Análisis

LeBron James y el mejor papel de su vida

LeBron James vuelve a la batalla decisiva del anillo. Vuelve, además, por quinta ocasión consecutiva, una salvajada que alude directamente a la prehistoria de la liga, a los tiempos míticos de los Celtics de Bill Russell. Y vuelve,  y esto sí es una enorme novedad, con un papel diferente.

Un papel que comenzó a perfilarse en el verano de 2014, cuando abandonó el proyecto Heat para volver a casa, a Cleveland, encarnando un papel de hijo pródigo que parecía imposible cuando puso rumbo a Florida en 2010 en una salida esperpéntica del equipo que lo vió nacer como estrella NBA.

Ese papel se siguió perfilando en la primera ronda de estos Playoffs, cuando el canadiense Kelly Olynyk decidió que el brazo de Kevin Love sería un buen souvenir y trató de llevárselo a su casa en Toronto, apartando al californiano de la pelea por el título.

Con una de las patas del Big Three fuera de juego, y con la otra, la de Kyrie Irving, sometida a múltiples problemas físicos durante prácticamente toda la temporada, King James añadió a ese papel de hijo pródigo uno que todavía gusta más al público norteamericano: el del Llanero Solitario.

Para ser justos, James ya interpretó ese personaje en 2007, cuando alcanzó las primeras finales de su carrera tras derrotar a los Pistons en una de esos partidos que deberían pasarse por la tele al menos una vez al año. Sin embargo, esa mística del hombre solitario se vio eclipsada por la fama de altanería y superioridad que siempre a acompañado al alero de Akron, casi el mismo tiempo que el tatuaje que lleva en la espalda: The Choosen.

Sin embargo, pocas similitudes presenta esta ocasión con la ocasión perdida de 2007. Lebron ha vuelto con los suyos, con su gente, reconciliándose con un pueblo que siempre suspiró con verlo triunfar allí. En esta ocasión el papel de Goliat lo reprensentan los Warriors con el MVP Curry a la cabeza y su cohorte de rutilantes estrellas que conforman el mejor equipo de la liga, al menos hasta mayo. Alvin Gentry, el asistente de Kerr en Golden State lo tiene claro «Es como un tren de mercancías a 150 kilómetros por hora»

¿Será capaz James de no descarrilar en la mayor aventura de su vida?

Quinteto Ideal

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