su roster: 24.3 años, siendo el más mayor Gordon Hayward (33) y Cason Wallace (20) el más joven.
Aunque no está incluido en la operación anterior, relacionada con la edad media del roster, también debemos hacer mención del caso de Mark Daigneault. El técnico estadounidense, encargado de la dirección del equipo desde la temporada 2020-21, es uno de los técnicos más jóvenes de la liga (38 años), tan sólo superado por Will Hardy (35) y Joe Mazzulla (35).
SGA, una estrella que aspira a todo
Que los Oklahoma City Thunder estén en la zona alta de la tabla clasificatoria no se podría entender sin la figura de Shai Gilgeous-Alexqander, uno de los principales candidatos a llevarse el MVP de la temporada según varias predicciones.
El internacional canadiense, de 25 años, está viviendo su quinta temporada en el equipo de Oklahoma, al que llegó en verano de 2019 como parte del traspaso de Paul George a Los Ángeles Clippers. Elegido por los Charlotte Hornets en el nº11 del Draft de 2018, SGA puso rumbo al equipo californiano la misma noche del evento, siendo traspasado por Miles Bridges y dos segundas rondas.
Tras pasar una temporada en Los Ángeles, Gilgeous-Alexander recaló en OKC y en nada se convirtió en un jugador clave para una franquicia que empezaba a decaer después de perder en la 1ª ronda de los Playoffs de 2019 ante Houston Rockets.
En verano de 2021 llegó uno de los momentos cumbre para el base; su renovación con los Thunder por 5 temporadas a cambio de 172 millones de dólares. A partir de ese momento la franquicia se aseguraba a un jugador que, tal y como ha ido demostrando con el paso de las temporadas, se iba a convertir en una estrella de la liga más pronto que tarde.
En la presente temporada, en la que ha disputado su segundo All-Star Game, Shai Gilgeous-Alexander promedia 31.2 puntos, 5.5 rebotes, 6.6 asistencias, 0.9 tapones y 2.1 robos por encuentro, además de contar con un 38% en tiros de tres y del 88.3% desde la línea de personal.
Chet Holmgren, el otro unicornio de la liga
Otro jugador que se presenta clave en el futuro de los Oklahoma City Thunder y de la propia NBA es Chet Holmgren. Lesionado durante toda la temporada pasada, el ala-pívot de Minneapolis, elegido en nº2 del Draft de 2022, está afrontando su temporada rookie en la NBA y lo está haciendo nada más y nada menos que compitiendo contra Victor Wenbanyama, el nuevo unicornio de la liga.
Junto al pívot galo, Holmgren sigue una corriente cada vez más de moda en la liga; la del pívot todoterreno. Las principales características de este nuevo pívot consisten en la alta capacidad para anotar, ya sea lejos o cerca del aro, en ser intimidador en la defensa y, sobre todo, ágil de pies y manos.
Aunque el premio a rookie del año parezca tener un ganador claro en el francés, hay que poner los principales baluartes de la candidatura de Chet Holmgren. El interior estadounidense, después de vencer a los Houston Rockets por 123-110, se convirtió en el primer rookie de la historia de la NBA en sumar 150 tapones y 100 triples anotados, lo que habla muy bien de su polivalencia en el juego. A estos hitos debemos sumarle también sus medias de temporada: 17.1 puntos, 7.7 rebotes, 2.7 asistencias, 2.6 tapones y 0.7 robos por encuentro, además de un acierto del 40% desde la línea de tres puntos.
Una plantilla de lo más equilibrada
Otro de los factores que explican la buena dinámica de los Oklahoma City Thunder es la profundidad de banquillo de la que dispone Mark Digneault.
Gran parte de la segunda unidad se basa en el trio de los Williams; Jalen, Jaylin y Kenrich, el más veterano de los tres. No obstante, también hay que mencionar a Cason Wallace, rookie llegado a la plantilla este verano mediante el Draft, donde fue elegido en el puesto n°10.
Formado en la Universidad de Kentucky, Wallace está asumiendo muchos minutos de base, alternándose con Josh Giddey, para darle descanso a un SGA que no tiene un sustituto desde la marcha de Vasilije Micic.
Precisamente gracias a Micic, entre otros, los Thunder han conseguido a un jugador veterano que puede ser resolutivo si el físico le acompaña. Estamos hablando de Gordon Hayward, que sería traspasado desde los Hornets a cambio del base serbio, Davis Bertans y Tre Mann.
Otro veterano que seguro ayudará a los Thunder es Bismack Biyombo, todo un clásico de la liga que ya suma más de 800 encuentros entre Hornets, Raptors, Magic, Suns y Grizzlies. La llegada del ex del Baloncesto Fuenlabrada tuvo como consecuencia la marcha de Aleksej Pokusevski, nº17 del Draft de 2020, quien fue reclamado por los Charlotte Hornets de la agencia libre.
Pero los Thunder no solo miran para la presente temporada. El conjunto de Oklahoma mantiene un buen núcleo joven, pero éste puede verse mejorado en los próximos años, ya que la franquicia posee un total de 37 rondas de Draft para los próximos años, algo que hace de los Thunder un equipo muy atractivo y al que habrá que seguir tanto en la cancha como en los despachos.
Suscríbete a nuestras newsletter y no te pierdas ningún artículo, novedad, o menosprecio a Los Ángeles Clippers
