Connect with us

Suscríbete a la newsletter

Actualidad

El viaje de Luis Arbalejo: De las canchas locales al liderazgo en Valencia Basket

De la cancha local al liderazgo en Valencia Basket: el inspirador viaje de Luis Arbalejo en el mundo del baloncesto.

Valencia Basket

«La palabra equipo la componen 15 jugadores y 15 de staff y, para mí, es igual de importante el fisio, que el utillero, que Brandon Davies, o que Chris Jones.» Estas palabras no provienen de un simple aficionado cuyo amor por el club va más allá de los nombres en la camiseta, sino de su recién llegado director deportivo, quien aporta su diferencial filosofía de trabajo al Valencia Basket.  Esto y mucho más en una interesantísima conversación mantenida con un silencioso trotamundos del basket español como es Luis Arbalejo.

Luis Arbalejo Iñarrea ha estado inmerso en el mundo del baloncesto desde una temprana edad. En sus inicios, demostró un talento destacado como jugador en las categorías inferiores de un club menorquín, lo que le llevó a ser seleccionado para representar a Baleares en competiciones importantes. Su afición por este deporte continuó durante su adolescencia y su etapa universitaria, dándose cuenta del gran nivel existente y asimilando que, como jugador, no llegaría lejos. Como resultado, una vez terminada la universidad y ya de vuelta en tierras menorquinas, comenzó a formarse como entrenador hasta que, a los 25 años, llegó su primera oportunidad para ser director deportivo de un equipo mahonés, el CD Alcázar, un hecho que cambiaría el rumbo de su vida profesional, pasando de los entrenamientos a la dirección deportiva, su actual cometido. 

En 2012, tras cuatro años trabajando y aprendiendo, el desconocido Luis y un clásico para los aficionados como Willy Villar se conocieron casualmente en un torneo disputado en Zaragoza. En esos momentos, Villar andaba buscando un director de cantera para la prestigiosa escuela del Basket Zaragoza, y lo que Willy jamás imaginaría es que el compañero de trabajo que el club y él mismo planeaban contratar en el futuro estaba justo delante de sus narices. Después de un período estival de muchas entrevistas a distintos candidatos, los rojillos le ofrecieron ese puesto vacante con el que muchos aspirantes al baloncesto profesional soñarían, el de responsable de cantera de un club ACB. 

Una vez dentro, el genio gallego empezó a acercar talento maño al equipo de la capital aragonesa. Nombres propios como Carlos Alocén, Jaime Pradilla, Javi García, Lucas Langarita, y Aday Mara fueron incorporados en edad infantil para darle un salto de calidad a los equipos de las categorías inferiores. Además de producto nacional, también se sumó una joven promesa que jugaba en el extranjero, como Vit Krejci, actual jugador de los Atlanta Hawks. En referencia a la mezcla homogénea de jugadores de diversas nacionalidades, Luis comentó que el objetivo era «tener un equilibrio entre los jugadores de casa y de fuera». Los seis años compartidos con Willy Villar y José Luis Abós (entrenador del primer equipo) los recordará siempre. Luis describe esa época como «una muy especial que contribuyó enormemente a mi aprendizaje».

En este complicado mundo del baloncesto las estancias no suelen durar mucho, sean jugadores, entrenadores, o directivos. Seis años trabajando para un mismo club se puede considerar un éxito rotundo, ya que los equipos que componen la Liga ACB sufren innumerables cambios cada verano. Pero las etapas se cierran y, como consecuencia, se abren nuevos e inexplorados caminos; en ese sentido, el nuevo destino de Luis estaba en un municipio cercano a Madrid como es Torrelodones. Al lector le sorprenderá el hecho de cambiar un equipo ACB por otro que competía en 1ª Nacional, pero este dilema tiene una sensata explicación. Durante su etapa en Zaragoza, scouters que trabajaban para la franquicia de los Utah Jazz solían visitar el Príncipe Felipe con frecuencia. Estos viajes se producían con el fin de establecer un constante seguimiento y diálogo con ciertos jugadores que estaban evolucionando a pasos agigantados y que, por ese motivo, podrían tener un hueco en la plantilla en un futuro no muy lejano. Durante esas visitas, el gallego pudo conocer al equipo que trabajaba desde el extranjero para los Jazz proporcionando informes a las oficinas situadas en los Estados Unidos. Luis, en esas conversaciones entre scouters, club, y jugadores, conoció al que en el futuro sería su jefe, un griego con apellido Dardalis, quien le ofreció ser un Scout Consultant, un puesto que podía compaginar con su propio trabajo. Sin embargo, hubo un imprevisto que provocó la decisión de cambiar Aragón por Madrid; no podía ser scout consultant y trabajar para un club ACB al mismo tiempo, ya que existía un conflicto de intereses entre los dos equipos. Tras conocer ese importante matiz, Arbalejo primero dejó Zaragoza, y más tarde escogió Torrelodones, entre otras cosas, para poder compaginarlo con su trabajo para la franquicia. 

Trabajar, en la tarea que sea, para un equipo de la NBA, es un reto. Se requiere un nivel de inglés avanzado para poder comunicarse con los agentes y también para redactar informes de jugadores. Otro reto que Luis afrontó fue el de encontrar tiempo para viajar en busca de talento, «Viajas entre cinco y siete veces viendo jugadores susceptibles de draft y agentes libres, además de pasar informes personales, deportivos y físicos a la franquicia». Adicionalmente, los informes que él menciona se quedaron guardados en cajones, ya que servirían para futuros proyectos;«esos años me sirvieron para ver muchos jugadores que a día de hoy estoy siguiendo, de los cuales tengo muchísimos informes de todos ellos».

«Madrid es una jungla a nivel deportivo y hay que vivirlo, aprendes mucho porque tienes la posibilidad de ver mucho baloncesto», expresaba sobre su paso por la capital. En Torrelodones estuvo cuatro años, repartidos entre las labores de director deportivo y director general. Confesó que, cuando tenía tiempo libre, iba a ver partidos de otras ligas para seguir aprendiendo; «Yo iba al WiZink, Fuenlabrada, Estudiantes, también femenino y cantera». 

Madrid quedó atrás. Como previamente se ha comentado, las etapas en el basket son cortas e intensas, y hay que estar preparado para coger el siguiente tren. El nuevo destino en este caso era Alicante, una ciudad con un gran pasado deportivo, abanderado por el Hércules en fútbol y el Lucentum en baloncesto. A este vagón se unió siendo un novato, confirmando que «La Leb Oro era nueva para él, aunque la seguía mucho».  Llegó a un club que, en lo deportivo, no había materializado los objetivos presentados durante la campaña anterior. Por otra lado, se encontró con un equipo en el que la mayoría de jugadores finalizaban contrato y por defecto se debían tomar decisiones sobre sus futuros. Ese era el punto de partida, y tocaba moverse velozmente para aprovechar las oportunidades que ofrecía el mercado. En total, se incorporaron diez piezas nuevas a un puzzle desconocido para el aficionado, que esperaba como mínimo terminar entre los nueve primeros. Finalmente, el conjunto lucentino obtuvo la clasificación para los playoff, lo que Luis calificó como una «temporada exitosa», pese a la mala racha en la recta final de la liga regular.  Su idea era «estar cuatro años o más», y sintió un poco de pena por el hecho de bajarse del barco antes de lo previsto. Pero lo que se le avecinaba era algo irrechazable; El Roig Arena, L’Alqueria del Basket, La Euroliga y Copa del Rey le esperaban en un Valencia Basket que, al igual que Alicante, también estaba en construcción. 

Los alicantinos siempre dirán que Alicante tiene más que ofrecer que Valencia; los valencianos, como no podía ser de otra manera, discrepan. Lo cierto es que deben estar muy orgullosos de tener dos ciudades que son puntales en España a nivel turístico. No obstante, en lo deportivo hay un claro ganador, y esa medalla de oro se la hemos de atribuir a Valencia. A Luis le esperaba un gran club que aspira a todo en cada temporada y, gracias a su dedicación y esfuerzo, pudo obtener ese puesto. Él apunta que tuvo la suerte de que le llamase Enric Carbonell (director general) y que «fue sorprendente que alguien tan joven y de la Leb Oro acabase en el Valencia Basket.» Además, se siente «orgulloso y feliz, sobre todo por quién y cómo me han traído, sin ser un jugador famoso, sin pertenecer a ninguna empresa de representación importante, sin tener ningún padrino en el mundo del baloncesto, viniendo desde abajo, picando piedra los últimos veinte años; que alguien se haya podido fijar en todo ese camino y me haya dado la oportunidad es increíble.» El cambio es mayúsculo y se nota en los pequeños detalles. A mediados del mes de Enero, en una rueda de prensa dedicada a la evaluación de los resultados del primer tramo de temporada, Luis tuvo que enfrentarse a cuestiones un tanto incómodas de contestar. Al finalizar, hubo algunas críticas en redes sociales provenientes de aficionados del club taronja disgustados con ciertas declaraciones transmitidas en la comparecencia. Sobre esa cuestión aclaró que «al igual que un entrenador o un preparador físico, yo también tengo mis áreas de mejora.» Tan solo llevaba seis meses, pero en el Valencia Basket, como en cualquier club Euroliga, se requiere una máxima perfección en las dos competiciones que no siempre se puede cumplir. 

Por otro lado, desde siempre, Luis ha dado gran importancia a la manera en la que se comunica con los diferentes miembros del club, creyendo que «la comunicación es una de las partes más importantes de la dirección deportiva. El qué, el cómo, el cuándo, el dónde quieres decir las cosas, el cómo las dices, son todas cruciales para que el mensaje llegue de la mejor manera posible.» Además, asegura que «intenta darle a la dirección deportiva una dimensión un poco más grande donde creo que la comunicación es una de las áreas importantes.»

Una manera de trabajar honesta y abierta es la que maneja. Gustará o no, pero el valor del equipo siempre es lo primordial para él, y con esa mentalidad ha conseguido llevar a efecto su trabajo de una manera que le ha permitido poder estar donde está actualmente. Al Valencia Basket aún le quedan muchos desafíos por afrontar, pero lo que está claro es que todo el conjunto siempre estará respaldado por Luis, un mago de la dirección deportiva.

Suscríbete a la newsletter

Suscríbete a nuestras newsletter y no te pierdas ningún artículo, novedad, o menosprecio a Los Ángeles Clippers

Comentar

Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

LA REVISTA

Abril 2o24 | 100 páginas

No eran malos. Eran peores. En nuestro nuevo número repasamos a alguno de los equipos más desastrosos de la historia de la NBA. Un especial a mitad de camino entre el drama y la comedia.

Suscríbete a la newsletter

Suscríbete a nuestras newsletter y no te pierdas ningún artículo, novedad, o menosprecio a Los Ángeles Clippers

Copyright © 2023 Skyhook Magazine | Revista de baloncesto en español

Síguenos
Suscríbete a la newsletter

Suscríbete a nuestras newsletter y no te pierdas ningún artículo, novedad, o menosprecio a Los Ángeles Clippers